Se prevé que el Congreso brasileño
seguirá dominado por partidos de centroderecha
Avanzan candidatos del PT a gubernaturas
Comienzan hoy las negociaciones en los estados obligados
a ir a segunda vuelta
STELLA CALLONI ENVIADA
Sao Paulo, 6 de octubre. Como en el resto de Brasil,
esta ciudad, corazón económico y también considerada
capital política del mayor país latinoamericano, vivió
una jornada tranquila y apacible, salvo por la espera para saber si Luiz
Inacio Lula da Silva lograba la victoria en la primera vuelta, y por las
largas colas frente a algunos centros electorales.
También hubo plena calma en Río de Janeiro,
donde la violenta irrupción de los jefes del narcotráfico
en el proceso electoral, la semana pasada, llevó a que las tropas
federales y policiales tomaran literalmente la ciudad para prevenir eventuales
disturbios. Pero los cariocas salieron, como todo domingo, a las playas,
y los únicos problemas de la jornada en esa y otras ciudades vinieron
de la mano del nuevo sistema electrónico de votación.
Aunque
todo el mundo estaba pendiente de si Lula salía victorioso en primera
vuelta, en estos comicios también se eligieron 27 gobernadores,
mientras se renuevan la Cámara de Diputados y dos tercios del Senado.
Los primeros resultados revelaron un pronunciado aumento
de porcentajes para los candidatos a gobernadores del Partido de los Trabajadores
(PT), aumento que sin embargo no se reflejó en mayores porcentajes
para Lula.
En Sao Paulo y Río de Janeiro, la socialdemocracia
oficialista iría a segunda vuelta con el PT, mientras que en Río
el duelo será entre dos mujeres, Rosinha Matheus, esposa del candidato
presidencial An-thony Garontinho, y la actual gobernadora, la petista Benedita
da Silva. El reaparecido de estas elecciones, el ex presidente Fernando
Collor de Mello, quien derrotó a Lula en 1989 y salió del
poder tras un grave escándalo de corrupción, no logró
impedir la relección del gobernador de Alagoas, el socialista Roberto
Lessa.
Por lo pronto, este lunes comenzarán rondas de
negociaciones en todos los estados obligados a ir a segundo turno, y ya
se dibujan nuevas alianzas, mientras se prevé que el Congreso continuará
dominado por los partidos de centroderecha, aun cuando la izquierda gane
nuevos escaños.
Quienes estaban enojados por no haberse forjado una alianza
con Lula eran algunos seguidores de Ciro Gomes, el centroizquierdista,
cuarto en la votación,y que incluso su principal asesor económico
había llamado a apoyar al ex obrero metalúrgico, para que
éste llegara cómodamente en el primer turno.
También se comentaban aquí las sorpresas
de parte de los mercados, que en las últimas horas dieron algunas
señales: el índice riesgo-país descendió la
víspera, el banco de inversiones estadunidense Merril Lynch recomendó
la compra de títulos brasileños y el dólar descendió,
lo que calmó las aguas.
Pero se teme que el ambiente siga volátil ante
la los temores que genera una segunda vuelta, con el desgaste de otras
tres semanas de campaña y por ello de indefiniciones. El propio
presidente del Banco Central, Arminio Fraga, admitió que la calma
volverá sólo cuando el país tenga un presidente electo.
A nadie escapa que tres semanas más de campaña
significan un esfuerzo demasiado grande ante las urgencias que tiene Brasil,
cuando nadie duda de lo que parece la inevitable llegada de Lula al gobierno,
cuando tiene más de 20 puntos de ventaja sobre su inmediato rival.
Las segundas vueltas en Brasil son producto de negociaciones
y también han dado lugar a maniobras. Pero el presidente del PT,
José Dirceu, el articulador de la política que llevó
a Lula al primer lugar, ya había adelantado que el PT trabaja para
esta segunda campaña, que comienza este mismo lunes.