Protesta por la actuación radical y beligerante de sus líderes
Casi mil indígenas de Chiapas desertaron del grupo Paz y Justicia
ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 27 de septiembre. Casi un millar de indígenas de la zona norte abandonaron la organización Paz y Justicia, por considerar que algunos de sus líderes siguen actuando de manera "radical y beligerante"; los desertores formaron una nueva agrupación llamada Unión Regional de Comunidades Indígenas (URCI). Este sería el segundo desprendimiento del que se considera el principal grupo paramilitar que opera en la entidad.
El operativo policiaco realizado el pasado 13 de septiembre contra los paramilitares impidió que se llevara a cabo la asamblea en que habría de renovarse la dirigencia de la organización. Al siguiente día de las detenciones, un grupo disidente intentó, sin éxito, celebrar la reunión, lo que fue impedido por el "sector duro" de Paz y Justicia.
Este grupo inconforme con "los beligerantes" convocó a una nueva asamblea, misma que se llevó a cabo a kilómetros de distancia del bastión de los paramilitares, la zona baja del municipio de Tila. Reunidos en un recinto oficial del Yajalón, unos 850 indígenas provenientes de Tila, Sabanilla y Tumbalá dieron a conocer su separación de Paz y Justicia.
Encabezados por Carlos Solís Méndez, los inconformes condenaron la posición "radical y beligerante, que le sigue apostando a la violencia", de quienes continúan fieles a Diego Vázquez y Sabelino Torres, el primero de ellos actualmente sujeto a proceso en el penal de Cerro Hueco, y el segundo, en compañía de 27 personas más, arraigado en esta capital.
Los indígenas reconocieron que las acciones que durante años llevaron a cabo contra bases del EZLN que habitan en su región, "crearon en nuestras comunidades división e incertidumbre. Ahora queremos una nueva vida, recomponer el tejido social", sostuvo Solís Méndez.
Esta es la segunda ocasión en que líderes y fundadores de Paz y Justicia se separan de esta organización. Antes lo habían hecho, a mitad de 2000, los líderes Samuel Sánchez Sánchez, Raymundo Hernández Trujillo y Marcos Albino Torres López, quienes luego de su salida crearon la Unión de Comunidades Agrícolas y Forestales.