ASTILLERO
Julio Hernández López
Legionarios y Amigos
El Opus Dei gana puntos frente a los Legionarios que
casaron a Vicentillo
Korrodi, de fiesta en Los Pinos, mientras ordenan aprehensiones
por el Pemexgate
LA BODA DE VICENTILLO no dio mucho de que hablar,
pues los padres de los contrayentes tuvieron la delicadeza de evitar que
una ceremonia de corte privado se convirtiera en escaparate político
o en asunto público. El padre del joven novio llegó incluso
al extremo de precisar, oficialmente, que los gastos del acontecimiento
familiar serían cubiertos de su peculio (aunque no se tiene mejor
testimonio que su palabra: por ejemplo, el recibo de honorarios de la Orquesta
del Ejército y la Fuerza Aérea, cuyos integrantes, de etiqueta
contrastante con la informalidad de los principales festejantes, amenizaron
la celebración en los jardines de Los Pinos, por los cuales, desde
luego, tampoco se sabe que se haya pagado renta alguna).
DOS
DETALLES DE esa intimidad, sin embargo, arrojan luz sobre temas públicos:
la filiación del sacerdote que ofició el sacramento matrimonial,
Santiago Pérez Santana, quien pertenece a los Legionarios de Cristo,
y la presencia de un amigo entre los amigos, el judicialmente acosado Lino
Korrodi. Ambos puntos tienen actualidad plena: casi el mismo día
(sólo hubo unas horas de diferencia) que un miembro de la congregación
del sacerdote Marcial Maciel posó sus plantas en Los Pinos para
oficiar una misa, en el Vaticano era declarado santo el fundador del Opus
Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer. Como es sabido, las dos
agrupaciones (legionarios y obra divina) mantienen una silenciosa competencia
por ganar presencia entre empresarios, políticos e intelectuales
e imponer sus particulares concepciones religiosas y políticas.
Hasta ahora, sobre todo por la ayuda de la señora Marta, los legionarios
han logrado colarse hasta la cocina presidencial, mientras el Opus Dei
se ha mantenido alejado de las cortinas palaciegas, distancia que ha permitido
a la Obra ser crítica y opositora de decisiones tomadas por el presidente
Fox, como la de casarse civilmente a pesar de no haber disuelto ni él
ni la señora Marta los vínculos matrimoniales religiosos
que ambos siguen teniendo con sus cónyuges originales, o la exhibición
de El crimen del padre Amaro, cinta contra la cual los segmentos
religiosos más intolerantes habían pedido censura. La elevación
a los altares del religioso español (todo un récord en cuanto
a rapidez para ser declarado santo: sólo 27 años desde su
muerte) concede una ventaja estratégica importantísima a
su congregación en el contexto de la política mexicana: no
sólo son muchísimos más los mexicanos asociados a
esa agrupación (miles de ellos viajaron a Roma para presenciar las
ceremonias de santificación encabezadas por el papa Juan Pablo II),
sino que ahora han recibido el máximo aval posible, mientras sus
competidores internos, los legionarios, se mantienen bajo la acusación
nunca suficientemente esclarecida de que su jefe espiritual, el sacerdote
Maciel, habría sucumbido a las tentaciones carnales frente a adolescentes
y jóvenes que luego lo han denunciado públicamente por esos
abusos sexuales.
LINO KORRODI, A su vez, departía este sábado
tranquilamente en Los Pinos, sin apremio ni preocupación alguna
por los enredos derivados de las indagaciones sobre las finanzas de los
Amigos de Fox, mientras un juez federal ordenaba la aprehensión
de ocho involucrados en el llamadoPemexgate, entre ellos cuatro
que fueron directivos del comité nacional priísta durante
la campaña de Francisco Labastida. La placidez de uno y las angustias
de los otros avivan las sospechas de que el Presidente de la República
protege a los suyos y persigue a los contrarios por motivaciones políticas
y electorales y, específicamente, que el tema de los Amigos de Fox
ha sido sustraído de la investigación judicial mediante presiones
a jueces y magistrados, a quienes se ha convencido de mantener los expedientes
de la agrupación amistosa en secreto, sin que se pueda comprobar
si se suministró dinero ilegal privado y extranjero a la precampaña
y la campaña del ex gobernador guanajuatense. Pieza clave de ese
entramado es justamente Korrodi, quien según los indicios que se
han dado a conocer elaboró sistemas de triangulación que,
al estilo usado por quienes lavan dinero, permitió tratar
de disfrazar el origen y el destino de fondos comprometedores. Toda esa
enjundia indagadora ha sido puesta en cambio al servicio de la persecución
de petroleros y priístas que habrían transferido fondos de
Pemex a las arcas del partido tricolor. El mismo presidente Fox
cometió la semana anterior el desliz de declarar públicamente
que "no hay elementos de comparación" entre los dos casos, pues
en uno se trata de dinero público y en el otro de fondos privados.
Tamaña insensatez pretende asentar que el elaborado financiamiento
proveniente de entidades privadas (como Enron u otras empresas internacionales
de asuntos energéticos, o el mismo dinero proveniente de la delincuencia
organizada) no haría tanto daño a los intereses patrios como
el cavernícola saqueo priísta del erario. También
subyace en esa postura presidencial la idea del lavado patriótico
de dinero: el del Pemexgate habría servido para mantener
otro sexenio de la dictadura priísta, mientras el de los Amigos
de Fox habría contribuido a instalar la democracia y el cambio político.
YA PARA TERMINAR, entérese de que el vocero
presidencial, Rodolfo Elizondo Torres, reconoció el pasado fin de
semana en Cuernavaca, donde fueron reunidos los coordinadores de comunicación
social de todas las oficinas del gobierno federal -a quienes Vicente Fox
dirigió un discurso conminándolos a trabajar en equipo-,
que la crítica de los medios al Presidente podría molestarle
a éste "en determinados momentos" en que no anda "de muy buen humor".
Decía Elizondo en entrevista: "bienvenida la crítica, mientras
sea propositiva, para eso estamos. Yo creo que los medios cumplen con una
gran labor al señalar los errores del gobierno". ¿Aunque
le moleste al Presidente?, preguntó algún reportero molestador,
y Elizondo contestó: "Yo creo que nos podrá molestar en determinados
momentos que no andamos de muy buen humor, pero finalmente es algo con
lo que ustedes tienen que cumplir..."