Prevén republicanos "aplastante mayoría" en favor de una acción militar
"Barbarie", las sanciones económicas contra Irak, denuncian legisladores demócratas
Bush "aprecia" el debate entre congresistas, pero espera apoyo para una ofensiva al país árabe
AFP, REUTERS Y DPA
Basora, Irak, 29 de septiembre. Tres legisladores demócratas estadunidenses que se encuentran de visita en Irak calificaron hoy aquí de "barbarie" las sanciones en vigor contra ese país desde 1991, e instaron a la reanudación de las inspecciones de desarme aceptadas por Bagdad recientemente, en lugar de promover la vía militar.
Las sanciones representan "una política que fracasó", sostuvo Jim McDermott, miembro de la Cámara de Representantes por el estado de Washington, en declaraciones realizadas tras visitar este fin de semana en esta localidad sureña un hospital y una clínica pediátrica, en compañía de los congresitas Michael Thompson (California) y David Bonior (Michigan).
"La idea (de las sanciones) consistía en decir que ejercer presión en el pueblo iraquí lo llevaría a derrocar a Saddam Hussein, pero lo único que hizo fue castigar al pueblo iraquí", añadió McDermott, quien precisó que los niños iraquíes serían nuevamente las primeras víctimas.
Al respecto, la Casa Blanca informó que "el presidente aprecia el debate y sus opiniones (de los legisladores), pero confía en que el Congreso aprobará una resolución bipartidista, enérgica, efectiva y que autorice el uso de la fuerza."
Sin embargo, las voces de estos legisladores parecen ser de las pocas disonantes en el Congreso estadunidense, donde los republicanos están dispuestos a dar a George W. Bush carta blanca para una acción militar contra Irak.
"A finales de esta semana o principios de la próxima creo que una mayoría aplastante en las dos cámaras aprobará un apoyo al presidente en caso de que debamos realizar un cambio de régimen en Irak por medios militares", estimó John McCain, senador republicano por Arizona.
"Es muy probable que después del inicio de 2003 estemos militarmente involucrados en Irak", pronosticó por su parte Chuck Hagel, senador por Nebraska.
Gran parte de los legisladores demócratas parecen estar de acuerdo. "No queremos una situación parecida a la de Vietnam, cuando la cámara estaba dividida, el Senado estaba dividido y el pueblo estaba dividido", señaló el demócrata por Louisiana John Breaux.
No obstante, los demócratas dan muestras de moderación respecto de la urgencia de una intervención. "Tengamos presente lo que pasó en la guerra del Golfo, cuando el presidente Bush (padre del actual) no quería que se votara en medio de una campaña electoral", recordó Dennis Kucinich, representante por Ohio.
El tema Irak está en el candelero en medio de la campaña para las legislativas que se realizarán dentro de cinco semanas, en momentos en que los estadunidenses consideran al país árabe como su principal preocupación, aunque luego de la situación de la economía local, según un sondeo del Washington Post-ABC.
Los legisladores demócratas insisten además en que Estados Unidos se asegure el apoyo internacional, aunque Bush ha advertido que si la ONU no adopta acciones "enérgicas" contra Irak Estados Unidos lo hará por sí mismo. En tanto, los preparativos militares continúan, y de acuerdo con el Washington Post, maniobras de tanques del ejército en Texas iniciadas hace una semana están relacionadas con un posible ataque a Irak.
Pese a que Irak iniciará este lunes conversaciones en Viena sobre las modalidades del regreso de los inspectores de armas, Washington sigue buscando una nueva resolución del Consejo de Seguridad que dé a Bagdad sólo una semana para aceptar las inspecciones sin ningún tipo de condición, o de lo contrario se emplearán "todos los medios necesarios".
El conflicto de Irak es también tema principal del congreso anual del Partido Laborista del primer ministro Tony Blair, inaugurado hoy en la región de Black-pool, norte de Gran Bretaña. Varios diputados laboristas se han manifestado ya contra una guerra en Irak.
Al comienzo de la reunión, Blair sostuvo hoy que el mundo "lamentará las consecuencias" si fracasa en hacer que Irak elimine sus presuntas armas de exterminio masivo, pues entonces ese país y otros van a poder "amenazar al resto del mundo".
Cuando se le preguntó si Gran Bretaña se sumaría a un posible ataque estadunidense contra Irak aun si Naciones Unidas no aprueba una acción militar, no contestó en forma directa, pese a que ha sostenido que la ONU es el camino para enfrentar el tema de Hussein.
"Debemos dejar en claro que Saddam y el régimen iraquí no tienen otra opción. En primer lugar o se compromente a desmantelar ellos mismos las armas (que según Washington y Londres ese país posee), o seguirá una acción alternativa", declaró a la BBC.
Blair -a quien solamente le tienen confianza 35 por ciento de los británicos, según sondeo que publica este lunes el Daily Telegraph- es el más fuerte aliado de Estados Unidos en Europa, seguido por los gobiernos derechistas de Italia y España. Precisamente, miles de personas marcharon este domingo en Madrid para protestar contra una eventual agresión a Irak y repudiar el respaldo del presidente del gobierno español, José María Aznar, a la política de Bush.