ENTREVISTA /HUGO CHAVEZ,
PRESIDENTE DE VENEZUELA
Los golpistas no quieren diálogo, sólo
el poder
ANTICHAVISTAS, DIVIDIDOS; BUSCAN DESTITUIRLO CONSTITUCIONALMENTE
Después del efímero aunque cruento intento
de golpe de Estado del 11 de abril, las tareas del mandatario se han multiplicado,
"y noto en el pueblo venezolano un despertar colectivo luego de la asonada,
como si la revolución bolivariana hubiera renacido con mayor vigor"
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas, 24 de septiembre. Es
difícil seguir los pasos del presidente Hugo Chávez, porque
se desplaza con rapidez asombrosa. Trabaja sin descanso y, como dice una
anciana seguidora desde sus primeros tiempos, "se multiplica como el pan".
Lo acompañamos a Barquisimeto, be-lla y antigua ciudad que cumplió
450 años el pasado 15 de septiembre, y el recibimiento popular fue
impactante.
Algunas mujeres nos detienen para pedir solidaridad y
"verdad", cuando caminamos por la plaza del lugar junto al periodista chileno
Manuel Cabieses.
Elisa,
una mujer de 47 años, llora junto a su hija adolescente y to-mándome
la mano suplica que no dejemos sola a Venezuela y que los periodistas digamos
al mundo la verdad que silencian los medios de comunicación en su
país.
"No queremos que se vaya Chávez, si él se
va o si le hacen algo puede llegar a ser como Colombia, que nunca tuvo
paz después que mataron a Jorge Eliecer Gaitán. Los venezolanos
no queremos vi-vir muriendo todo un siglo. Tenemos derecho a tener el gobierno
que elegimos", dijo.
Ese es en general el clima que nos va rodeando desde Caracas.
Chávez hablará en el acto junto a los gobernantes locales,
luego va hacia una escuela, en momentos en que el gobierno ha dispuesto
avanzar en la creación masiva de los prescolares Simoncito.
Desde allí -con el fondo de la bullanguería
de niños jugando en un parque nuevo y una multitud que afuera lo
escucha, interviene, aplaude y espera incansable hasta verlo de cerca-
transmite bajo una carpa su programa televisivo Aló Presidente.
Su comunicación con la población es abierta, espontánea,
alegre, desprejuiciada y esencialmente libre de ambas partes.
Las tareas de Chávez se han multiplicado después
del efímero, aunque cruento golpe de Estado que por dos días
tuvo en suspenso a su país y a América Latina, el pasado
11 de abril, y dice que aún sin cerrar las heridas del gran dolor
que significaron las víctimas de lo que considera una acción
delirante, "ha sucedido como un despertar colectivo que puso todo en movimiento",
como si la revolución bo-livariana hubiera renacido con ma-yor vigor.
Sabe -lo que por otra parte es evidente- que está
sometido a una guerra de medios informativos, y que aquí sucede
el hecho inédito de que el gobierno aparece resolviendo la situación
como si fuera el vehículo "clandestino" de la información,
inventando estrategias de comunicación alternativa para llegar al
pueblo.
Aló Presidente es un programa televisivo
visto masivamente; es una forma de contacto y respuesta a la ofensiva mediática
que se ha renovado en estos tiempos.
"Hemos entrado a una época muy desafiante, pero
nosotros seguimos trabajando sin descanso, a pesar de todas las obstrucciones,
los obstáculos, las campañas; hemos tendido la mano, pero
sectores de ellos (los golpistas) no quieren la mano ni el diálogo,
sólo el poder, como sea, violentando los principios democráticos
que dicen defender", dice Chávez a La Jornada.
Aquí la oposición está abiertamente
en el golpismo. El propio ex presidente Carlos Andrés Pérez
ha escrito en un periódico europeo que a Chávez sólo
se le puede sa-car violentamente.
