Los mecanismos de cooperación no resuelven los problemas internos, señalan
Organizaciones campesinas piden que en APEC se discuta la situación del agro
Expresan la importancia de llevar oportunidades de negocios y apertura al campo
VICTOR BALLINAS
La presidenta del Congreso Agrario Permanente (CAP), Guadalupe Martínez, manifestó la postura de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), ante la reunión de APEC, para que ahí se aborden los problemas de migración y la situación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) "que nos preocupa porque Estados Unidos está viendo con desdén lo que va ocurrir a los productores mexicanos con la apertura comercial el próximo año para 20 productos".
Asimismo, Sergio Ramírez, presidente de la Confederación Nacional Agronómica, organización que agrupa a los ingenieros agrónomos de México, destacó que la problemática que están viviendo los sectores agropecuario y forestal es preocupante, ya que la liberación de 20 productos el próximo año, así como la Ley Agrícola de Estados Unidos, hacen ver que en aquel país habrá mayor producción de granos y algodón, y el efecto inmediato será la disminución en los precios de estos productos.
Debido a que en México también existen los mismos productos que se liberarán, la situación nacional será delicada y difícil; por ello, explicó, nos sumamos al CAP y a la Confederación Nacional Campesina (CNC) para hacer un frente de defensa ante las situaciones injustas que esa relación comercial dispar generará, y para que se instrumenten esquemas financieros, de operación y regulación que eviten esa asimetría y promuevan una competencia equilibrada.
Por su parte, Rafael Galindo, de la Central Campesina Independiente (CCI), manifestó que hay inquietud en las organizaciones campesinas por la crisis acumulada en los últimos años, y sobre todo por la Ley Agrícola de Estados Unidos, y los irrisorios presupuestos para el campo mexicano.
Por ello, añadió, vemos que organismos como la Organización Mundial de Comercio (OMC), la OCDE y el Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico, no están incidiendo en la resolución de los problemas internos, sobre todo en lo que se refiere a la crisis del campo, porque además las grandes potencias no respetan los acuerdos comerciales alcanzados, como el de
la OMC en el que Estados Unidos se
comprometió a reducir gradualmente los subsidios al campo, y cuatro meses después aplicó una ley que incrementa en más de 40 por ciento los subsidios a sus agricultores.
Galindo sostuvo que los organismos que regulan esas relaciones comerciales "no están beneficiando a los países en desarrollo y a veces hasta sentimos que son reuniones de control o donde las grandes potencias imponen sus políticas y decisiones. Parecen más reuniones de diplomacia internacional que de regulación".
Con la Unión Europea la situación es distinta, "ahí sí hay una gran solidaridad; los grandes países, han aportado recursos para que los más pequeños tengan desarrollo, pero esta reciprocidad no se da en el TLCAN, por eso preocupa, pues creemos que se está poniendo en riesgo la gobernabilidad".
Por su parte, el presidente de la Comisión de Agricultura del Consejo Político Nacional del PRI, Hugo Andrés Araujo, destacó que esta situación de contrastes debe formar parte de la agenda de la reunión de Los Cabos, pues el presidente Fox debe saber que nos preocupa la crisis del campo y nos interesa que el tema no salga de la agenda.
"Para nosotros la discusión sobre oportunidades de negocios, sobre fórmulas de apertura, es muy relevante". Lo importante es que sólo maíz, frijol y leche están protegidos tres años, el resto de los productos tendrán que enfrentar una competencia desventajosa, que hoy se ve fortalecida en Estados Unidos.
Finalmente, Cruz López Aguilar de la CNC, destacó que de continuar la apertura comercial y no hacerse cambios al TLCAN, se verán afectados 3.5 millones de productores, porque en lo que se refiere a granos, oleaginosas y forrajes, afecta a 66 por ciento de la producción nacional.