Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 20 de octubre de 2002
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Sociedad y Justicia
El objetivo es ir ajustando los incrementos al ritmo de la inflación, dice el titular del organismo

La contención salarial, palanca del equilibrio económico: CNSM

En cualquier caso, el mínimo "no es justo, ético, equitativo y menos constitucional", reconoce

Durante el periodo de Vicente Fox ha logrado una recuperación "modesta", de 2.97 por ciento

FABIOLA MARTINEZ

La contención salarial continuará como palanca del equilibrio económico. Al menos en este sexenio no habrá bandazos ni cambio de rumbo: el objetivo es reducir paulatinamente los aumentos al ritmo de la inflación y lograr que en el corto plazo el salario mínimo se revise cada dos años.

Cifras oficiales muestran que en México 1.5 millones de trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ganan el salario mínimo, esto es, alrededor de 40 pesos diarios, aunque millones más, ocupados en el subempleo, perciben esa cantidad o menos con la que se puede adquirir sólo una cuarta parte de los productos de la canasta básica.

En cualquier caso, el salario mínimo -punto de partida del resto de los salarios del país- "no es ético, justo, equitativo y menos constitucional", reconoce Basilio González Núñez, presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM), en la víspera de que comience un nuevo proceso de revisión del minisalario.

Sin embargo, ataja, el aumento a este indicador definitivamente no se fijará por decreto, porque daría al traste no sólo con las previsiones inflacionarias sino con las fuentes de empleo y las expectativas de crecimiento económico.

"Si el incremento fuera una decisión política, los gobernantes y los partidos tendrían un electorado feliz, pero al año siguiente la mayoría de los negocios que existen en México, casi todos microunidades, recortarían personal o quebrarían", aseguró.

En entrevista con La Jornada, el titular de la CNSM desde 1990 hizo un balance de la política salarial de nuestro país en los últimos años y concluyó que la única alternativa es fijar el aumento a los salarios, en especial los mínimos, con estricto apego a las previsiones inflacionarias y a los niveles de producción y crecimiento, entre otros indicadores económicos.

Desechan otras propuestas

A la zaga quedarán las propuestas de académicos y de algunos dirigentes sindicales que proponen aumentos sustantivos -varios puntos por arriba de la inflación- como método para reactivar el mercado interno, el consumo y, en consecuencia, el nivel de vida de la población.

De acuerdo con la CNSM, de 1976 al año 2000 el salario mínimo registró una pérdida en el poder adquisitivo de 75 por ciento, cifra corroborada por los estudios de académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad Obrera.

Sin embargo, las estadísticas empiezan a diferir tras el análisis de los dos últimos años. Por ejemplo, Luis Lozano, de la Facultad de Economía, quien ha dado seguimiento a la evolución del salario mínimo desde la década de los 70, asegura que de 1976 a la fecha este indicador reporta una caída acumulada de 86 por ciento.

La CNSM afirma que de diciembre de 2000 a septiembre de 2002, periodo de gobierno del presidente Vicente Fox Quesada, el minisalario logró detener su caída e incluso registra por primera ocasión desde 1976 una recuperación "modesta, no espectacular pero real" de 2.97 por ciento, en promedio.

Además, a partir de esa fecha los aumentos han sido superiores a la inflación. A saber: en el año 2000 la inflación cerró en 4 por ciento y el promedio del incremento fue de 6.99; para 2001 la relación fue de 4.5 por ciento contra 5.78, respectivamente.

En los datos anteriores sustentan sus perspectivas de avance los ideólogos de la política laboral de la actual administración con el fin de alcanzar una paulatina recuperación. El país está dividido en tres zonas económicas, por lo que los trabajadores del área C obtendrán en los próximos años aumentos mayores a fin de "irse emparejando" con los de la zona A, de "vida cara".

Por ejemplo, en Tapachula, Chiapas (zona C), el salario mínimo registró una recuperación "real" de 11.01 por ciento en el último año, según los datos oficiales; ello porque en ese municipio se concedió un aumento superior a la inflación esperada al cierre de este año.

Con esa lógica, la perspectiva del gobierno -revelaron fuentes de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social- es llegar a inflación cero y estar en posibilidad de revisar los salarios mínimos de forma bianual, tal como ocurrió antes de 1973.

Un objetivo, revisiones bianuales

Al respecto, González Núñez se muestra prudente y aclara que ello sólo será viable cuando sean altamente positivos y "reales" los pronósticos de crecimiento económico, productividad, comportamiento del empleo, mercado interno, tipo de cambio y balanza comercial, entre otros.

"El día en que no tengamos duda de una inflación baja durante uno, dos o tres años, entonces sí habría un panorama salarial diferente. En el periodo 1999-2000 la recuperación fue posible gracias al mercado, que jaló a los salarios en automático... Ojalá lográramos revisiones bianuales o en periodos más amplios, porque ello significaría una economía desarrollada", manifestó.

Mientras tanto, el titular de la CNSM defiende sin cortapisas la disciplina con la que habrán de fijarse los aumentos y la existencia del propio salario mínimo, factor que ha sido calificado por sus críticos de obsoleto, medida para cobrar multas e incluso como una entelequia.

El objetivo prioritario es atender a los millones de trabajadores que no cuentan con un empleo formal y que encuentran en el minisalario -agrega- un piso mínimo de sueldo, toda vez que el índice de sindicalización en el país se encuentra por debajo de 20 por ciento.

El próximo mes la CNSM presentará un perfil sin precedente -elaborado con base en datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la Secretaría del Trabajo y la propia comisión- de las condiciones económicas y sociales de los trabajadores que perciben salario mínimo (13 por ciento de los asegurados en el IMSS), pero sobre todo se precisará cuántos mexicanos subempleados también se encuentran en ese nivel.

Casi de manera simultánea los representantes de trabajadores y empresarios que mantienen un lugar en la CNSM desde hace varios lustros, presentarán por escrito sus propuestas de incremento para 2003, y se instalarán en sesión permanente a partir del 1º de diciembre, en que se esperan, afirmó González, "debates muy intensos".

Seguramente, como ocurrió en años anteriores, los nueve representantes obreros solicitarán un incremento mucho mayor al que están dispuestos a otorgar los nueve del empresarial, quienes suelen coincidir con la política laboral del gobierno en turno o viceversa.

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