BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife-Rahme

Cumbre del rancho Crawford: ƑNorcorea por Taiwán?

Hombres de negocios de China y EU firmaron en NY contratos por 4.7 mil millones de dólares

El tiempo corre contra Taiwán

SIN RUBOR, EL PORTAVOZ oficioso de la cancillería francesa, Le Monde (26/10/02), titula: "Irak: George Bush dice haber recibido el 'apoyo' de China", lo cual no es nada descabellado. Los franceses andan bravos y no pierden el tiempo en nimiedades cuando el mundo está a punto de ser transformado por la "guerra preventiva" contra Bagdad, que conlleva ineluctablemente a la balcanización del Medio Oriente por el "nuevo orden (sic) neoimperial unilateral texano" de la petrocracia del eje Houston-Londres. Después de haber adoptado en la "cumbre de la francofonía" de Beirut, a la que asistieron más de 50 países, el Plan de Paz saudita del príncipe Abdalá, anatema para la dupla Bush-Sharon, el gobierno del neogaullista Chirac ha chocado (apuntalado en la retaguardia por Rusia) con el proyecto de resolución "unilateral" del equipo Bush, que pregona la guerra "automática" del gatillo texano.

LOS ANGLOSAJONES RESPONDEN en forma sanguinaria y William Rees-Mogg, quien funge como portavoz oficioso de los intereses de la Casa Real británica, después de advertir que la guerra contra Irak se encuentra muy cercana ("alrededor de Navidad", gracias a las indiscreciones del encuestador Dick Morris, quien también asesora al presidente Fox), desdeña a Francia que "cesó de ser una gran potencia después de 1870"(Times, 21/10/02)

AL QUERER EXORCIZAR A Saddam Hussein, Baby Bush acabó en forma grotesca por aislarse a sí mismo del orden internacional y ha tenido que diluir su vino, como dicen en París. Patrick Jarreau, corresponsal del rotativo parisino en Washington, recuerda en forma sarcástica que hace 19 meses el equipo Bush se había enfrascado en un conflicto diplomático con China, después de la captura de un avión espía estadunidense y del derribo de un Mig chino, por lo que Bush tuvo que pedir disculpas. Los atentados terroristas del 11 de septiembre transformaron las relaciones bilaterales entre Washington y Beijing (el Times de Londres nos alecciona en su editorial del 21 de octubre, que existe entre ambos "una colaboración en servicios de inteligencia sin precedentes sobre las actividades de grupos extremistas"), como sucedió entre Washington-Moscú, que ahora parecen haberse distanciado y cuyo espejo de relación luce bastante opaco en el Transcaúcaso, zona muy preciada por Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional con fuertes intereses petroleros en la región.

CURIOSAMENTE, EN LA conferencia de prensa del rancho Crawford, Texas, el único que llevó la batuta fue el presidente Bush, quien en su monólogo peroró sobre una "postura común" con China, lo cual enfatizó con el eufemismo de la "desnuclearización de la península coreana", mientras el presidente saliente Jiang Zemin guardaba sepulcral silencio frente a temas candentes como la propia guerra contra Irak y el contencioso nuclear con Corea del Norte. No pasó inadvertido que Zemin haya sido invitado a una cena en Houston por el padre del actual presidente.

EU PROSCRIBIO como "terroristas" a los secesionistas uigures del este del viejo Turkestán: Richard Armitage, el subsecretario de Estado, sacrificó a los uigures (de raza mongólica) islámicos secesionistas de Xinjiang (16 millones, de los cuales la mitad son uigures, asentados en un territorio inmenso de más de 1.6 millones de kms²), la rica provincia occidental de China en petróleo y uranio, lo cual a su vez estimuló la comprensión china hacia la postura de EU en su guerra contra Irak. En el límite de la tolerancia, aun se entendería que China califique a los uigures islámicos de "terroristas". Pero sabrá Dios qué le hicieron, primero, los uigures islámicos a EU y, luego, qué hayan hecho peor que los independentistas de George Washington hayan emprendido contra Gran Bretaña para ser considerados tan feo. Tal transformación semántica del léxico cabalístico del equipo Bush no opera aún en el Transcáucaso en lo que se refiere a los secesionistas de Chechenia (pletórica en petróleo con alrededor de 1.5 millones de habitantes en cerca de 10 mil kms²) y, sobre todo, a los islámicos de Daguestán (2 millones en más de 500 mil kms²), una provincia islámica de Rusia que le proporciona la mayor parte de su litoral en el mar Caspio, la tercera reserva mundial de petróleo.

EL TRUEQUE DE IRAK por Xinjiang ya se había gestado entre Bush y Zemin y la visita del presidente saliente chino al rancho texano de Crawford parece haber sellado un nuevo trueque: Taiwán por Norcorea, lo cual tiene mucha lógica o, mejor dicho, mucha geopolítica.

MENOS DE UNA SEMANA antes de la cumbre de Crawford, los hombres de negocios de China y de EU firmaron en una ceremonia en Nueva York contratos por 4 mil 700 millones de dólares, lo cual fue bautizado por los medios como el "regalo" de Zemin, previo a su encuentro con Baby Bush. China, la matriz de la manufactura global por sus bajísimos costos, conoce las vulnerabilidades sicológicas de la codicia de EU por lo que el "regalo" engloba energía, petroquímica, manufactura, telecomunicaciones y alcohol, que beneficia a las empresas de EU, como a la petrolera Exxon-Mobil, con sede en Texas, Motorola, Lucent Tech., Moltech y Anheuser-Busch. Pero el "regalo" más seductor fue por 3 mil millones de dólares de Exxon-Mobil (la debilidad energética de la dupla Bush-Cheney) para una participación de 25 por ciento en una refinería y una planta de etileno en la provincia de Fujian, lo que adelanta otros acuerdos energéticos con los que también saldrá beneficiada la petrolera Chevron-Texaco, la otra debilidad de la amazona Condi Rice.