Adios al camino radical
Pero ahora algunos sectores co-mienzan a alejarse de las
acciones más radicales. Se busca destituir a Chávez por vías
judicial, militar (quizá menos), política, económica,
y es la prensa, en ma-nos del poder económico, la que marca las
líneas para cubrir todos esos frentes, la única estructura
visible y más coherente de la es-trategia golpista, por lo que algunos
analistas hablan ya de "terrorismo mediático" en el país.
"Lamentablemente algunos sectores de la oposición
parecen no haber entendido nada. Son ciegos, no vieron ni ven la reacción
de este pueblo y tratan de encubrir con nuevas operaciones sucias y la-mentables
la verdad sobre aquellos sucesos del golpe de Estado. Y eso, cuando ya
están en nuestras manos pruebas irrefutables de lo que sucedió
el 11 de abril, y tenemos mu-cho más", señala.
"Hace pocos días -agrega- apareció un video
en el cual un periodista internacional hizo revelaciones públicas
sorprendentes y relató cómo lo llamaron el día del
golpe, en la misma mañana, y mucho an-tes de que cayera el primer
muerto en esos acontecimientos a manos de francotiradores, que no eran
nuestros precisamente, y esos golpistas estaban tranquilamente ya grabando
un mensaje, donde de-cían que el presidente Chávez estaba
matando al pueblo y que ya ha-bía seis muertos. Es decir, aún
no había muertos y ya se habían preparado para empezar con
muertos y cargarlos a nosotros. Ellos estaban preparando esas muertes.
Las pruebas siguen saliendo. Y tenemos otras filmaciones de periodistas
extranjeros".
Y cada vez "hay más hilos que atan el esquema de
una conspiración cobarde, una acción canallesca. Tenemos,
y lo hemos hecho público, otro video muy importante donde vamos
investigando y uniendo hilos y pruebas irrefutables, y resulta que yo soy
el culpable del golpe, de las muertes, de todo. Está claro hasta
para un ciego de qué se trata esta campaña", dice el presidente.
Añade que "por eso sigue siendo extraordinario
ese hecho que significó la reacción cívico-militar
para rechazar el golpe de Estado, cuyos primeros actos demostraron hasta
dónde se iba a llegar contra el pueblo de Venezuela y cuál
era la estrategia terrorista, porque eso era lo que se iba a implementar
luego, masivamente, sobre el pueblo y los seguidores de la revolución
bolivariana. Es un hecho inédito en el mundo lo sucedido, cuando
un pueblo junto a los militares patriotas barrieron con una tiranía
que mostró su rostro verdadero en horas".
Chávez advierte que la población venezolana
ratificó en su acción antes y en su actitud ahora la confianza
en la democracia y en los procesos electorales, "y por eso pide justicia,
pero lamentablemente las presiones y otros métodos han llevado al
Tribunal Supremo a decir que no hubo golpe, y la gente siente esto como
una temible im-punidad. Hay quienes no quieren ver lo obvio y resulta que
a un presidente que repone el pueblo lanzado a la calle lo quieren sacar
en nombre del pueblo. Es una historia increíble, del mundo al revés".
El mandatario recuerda que el gobierno ha estado bajo
una intensa presión después de aquella asonada: " Esta presión
creyó poder actuar sobre aquellas heridas. Son grandes heridas y
también en lo personal ver a algunos amigos participar de aquella
acción. Uno debe decirlo, porque así se siente. Sin embargo,
ese dolor dura un tiempo y después uno cura esas heridas porque
el bálsamo es el pueblo".
