Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 25 de septiembre de 2002
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Inauguran en La Habana la primera feria para empresas estadunidenses en 40 años

Cuba renuncia a vender azúcar a EU y ofrece comprarle 70% de los alimentos que importa

Evidente interés en que se levanten las "absurdas y obsoletas" prohibiciones: Pérez Roque

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 24 de septiembre. Cuba anunció hoy una depurada y tentadora oferta para el sector agroindustrial de Estados Unidos: renuncia a vender azúcar a ese país, ofrece en cambio comprarle el dulce y encima le sostiene la propuesta de que empresas estadunidenses coloquen aquí hasta 70 por ciento de las importaciones alimentarias cubanas, cuya factura anual es de mil millones de dólares.

Pedro Alvarez, presidente de la estatal Empresa Importadora de Alimentos (Alimport), presentó hoy a la prensa el menú de opciones y reveló que Cuba ya intentó comprar azúcar en Estados Unidos, en una operación frustrada por un coyuntural aumento de precios.

Alvarez habló con reporteros dos días antes de la apertura de la Exposición de Productos Agroalimentarios de Estados Unidos, la primera feria comercial en Cuba en cuatro décadas destinada únicamente a empresas de ese país, y que ilustra el flanco más débil del bloqueo económico estadunidense contra la isla.

Horas más tarde, consultado sobre el tema, el canciller Felipe Pérez Roque dijo que la feria "es una expresión del interés de los empresarios de Estados Unidos por que se levanten las absurdas y obsoletas prohibiciones que impiden el comercio normal entre nuestros países y del creciente interés de la opinión pública estadunidense por que las relaciones entre ambos pueblos sean normalizadas".

Alvarez, con una ecuanimidad habitual en sus apariciones públicas, reconoció que azucareros estadunidenses interesados en la normalización de relaciones bilaterales habían mostrado inquietud por un horizonte comercial que abriera puertas por donde se colara un torrente de azúcar cubano. El presidente de Alimport dijo que disipó esos temores.

"Cuba no será competidor de los productores de azúcar ni de remolacha de Estados Unidos", aseguró.

Restructuración de la industria

La renuncia al mercado estadunidense lleva hasta sus últimas consecuencias la restructuración en marcha de la industria azucarera cubana, basada en un drástico adelgazamiento y una más deliberada interacción con la demanda y las cotizaciones mundiales. Al mismo tiempo, el esfuerzo por normalizar las relaciones con Estados Unidos provoca un vuelco en el centenario esquema comercial que hizo de la isla un suministrador nato de azúcar al vecino del norte.

Si la oferta tiene un cálculo económico, revela un congruente pragmatismo. Si además implica, como parece, un guiño a la industria agroalimentaria estadunidense, se trata de una de las operaciones políticas más ambiciosas que haya emprendido La Habana en su trayecto hacia la reanudación de vínculos ordinarios con Washington.

Además del azúcar, Alvarez citó la leche en polvo como otro producto que compañías estadunidenses podrían colocar en Cuba en grandes cantidades. Ese renglón está cerrado por ahora, porque la legislación del bloqueo impide que esas empresas vendan productos subsidiados a la isla, como es el caso.

El interés cubano en fortalecer la cadena de compra de alimentos a Estados Unidos es patente. Las importaciones llegaron este mes a un acumulado de 140 millones de dólares en 211 distintos renglones desde diciembre pasado, informó Alvarez. Durante la feria se firmarán nuevos contratos. Todo al contado, como impone la legislación estadunidense.

A la muestra vienen 288 compañías y 750 participantes, incluso un gobernador, Jesse Ventura, de Minnesota, 12 altos funcionarios estatales, todos procedentes de 33 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico. Más de 30 firmas y 100 personas son de Florida, sede del exilio radical anticastrista.

"Después de cuatro décadas, es evidente que para las empresas estadunidenses es importante recuperar este mercado, que está prácticamente en el patio de su casa, a la vista" y a 40 horas de travesía marítima, dijo Alvarez. "Hoy hay que ser ciego para no darse cuenta de que la inmensa mayoría del pueblo y las compañías de Estados Unidos favorecen las relaciones normales" entre los dos países.

Alvarez dijo que los productos alimentarios estadunidenses han entrado al mercado interno cubano, unos en forma de artículos subsidiados dentro de la canasta básica racionada y otros en las tiendas de venta libre en dólares.

A pesar del énfasis en recuperar los negocios con Estados Unidos, Alvarez dijo que Cuba no olvidará a sus socios comerciales de los últimos 40 años: "No le daremos la espalda a ninguno de nuestros amigos". Precisó que, en caso de que los estadunidenses logren completar 70 por ciento de las compras alimentarias cubanas, aún queda un 30 por ciento disponible y que no todas las ramas ni productos del país del norte representan la mejor oferta de su tipo.

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