Se requerirá un "plan de contingencia"
si continúa el "frenazo " al gasto público
Alerta De la Fuente sobre riesgos de estrangular al
sector científico
El rector de la UNAM cuestiona seriamente la política
foxista y las metas de inversión
KARINA AVILES Y MIRIAM POSADA
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, lanzó ayer
severos cuestionamientos al rumbo de la política científica
del gobierno de Vicente Fox, al poner en duda el cumplimiento de las metas
de esta administración: Si continúa "el frenazo" a la ciencia,
el gasto público no llegará a 1 por ciento del producto interno
bruto (PIB), sino a 0.47 por ciento y habrá la urgencia de generar
"un plan de contingencia" para el sistema científico, porque de
otra manera las pérdidas serán muy serias e irrecuperables.
Reveló que en medio de la apremiante situación
de recursos aparecen "los enredos" y "las intrigas", y no falta quien sugiera
que se le quite presupuesto a la UNAM para dárselo a otras instituciones.
Esto, afirmó, la universidad "lo asume como un embate".
Advirtió que reducir el presupuesto para educación
el próximo año representará el inicio del "estrangulamiento"
de las universidades públicas, por lo que este es el momento de
demostrar la coherencia entre el discurso y los hechos, y tratar a la educación
como una prioridad para impulsar la generación de empleos y el desarrollo
económico del país.
La UNAM no dilapida recursos
El rector aseguró que la UNAM no permitirá
que los avances realizados en su sistema científico se tiren por
la borda, por lo que los defenderá hasta el límite de sus
capacidades. Expresó que la institución no acepta ni aceptará
que "algunas voces" digan que la universidad dilapida los recursos en sus
proyectos de investigación.
Durante la presentación del libro La ciencia
en la UNAM a través del Subsistema de la Investigación Científica,
apuntó que debemos ver con "un enorme escepticismo" las metas
planteadas por el gobierno. Hay que "tener los pies en la tierra", señaló.
El gobierno foxista planteó que al final de su sexenio le otorgará
1 por ciento del PIB a ciencia y tecnología. Sin embargo, para cumplir
con ese objetivo el sector privado tendría que sextuplicar su gasto
con respecto al año 2000 y el sector público tendría
que triplicarlo, dijo.
Según el segundo Informe de Vicente Fox, el gasto
en el área científica y tecnológica ascendió
a 0.47 por ciento del PIB. De esta cifra, 0.43 por ciento proviene de recursos
públicos y el restante 0.04 por ciento "supuestamente viene del
sector privado". Pero si seguimos a este ritmo, el gasto público
en investigación científica a finales de este gobierno será
de 0.47 por ciento del PIB, mientras el tramo que tiene que recorrer el
gasto privado para alcanzar la meta "es verdaderamente impensable", sostuvo.
Los científicos "no nos vamos a espantar si nos
dicen cuáles son las cifras reales", porque de hecho las padecemos,
manifestó. Señaló que si la situación no mejora
se tendrá que plantear "un plan de contingencia".
Al referirse a que ha habido un "retroceso", dijo, por
ejemplo, que en 1998 la UNAM tenía 248 proyectos apoyados por el
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y en 2001 se
redujeron a 89. La situación es "alarmante" y "vemos con enorme
preocupación" el presupuesto de 2003.
Advirtió que "un frenazo" que se le imponga a la
ciencia condicionará años de rezago, y apuntó que
en países como México el "punto de perversión" es
que "quienes tenemos menos invertimos mucho menos en ciencia y tecnología
que los que tienen más". Los ingresos de los países ricos
son 47 veces mayores que los de los países pobres, pero el gasto
que hacen los primeros en el área científica es 218 veces
superior que el que realizan las naciones con menos recursos. El ánimo
de la UNAM es el de cooperar, pero sin "disimulos ni subterfugios", subrayó.
Antes, había inaugurado la sesión de la
mesa directiva de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación
(Canacintra) y el Centro de Estudios Estratégicos Empresariales
de la UNAM. Ahí enfatizó que en la universidad existe plena
conciencia de las limitaciones económicas, pero por esa misma razón
es indispensable tomar decisiones que den prioridad a los asuntos sustantivos
para el desarrollo del país, como es la educación.
Advirtió que la universidad no ha reducido su matrícula
a pesar de las limitaciones presupuestales, ni está dispuesta a
hacerlo, porque el interés de los jóvenes mexicanos por estudiar
es real: "este año ingresaron a bachillerato 33 mil alumnos, y otros
33 mil a licenciatura, tenemos 250 mil estudiantes, y tampoco pretendemos
cancelar proyectos e investigaciones prioritarios".
Hasta el momento, señaló, no hay una estimación
real de a cuánto ascendería el recorte para educación
en el Presupuesto de Egresos de 2003 -se ha hablado de varias cifras, como
6 por ciento-. Sin embargo, cualquiera que fuera el monto equivaldría
a introducir a las universidades públicas en un esquema de "estrangulamiento",
toda vez que no tendrían recursos suficientes para cumplir su tarea.