Afirma que es increíble para él cuando ve
a la gente que lo abraza, "me espera, me demuestra amor y lealtad. Eso
cura todo y también demanda. Pero la oposición se niega a
mirar esa realidad. Es que por un traidor hay 100 mil que no lo son, y
éstos son de una enorme y poderosa dignidad".
operacion desgaste
Chávez cree que la oposición hizo muy mal
sus cálculos, "y sigue haciéndolo. Ellos vinieron jugando
a que tenían el apoyo popular. Jugaron al desgaste y publicaban
en-cuestas en las primeras planas de sus periódicos diciendo que
me había venido abajo, que sólo 20 por ciento me apoyaba,
y creo que terminaron creyendo su propia falsificación. Ese experto,
que habló de que teníamos sólo 20 por ciento y que
ya no contábámos con respaldo popular, sabía que no
era cierto. Pe-ro todo eso era y forma parte de la campaña desestabilizadora".
La oposición pensó que el pueblo "nos iba
a traicionar, y trabajaron fuerte para dividir a las fuerzas armadas, con
la tesis de la cubanización, de la guerrilla colombiana.
Recurrieron a cuanto encontraron, y lo siguen haciendo
como si nada hubiera pasado, y trazaron planes que se derrumbaron por ineficaces
y falsos".
Fue un trabajo sicológico, dice, y "pensaron que
el pueblo y las fuerzas armadas iban a aceptar lo que estaban haciendo,
aun a regañadientes o por el terror, y se llevaron la gran sorpresa,
los de aquí y los que los apoyaron fuera del país. La reacción
fue increíble. El pueblo tomó las calles junto a soldados,
los patriotas de verdad. Entonces, los golpistas se encontraron frente
a la realidad y ahora, por más que continúan teniendo el
apoyo me-diático, es muy difícil lavarse el rostro después
de esos hechos".
-La oposición parece muy desesperada en sus distintas
acciones. ¿No es esto muy peligroso?
-Nosotros hemos retomado la ofensiva. En estos días
mostramos ese video al que hice referencia y que fue una exposición
pública de Otto Neustadt, ex corresponsal de CNN, en la Universidad
de Caracas. No es posible volverse atrás de eso, de ese impactante
testimonio, porque hay muchos testigos y aún pretenden decir que
no hubo golpe cuando en todo el mundo se reconoce que sí sucedió.
¿Y qué es sino un golpe de Estado la detención de
un presidente constitucional y la disolución del Congreso, la Constitución,
la justicia, de todo? ¿Y qué es si no la matanza, la persecución
de miles de personas en pocas horas, todo aquello que ya se conoce muy
bien a nivel mundial?
"Se han desprestigiado enormemente, pero están
desesperados porque no quieren que pase el tiempo y se reconstruya lo que
intentaron destruir. Lo que pasa es que con su acción han terminado
ayudando a que se fortalezca un proceso popular indetenible, además
de que nuestro gobierno ha comenzado a recibir mucho apoyo externo. Hemos
sido serios, reconocido errores y nos hemos dedicado más de lleno
a las demandas prioritarias de una sociedad que viene golpeada desde hace
muchos años, y a todo aquello que ahora está en la primera
línea de las necesidades de nuestra gente. Y en esto no nos detienen
aunque hagan las campañas más increíbles. Ahora buscan
golpes económicos, mediáticos, institucionales. Y pasan los
días y Chávez no cae... y entonces desesperan, atacan y siguen
desprestigiándose, y se dividen".
-¿Qué ha pasado a nivel pueblo?
-Bueno, sólo hay que verlo. Por donde voy la gente
está allí multitudinariamente demandando que no afloje, y
hay quienes se desesperan ante la impotencia de las campañas que
hacen contra nosotros y el pueblo. Pero es asombroso cómo todo resurgió
con más fuerza. Por ejemplo, hace tiempo tratábamos de conformar
un movimiento estudiantil. Después del golpe se ha constituido la
Federación Bolivariana de Estudiantes. Después del golpe
también se realizó el Congreso Nacional de Trabajadores que
lleva hacia una Central Bo-livariana, con los campesinos, los indígenas.
Los golpistas debieron analizar que los trabajadores nunca pararon, se
negaron a seguir la ofensiva mediática y el llamado al paro y a
la huelga general.
