PEMEXGATE
No queremos huelga ni corrupción, le dicen trabajadores en la refinería de Cadereyta
Estaríamos zafados si pensáramos privatizar Pemex, asegura Fox
Me parece que estamos cerca de un arreglo entre la empresa y el sindicato, confió el Presidente
JUAN MANUEL VENEGAS Y DAVID CARRIZALES ENVIADO Y CORRESPONSAL
Cadereyta, NL, 27 de septiembre. No hay ninguna intención de privatizar Pemex, "šestaríamos medio zafados de la cabeza si pensáramos una cosa como esa!", enfatizó el presidente Vicente Fox Quesada ante cientos de trabajadores de la refinería Héctor Lara Sosa, quienes prácticamente se desbordaron para manifestarle su rechazo a una posible huelga y respaldo en la lucha contra la corrupción en la empresa y el sindicato.
Fuera de programa, el mandatario se trasladó este día a la refinería de Cadereyta. Por la premura del aviso y la confianza que tanto Fox Quesada como sus colaboradores expresaron, antes y después del viaje, en una pronta solución a la negociación salarial con el sindicato petrolero, ya se preveía lo que encontraría: el respaldo absoluto a su intención de mantener viva la denuncia contra los dirigentes gremiales, acusados de desviar recursos de la paraestatal a la campaña presidencial del PRI en 2000.
El Presidente llegó a la planta petrolera cerca de las 17 horas, y durante más de 30 minutos cientos de trabajadores, que hicieron valla para recibirlo, no hicieron otra cosa que manifestar su posición en contra de una posible huelga en el país. "šDuro, Fox, duro!" "šUsted no está solo!" "šNo queremos huelga ni corrupción!", fueron los gritos que más se escucharon, mientras el mandatario caminaba correspondiendo con saludos, abrazos y besos a las empleadas y los empleados de la refinería.
Claro que no faltaron las peticiones salariales y, por ahí, los gritos que le clamaban: "No le hagas caso a los gringos" y "Pemex no está en venta".
Incremento superior a la inflación
A las solicitudes de incremento, Fox respondió personalmente: "vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo... vamos a hacer todo lo posible porque tengan un aumento justo, razonable". A un grupo le pidió que no se preocuparan, que el incremento estaría "por encima de la inflación" (en Los Pinos trascendió que será de 5.5 por ciento directo al salario y 2 más en prestaciones), y a otro le ofreció que "sería retroactivo" al 31 de julio, cuando venció el primer emplazamiento a huelga.
Dado el momento, tampoco faltó la arenga presidencial: "švamos juntos, fortalezcamos Pemex... por México, vamos todos... es por el bien del país!"
Respecto al grito de que la industria petrolera nacional no está en venta, Fox contestaría a los trabajadores más adelante, en el mensaje que les dirigió.
Se resolverá lo laboral y lo que implique corrupción
A la visita a Cadereyta sólo fue acompañado por el secretario de Energía, Ernesto Martens, y por el gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, quien viajó con el mandatario desde la ciudad de México y a quien se le atribuye la "recomendación" de ir a la planta petrolera, más ahora que se quiere reforzar la acusación de "chantaje" que el Presidente atizó a los dirigentes sindicales involucrados en el millonario desfalco.
Entre los petroleros no hay el ánimo de llevar la revisión salarial hasta la huelga, sostuvo el jefe del Ejecutivo federal. Por ello, en su mensaje les pidió "seguir trabajando" por el fortalecimiento de la empresa y su expansión. "Los problemas que tenemos enfrente habremos de resolverlos porque hay voluntad de las partes, y habremos de solucionar los asuntos laborales y los que tengan que ver con la justicia o con la corrupción y la impunidad", ofreció.
Los mexicanos, añadió, necesitamos resolver las dos cosas, y "sé que lo vamos a hacer como siempre se han hecho las cosas en México: con madurez y unidad, y con ganas de servir a nuestra patria, siendo verdaderamente patriotas".
En el mismo mensaje a los trabajadores, subrayó que la industria petrolera es patrimonio de los 100 millones de habitantes del país, "y todos somos dueños de Petróleos Mexicanos... el dueño no es el gobierno federal, no es el sindicato, no es ningún otro nivel de gobierno, el dueño šes el pueblo de México! Y por eso es tan importante, por eso es tan estratégica".
En ese sentido, subrayó el "valor" de los trabajadores de Pemex, a quienes "agradeció todo lo que hacen para dar vida a la industria y todo lo que han hecho para su crecimiento y expansión".
Así llegó el momento de dar respuesta a aquel grito que se escuchó entre la multitud de la valla: "Quiero asegurarles -lo he repetido muchas veces, pero no está de más repetirlo una vez más, comprometerlo otra vez- que no hay ninguna, absolutamente ninguna intención de privatizar. šEstaríamos medio zafados de la cabeza en pensar una cosa así!
"Siendo lo que es Pemex y representando lo que representa, y siendo 100 millones de mexicanos los dueños, Ƒqué derecho tendría yo a pensar en hacer una cosa como esa? Yo no soy más que un mexicano más, con muchas ganas de servirles a ustedes, de servir a sus familias, de servir a México entero; con ganas de aportar mi granito de arena para que este país siga caminando, siga engrandeciéndose y para que sea un maravilloso México el que podamos entregar a nuestros hijos", puntualizó en medio de los aplausos de los trabajadores.
Tampoco está entre sus intenciones, agregó, atentar contra "un sindicato o contra el sindicalismo", que identificó como "otra de las grandes instituciones de nuestro país.
"El sindicato (petrolero) y el sindicalismo merecen absolutamente todo nuestro respeto. Su autonomía, su independencia para operar, para apoyar a los trabajadores y que cada uno alcance sus metas, tienen todo el respeto... y por eso estamos trabajando, para que esta empresa siga su marcha y siga creciendo", apuntó.
Hemos "ordeñado" a Pemex "más de la cuenta"
Luego, sin mencionarlo, se refirió a sus intentos de reformar el sector: se requiere más inversión para fortalecer Pemex, para modernizarlo e incremente sus reservas probadas y mejore su eficiencia.
Necesitamos "inversiones que permitan la expansión y que esta empresa pueda seguir creciendo... nos las hemos arreglado para lograr esas inversiones en energía, que este año suman más de 20 mil millones de dólares, y es nuestro propósito que la empresa tenga más autonomía, porque de alguna manera hemos estado forzando la marcha, hemos estado ordeñando a la empresa un poco más de la cuenta, y por eso se había quedado sin poder realizar las inversiones necesarias para su crecimiento... entonces, lo que necesitamos es liberarla para que desate toda su capacidad y toda su fuerza".
Finalmente, el jefe del Ejecutivo federal hizo un recorrido por la planta, y antes de abordar el avión que lo llevaría a Guanajuato, donde pasará el fin de semana, confió a los reporteros: "me parece que estamos cerca de un arreglo entre la empresa y el sindicato. Espero que salga humo blanco pronto".