Para no quedar en la obsolescencia debe incrementar
50% su inversión en tecnología
Retrocede México en la generación de
nuevos conocimientos, advierte Gustavo Viniegra
El investigador de la UAM señaló que el
país podría caer en la eterna subordinación
CAROLINA GOMEZ MENA
Al plantear que en México se padece un "proceso
de involución" en cuanto a la relación existente entre la
economía y el conocimiento, el doctor Gustavo Viniegra González,
investigador del Departamento de Tecnología de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM), sostuvo que para evitar ahondar el rezago económico,
México debe, hacia finales del actual sexenio, haber logrado "incrementar
en 50 por ciento la inversión en ciencia y tecnología", y
remarcó que para aumentar el gasto en este rubro se requiere voluntad
política, tanto por parte del gobierno como del sector privado.
Aunque
lo ideal sería destinar 1 por ciento del producto interno bruto
(PIB) a este renglón y no el 0.4 actual, Viniegra advirtió
que tal vez llegar a 1 por ciento del PIB en las condiciones actuales no
sea lo más deseable, porque "ni siquiera tenemos los científicos
en quienes gastarlo".
Viniegra González, quien es colaborador de este
diario, consideró que con el propósito de "dejar de ser un
país maquilador para convertirse en uno generador de procesos tecnológicos,
se debe cambiar la visión del modelo económico". Esto en
razón de que "hasta ahora nos está costando más caro
ser un país maquilador; nos está costando no tener desarrollo
social".
El experto aseveró que saldría más
rentable "atraer capital de riesgo para financiar el desarrollo tecnológico,
que seguir trayéndolo para instalar fábricas con obreros
mal pagados que sólo ensamblan".
Y es que, en su opinión, ahora (antes de que los
cambios demográficos transformen la fisonomía poblacional)
hay que arriesgar, así como lo han hecho otras naciones, porque
"eso no promete más que ser maquiladores para siempre". Por ejemplo
-acotó-, "habría que empezar a destinar los escasos recursos
que se tienen a los empresarios que quieren invertir para desarrollar nuevos
procesos y productos".
Actualmente, al índice de investigación
y desarrollo experimental (IDE) se destina sólo 0.4 por ciento del
PIB, cuando la Organización de las Naciones Unidas señalaba
que a finales de la década de los 70 los países en desarrollo
debían incrementar el gasto en IDE y servicios científicos
y técnicos a 1 por ciento del PIB.
Las pretensiones de la actual administración es
que para 2006 la inversión en este rubro alcance el citado 1 por
ciento, lo cual significa que la cantidad de recursos para ciencia y tecnología
deben crecer de ahora hasta el 2006 en 5 por ciento al año. Mientras
que la visión hacia 2025 es que la inversión sea de 2 por
ciento del PIB. Si se logra esta meta, México sería una de
las 10 economías más importantes del mundo y sería
miembro de los 20 mejores países en ciencia y tecnología.
Pero como todo esto hasta ahora son sólo propósitos,
para el investigador lo que debe prevalecer es el realismo, y fijarse metas
"razonables", por lo cual al dictar una conferencia magistral durante la
clausura del seminario Agricultura y alimentación frente a los retos
tecnológicos del nuevo siglo, organizado por la UNAM, sugirió
que para empezar a elevar el nivel científico y tecnológico
del país "bastaría con duplicar el número de miembros
del Sistema Nacional de Investigadores; elevar 30 por ciento la inversión
privada (ahora es de 24 por ciento); duplicar los laboratorios industriales
de ciencia y tecnología que apenas son 10, y duplicar las empresas
de alta tecnología".
Según el investigador, salir del sopor científico
y tecnológico, y lograr traducir esto en prosperidad y fortaleza
económica basada en el desarrollo de conocimiento y tecnología
tomará por lo menos 20 años. Sin embargo, consideró
que aún con esta larga espera es necesario empezar ya a invertir
el ciencia y tecnología, si no México estará destinado
a la subordinación económica permanente, y a ser un importador
de conocimiento, en vez de un generador de saber.