"Nunca se paró el país, a pesar de llamados,
amenazas y la feroz ofensiva mediática, que ni siquiera logró
confundir a mucha gente La educación no paró, ni la salud,
salvo algunos sitios, pero al sistema nacional no pudieron pararlo. Funcionó
la administración pública, las industrias siderúrgicas,
los grandes sindicatos no se plegaron, aunque no están todos con
nosotros, tampoco pararon los trabajadores petroleros, pero los funcionarios
de la elite tecnocrática hicieron su sabotaje desde las computadoras,
retiraron tarjetas e impidieron la normal salida de petróleo. Los
propios militares han reflexionado y generado nuevas formas organizativas.
Habíamos perdido muchos contactos orgánicos con cuadros medios.
No los atendíamos como es debido. El intento de golpe de Estado
nos ha llevado a la autocrítica, en todos los aspectos. Y en-tonces,
crecen los partidos a nuestro alrededor; hemos sido desbordados por la
masa, por un pueblo que se dio cuenta de sus posibilidades mediante la
movilización.
"Después de haber vivido esas horas trágicas
de un partido perseguido, la mayor parte de sus dirigentes presos, en la
clandestinidad, incomunicados varios ministros, escondidos otros, y un
grupo de ellos que se fue a las calles y organizó los movimientos
populares, que estaban decididos a impedir que se acabara el proceso democrático
y marchaban en un lugar y otro. No teníamos radios, televisión,
periódicos, pero Radio Bem-ba funcionó, las redes
funcionaron, y esto que sucedió fue algo inédito en el mundo.
Recientemente en Jo-hannesburgo una mandataria africana muy querida me
dijo 'usted es un milagro ambulante', y yo le respondí que el milagro
ambulante es el pueblo de Venezuela".
-Durante el intento de golpe fue clave la decisión
de altos oficiales y tropas de no prestarse a violentar la Constitución,
y fueron claves para rescatarlo a usted actuando junto al pueblo. ¿Qué
ha sucedido en estos meses en lo militar?
-Aunque fue muy dolorosa la traición de algunos
militares, debemos analizar que los golpistas tenían más
de 20 generales y almirantes y no lograron alzar ningún batallón,
y eso nunca se dijo, porque no pudieron hacerlo, además de esa campaña
macabramente planificada, donde hablaban anticipadamente de los muertos
que pensaban provocar para achacarlos al go-bierno; la actuación
del pueblo y los militares patriotas dice mucho más de lo que yo
pueda decir.
"Sucedió, sí, y hay que decirlo, que como
anularon las comunicaciones muchos militares se confundieron. Sólo
circulaba la información de los golpistas y se decía que
Chávez estaba matando al pueblo, cuando eran ellos los que tiraban
contra nosotros. Eso dejó paralizados a algunos oficiales honestos,
que no apoyaron el golpe. Otros no creyeron en los golpistas y se dieron
muy dignas y gloriosas posiciones en ese mapa militar de esos días.
Gente que al frente de tropas, consultando con ellas, decidieron en conjunto
no acatar al mando golpista y le dijeron no, cuando yo ya estaba detenido,
dispuestos a enfrentarse a lo que fuera, hasta en batallones muy lejanos
en la selva. Hay una historia escrita con nombres y figuras ya conocidas
y otra no escrita de lo que sucedió en esas horas y que produjo
el hecho inédito de parar un golpe que estaba respaldado con tanto
poder local y externo... Bueno, y todo eso hizo reflexionar a muchos militares
y también a nosotros en el gobierno.
"Como dice mucha gente, fue el despertar en pocas horas
después de tocar la pesadilla y darse cuenta de que pudo ser realidad.
Todos aprendimos y vimos nuestras propias debilidades y errores, y también
nuestra enorme fortaleza, que es la fortaleza del pueblo. Nosotros analizamos
también si teníamos o no una acción alternativa ante
una situación como la que se planteó. Nos obligaron a verlo
todo, y ahora hay una gran conciencia después de ver hacia dónde
se hubiera podido llevar al país".
