CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Giuliani, Ebrard, IP...
UNO LLEGA A la ciudad después de algunos días de vagancia y la encuentra más perdida que de costumbre. La noticia es que el jefe de la policía capitalina, Marcelo Ebrard, admitió su incapacidad para brindar seguridad a los habitantes de la capital del país.
EN EL SUPUESTO imaginario de lograr avances estadísticos inmediatos en la materia, el primer policía de la ciudad echó mano de la solución más fácil: la represión, para conciliar sus intereses con los de los demandantes y cada vez más belicosos miembros de la iniciativa privada.
PARA TAL FIN, qué mejor que uno de los mas avezados gatilleros de George W. Bush -el más importante amigo de Fox-: Rudolph Giuliani, el operador de la Cero tolerancia, cuyo fin es restituir la tranquilidad a los señores del dinero y crear una barrera de violencia institucional o represión, como a usted mejor le parezca, en contra de quienes en algún momento puedan delinquir por falta de oportunidades para sobrevivir en forma civilizada.
ESO ES EN el fondo lo que el señor Giuliani supo hacer en la ciudad de Nueva York. Y si por ahí los índices de delincuencia se abaten, qué mejor. Esa es la solución que el Gobierno del DF pretende como respuesta.
EN ESTO LO menos importante es lo que cobrará este señor de mano dura y medias de seda, porque la tranquilidad de quienes se dice van a pagar los servicios del verdugo no tiene precio.
ENTONCES AQUELLO DE que la inseguridad era fruto de las políticas económicas y sociales fallidas de los gobiernos del neoliberalismo -como el que vivimos desde hace dos décadas- fueron dardos de provocación en contra del gobierno de Vicente Fox que no nacieron, cuando menos así parece, de la convicción ideológica de López Obrador.
PERO MAS ALLA de los "consejos" del señor Giuliani y el futuro de represión que espera a la ciudad, subyace en el asunto la cosa política, ese botón virtual que convierte a quien la ejerce en víctima del pragmatismo en el que los valores ideológicos y la experiencia histórica son activos cuyo grado de utilidad es inconveniente en las luchas por el poder.
LA SATISFACCION AL problema se trazó desde principios de esta administración: empleo, seguridad social y educación como los ejes que solventarían el gran conflicto y, para ello: dinero e inversiones que deberían salir de los bolsillos de los que más tienen y que se niegan a arriesgar sus cuantiosas ganancias en crear un ámbito de justicia social.
TENDRIAN QUE SER ellos, los del Consejo Coordinador Empresarial, los de la Coparmex y otros miembros de los sindicatos del dinero que antes que invertir y crear una red de protección social prefieren la represión y el terror, como antes dije, institucionalizado, para solventar el problema.
TODOS ESTOS "HOMBRES de negocios", los amigos de Marcelo Ebrard, han fracasado como empresarios y eso se demuestra todos los días en la ruina del sistema económico del país y ahora incursionan en la política para limpiar sus pecados de incapacidad con medidas de fuerza.
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