Los cañones de Israel apuntan de nuevo
hacia el cuartel general de Arafat
El Congreso apremia a Bush a trasladar la embajada
de EU de Tel Aviv a Jerusalén
REUTERS, AFP, DPA Y PL
Washington, 1o. de octubre. El Congreso de Estados
Unidos propuso el lunes trasladar la embajada estadunidense de Tel Aviv
a Jerusalén, con lo que se reconocería implícitamente
a esa ciudad como la capital de Israel, mientras la violencia en los territorios
reocupados cobró la vida de dos menores y de un soldado israelí.
La comunidad internacional, en tanto, saludó la
retirada del cerco israelí a la sede de Yasser Arafat en Ramallah,
pero esta madrugada los cañones israelíes apuntaban nuevamente
a la oficinas del presidente palestino, declaró Nabil Abu Rudeina,
uno de sus consejeros.
En el texto de la Ley de Autorización de Relaciones
Exteriores 2003, los congresistas estadunidenses apremiaron al presidente
George W. Bush a comenzar el proceso de traslado de la embajada de Estados
Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, lo que representa un reconocimiento
implícito de esa ciudad como capital israelí.
Funcionarios
estadunidenses dijeron que Bush se opondrá al intento de los congresistas
por trasladar la embajada. La resolución del Congreso espera la
firma presidencial, cuyo plazo vence el martes, cuando termina el año
fiscal del gobierno.
El proyecto propone que los fondos destinados a la representación
diplomática no podrán ser usados en ningún documento
oficial que no identifique a Jerusalén como la capital de Israel.
Un día después de que el ejército
israelí puso fin a su asedio de diez días en Ramallah, algo
que fue considerado como una derrota para Israel, alrededor de esa localidad
cisjordana la presencia militar israelí es todavía importante,
pues los tanques apostados en las colonias circundantes realizan breves
patrullas y en las primeras horas del martes se anunció que los
cañones apuntan nuevamente hacia al cuartel general, pese a que
el toque de queda fue levantado.
Además, los fuerzas israelíes efectuaron
el lunes incursiones en localidades cisjordanas, una de ellas en el campo
de refugiados de Balata, en Nablús, donde el ejército entró
con varios tanques. Ahí, un niño de 11 años murió
cuando un grupo de jóvenes lanzaba piedras contra las tropas.
Otro menor, de 10 años, perdió la vida al
ser alcanzado por disparos de los soldados durante un enfrentamiento con
palestinos ocurrido también en Nablús.
Un soldado israelí murió y otro resultó
herido al ser alcanzados por disparos palestinos en Nablús, anunció
el ejército, mientras en Rafah, en la franja de Gaza, una palestina
también fue declarada clínicamente muerta tras ser alcanzada
por esquirlas de un obús.
Arafat dedicó su primera jornada de libertad de
movimiento a recibir a diplomáticos europeos, a los que reiteró
su voluntad de convocar a elecciones legislativas y presidenciales en enero
de 2003, como había previsto desde hace semanas.
Según analistas, Arafat busca aprovechar su credibilidad
política, que aumentó durante el asedio a su cuartel general,
para poner en práctica las reformas de las instituciones de la Autoridad
Nacional Palestina pedidas por Israel y Estados Unidos.
En Israel, la prensa fue unánime y calificó
de derrota el asedio y la posterior retirada del ejército, que se
realizó sin que los palestinos cumplieran las condiciones exigidas
por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, de que se entregaran
los 20 hombres señalados como "terroristas", pero medios de prensa
aseguraron que lograron escapar.
No obstante, el principal negociador palestino, Saeb Erekat,
afirmó que el jefe de gobierno israelí está "decidido
a continuar la ocupación" pese al fin del asedio. "Todo indica que
Sharon está reforzando el bloqueo y el asedio, y que está
determinado a proseguir la ocupación y la destrucción", declaró
al término de una entrevista que sostuvo con el coordinador de la
ONU, Terje Roed-Larsen, y el enviado europeo a Medio Oriente, Miguel Angel
Morantinos.
Estimó que los esfuerzos internacionales que dieron
lugar al fin del asedio del cuartel general no son una solución
en sí mismos. "Fue una forma de aliviar la crisis, pero lo que necesitamos
es una verdadera solución para poner fin a la violencia de ambas
partes", dijo.
Desde Bruselas, los ministros del Exterior de la Unión
Europea expresaron su preocupación por la situación en Medio
Oriente. "Restringir la libertad de movimiento de los palestinos y de su
cúpula, y destruir su infraestructura, no contribuye a combatir
el terrorismo o resolver las preocupaciones de Israel por su seguridad",
señalaron tras condenar la última oleada de "violencia y
de terrorismo".
En Inglaterra, el ministro británico del Exterior,
Jack Straw, afirmó que se deben aplicar todas las resoluciones de
la ONU sobre el conflicto israelí-palestino, al considerar que el
derecho de los palestinos a un verdadero Estado independiente es indiscutible.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió
a las dos partes implicadas en el conflicto en Medio Oriente que tras la
retirada militar de Ramallah, ambas tienen que seguir cumpliendo los demás
puntos de la resolución 1435 del Consejo de Seguridad.