-Hay antes y después del golpe.
-Hay un antes y un después del golpe, donde se
marcó en qué parte no estábamos haciendo lo que no-sotros
debíamos hacer, y valoramos lo que estábamos haciendo bien
como para molestar de tal manera al poder establecido. Y ahí vimos
lo que es el poder de un pueblo movilizado. Yo había dicho alguna
vez, en una entrevista, que ese poder que se está transformando
en contra del poder establecido tiene que ser muy grande, y si no lo movilizamos,
no lo aceleramos, no le damos sentido estratégico, no se podrá
terminar con tantas injusticias del poder establecido que, aunque débil,
tiene muchos y poderosos elementos de control.. Y allí, en esas
horas, se vio el gran poder del pueblo, el milagro de su presencia.
-¿Cómo ve el frente opositor, que en estos
días aparece como muy apresurado por sacarlo del gobierno, tanto
que hasta anunciaron un septiembre negro?
-Hay señales de fisuras en esa oposición,
y algunos sectores parecen desvincularse de la ruta golpista. La alianza
entre ellos, lo que los une, es estar contra Chávez, pero eso no
es suficiente; no tienen liderazgos sino competencias feroces, y los dueños
de los medios asumen posiciones políticas muy claramente definidas,
toman partido abiertamente y sus directivos tienen intenciones políticas.
La Central de Trabajadores de Venezuela busca también protagonismo
político y pierde imagen acompañando a las cúpulas
empresariales en lugar de luchar por los derechos de los trabajadores.
No hay sector que tenga una fuerza verdadera, y a medida que pasan los
meses y Chávez no se va, se desesperan y cometen errores burdos
que los desnudan ante el mundo. Hacen marchas y fracasan, como el trancazo
que intentaron Y eso enoja al pueblo, y cada paso que dan no hace sino
mostrar quién es quién en este país.
"Un pueblo al que descalifican a diario, al que humillan
en sus periódicos, que ve todos los días cómo inventan
calumnias, un pueblo que ve que el Tribunal Supremo de Justicia determina
que no hubo golpe después de todo lo sucedido y de lo que ha dicho
la comunidad internacional, es un pueblo que pide y exige justicia. Hay
sectores de oposición irracional, absolutamente irracional, y hay
otros que parecen ver la realidad, y se nota en declaraciones pú-blicas,
en los mensajes que hacen llegar por debajo. Hay una oposición que
se viene deslindando de esa otra que está pegada a la que llaman
'agenda oculta del golpe'. Hay también muchos que se avergonzaron
de haber participado cuando vieron la realidad, los sucesos que sacaron
a lo más terrible del fascismo durante el golpe".
-¿Qué posibilidades tienen?
-Están buscando varias acciones a la vez, en lo
económico, lo político, en la vía de la justicia,
por donde sea y como sea, mintiendo, tratando de transformar a víctimas
en victimarios, intentando llevarme a juicio por el golpe que ellos dieron.
Es increíble lo que vemos, lo que el mundo ve, y hasta me acusan
de delitos de lesa humanidad, por cercenar la libertad de expresión...
y la única expresión masiva es la de ellos, que manipulan
y tergiversan. Esa desesperación los hace equivocarse una y otra
vez.
"A pesar de las posiciones de la Comisión Tripartita
(Organización de Estados Americanos, Naciones Unidas, Fundación
Carter), que está trabajando para el diálogo, no ceden muchos
sectores. No quieren diálogo. Han intentado todo. Presiones, chantajes,
trataron de quitarnos la mayoría en la Asamblea. Todo se ha hecho
y se hace. En la Asamblea, mediante presiones y chantajes, podrían
voltear la mayoría, pero jamás van a lograr los dos tercios
que necesitan para enjuiciar al presidente, como intentan desesperadamente.
Sólo podrían afectar el voto de leyes que necesitamos".