A LA USANZA NEOLIBERAL, EU ha "dejado hacer y dejado pasar" un creciente déficit comercial con China (83 mil millones de dólares para 2001), que desplazó a Japón, y que lo ha colocado como el primer receptor de "inversiones extranjeras directas", por encima del propio EU.

AL UNISONO DEL SACRIFICIO de los uigures islámicos por el equipo Bush, el gobierno chino, milenariamente mucho más pragmático que todos los gobiernos juntos de EU desde hace más de 200 años, proclamó una serie de "regulaciones" para la exportación de tecnología, químicos, agentes biológicos y equipo de "uso dual" (incluidos misiles), susceptibles de caer en manos "terroristas", lo que extasió al equipo Bush y su política sobre la no proliferación de armas de destrucción masiva.

UNA NOTA MUY INTERESANTE de Reuters (25/10/02) titula que "Bush no apoya la independencia de Taiwán", lo cual, en caso de ser cierto, trastocaría radicalmente la geopolítica en el noreste asiático y, en particular, en el estrecho de Taiwán: Bush se adhiere así a la política de "una sola China" y se pronuncia por su solución "pacífica" (šquién lo hubiera dicho!). Después de enumerar la profunda cercanía personal y militar con los dirigentes de Taiwán durante los 22 meses de la administración Bush (recibieron a su primera dama y al ministro de Defensa lo llevaron al Pentágono y con Jeb a Florida) al grado de que Bush llegó a proferir que EU "haría lo necesario" para proteger a la isla. Reuters refiere en forma punzante que "Bush no repitió tal promesa en su conferencia de prensa conjunta" en Crawford. En la época de tratativas bajo la mesa, lo único que pudo haber hecho variar a Baby Bush de su "lealtad" hacia Taiwán es precisamente la desnuclearización de Norcorea, que al parecer le fue encargada al cuidado de China. Habría que profundizar que la realidad geoeconómica de Taiwán se había vuelto muy costosa de mantener cuando el modelo globalizador se vino a pique y arrastró a Taipei, que depende en forma dramática de la exportación de "chips" de la Tecnología de la Información" (TI) a EU. El desplome del índice tecnológico Nasdaq perjudicó a Taiwán (como a Israel), que ya había sido vapuleada por el efecto dragón en 1997; en ambos casos China había salido airoso y hoy es la "economía fenomenal", como la califica el muy solvente Stephen Roach, con un crecimiento de 8 por ciento, mientras Taipei padece su peor recesión, sin visos de recuperación, desde que los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron en la isla. Que China haya desplazado del tercer lugar a Taiwán, detrás de EU y Japón, de la producción mundial de la TI lo expone en forma diáfana. Antes de rescatar a Taipei, Bush tendría que salvar la economía de EU.

NO SOLO TAIWAN se vuelve desechable, sino que ahora es la oportunidad dorada de trocarlo a un óptimo precio: el proyecto nuclear de Norcorea (con prolongación hasta Pakistán e Irán, entre otros), lo cual no es tan sencillo como en forma simplista piensan los estrategas de Washington al pretender dejar a Pyongyang bajo la tutela china; falta el juego de Rusia que no anda muy contento con los mercantilistas de la petrocracia de Houston, que todo lo vende y compra.

A LOS DOS LADOS DEL ESTRECHO de Taiwán, la debacle de la globalización y la realidad geoeconómica han acercado las economías de Taipei y Beijing. Incluso en la exportación de "chips" de China, los inversionistas de Taiwán participan con un respetable porcentaje gracias a su "triangulación" vía Hong Kong, cuando no por medio de los paraísos fiscales británicos de las Islas Caimán y las Islas Vírgenes. En paralelo, la doctrina de los "Tres Representantes" de Jiang Zemin, que incorpora en forma insólita al sector capitalista en el politburó del Partido Comunista, ha ayudado a promover las inversiones de la "diáspora" china. Justamente el "circuito étnico chino", que posee alrededor de 1.2 billones en dólares y bonos del Tesoro de EU, ha impedido el desplome del dolarcentrismo frente al ascenso del euro, que por lo visto es la divisa enemiga a vencer en la guerra contra Irak.

JOHN PROMFET, del Washington Post ("China abraza una política exterior más moderada", 24/10/02), señala una frase que profiere un académico y diplomático chino a quien no identifica: "el tiempo se encuentra del lado de China". Le faltó agregar que el tiempo corre en contra de Taiwán que apostó su destino, primero, en la globalización y, luego, en los mercaderes de la petrocracia de Houston que todo lo venden y todo lo compran. Pero lo que nadie está diciendo es que China crece gracias a su "economía mixta" muy regulada (con control de cambios), donde el Estado juega un papel primordial de brújula nacional y aporta 80 por ciento de las inversiones en infraestructura. Además que los chinos son muy ahorrativos, a diferencia de los anglosajones de la petrocracia que dilapidaron su futuro que los alcanzó antes de tiempo, por lo que todo lo venden y todo lo compran al encontrarse empeñados y empañados con deudas impagables.