Elio Masferrer, antropólogo de la ENAH y especialista en cuestiones de fe
El foxismo "no difiere mucho" de los regímenes priístas en materia religiosa
Preocupa a la Iglesia católica que no la identifiquen con ningún gobierno, asegura
JOSE ANTONIO ROMAN
Luego de las reformas constitucionales en materia religiosa hace 10 años, México vive todavía un "periodo de transición" en el que está pendiente la definición de las nuevas características de las relaciones entre el Estado y las iglesias, considera el antropólogo y especialista en materia religiosa Elio Masferrer Khan, quien señala que en este tema no hay mucha diferencia entre el gobierno del presidente Fox y los anteriores surgidos del PRI. Incluso, expresa, se puede hablar de cierta continuidad.
Pero en la presunta cercanía entre el gobierno del presidente Vicente Fox y la Iglesia católica es ésta la más "interesada" y "preocupada" por marcar con mucha claridad un deslinde y no ser identificada con ningún gobierno, en este caso surgido de las filas del Partido Acción Nacional.
En entrevista con La Jornada, el investigador de tiempo completo en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y especialista en temas religiosos habla de la presencia de las iglesias en los medios de comunicación electrónicos, principalmente la radio; de los cambios en las formas de desarrollo de la espiritualidad en la sociedad mexicana, y del proceso que ha vivido la Iglesia católica que en las últimas décadas ha pasado de institución vencida en una guerra -la cristera- a reconocida por la ley.
"Etapa de ajuste"
Desde el punto de vista antropológico, señala, los cambios constitucionales que reconocieron la personalidad jurídica a las iglesias y derechos políticos parciales a los ministros de culto, ocurrieron en 1979, con la primera visita del papa Juan Pablo II a México. En esa ocasión se presentó claramente una realidad que ya no podía ocultarse en el país. Millones de mexicanos vieron en las calles al pontífice y no se respetaron muchas leyes en esta materia, que prohibían, por ejemplo, que los ministros de culto transitaran en la vía pública con vestimenta religiosa. Incluso, el Papa ofició una misa en la residencia oficial de Los Pinos.
En realidad en ese momento se cambió la ley desde la perspectiva antropológica; lo que vino después fue un proceso que se agotó en 1992, con las reformas constitucionales impulsadas por el presidente Carlos Salinas de Gortari. Podría decirse que desde entonces el país vive "una etapa de ajuste, de transición", en la que la sociedad mexicana debe definir el nuevo modelo que regirá las relaciones entre el Estado y las iglesias.
Señala que en esta redefinición se enmarca la propuesta del gobierno foxista de que las iglesias o asociaciones religiosas puedan poseer medios de comunicación electrónicos. Sin embargo, afirma que, de aprobarse esta norma legal, sólo reglamentaría lo que es una realidad en el país: la fuerte y creciente presencia de las iglesias en los medios electrónicos, principalmente la radio.
"ƑCuál es la diferencia entre estar en los medios y tenerlos?", se preguntó el antropólogo e historiador, al señalar que basta desplazarse en el cuadrante radiofónico para hallar múltiples programas con contenido ético-religioso de las más diversas iglesias.
Destaca que en la mayoría de los estados los obispos católicos, por ejemplo, poseen un programa radial y sus mensajes dominicales son transmitidos por la misma vía, como el caso del arzobispo primado de México, Norberto Rivera. Pero también hay una variedad de iglesias, sobre todo las evangélicas, que producen programas propios y compran el tiempo radiofónico para su transmisión.
En los hechos -insiste-, sin poseerlos, las iglesias están en los medios electrónicos, como ocurre en casi todos los países de América Latina. Incluso plantea la posibilidad de que algunas asociaciones religiosas ni siquiera tengan el deseo de convertirse en concesionarios, pues la administración de un canal de televisión o una estación de radio no es sencilla; se requieren no pocos recursos económicos.
Sin embargo, considera que el reconocimiento legal de que las iglesias posean medios de comunicación traerá cambios en los liderazgos en las organizaciones religiosas, pues no todos los líderes ministros de culto tienen el carisma necesario para ingresar en los medios electrónicos. Así, es probable que haya predicadores para televisión y otros para radio, así como los hay ahora para medios impresos y otros para pequeños grupos. Este proceso, añade, podría generar cambios en los liderazgos de las iglesias.
Reconoce también el crecimiento que en general han presentado las iglesias evangélicas desde hace varias décadas, fenómeno generado en parte por lo que algunos antropólogos han identificado como la modificación en las formas del desarrollo de la espiritualidad que, en explicación sencilla, es el cambio de religión o de creencias de un sujeto hacia alguna iglesia o grupo religioso que lo satisfaga en este tipo de necesidades.
Sobre este punto advierte que no todos los grupos evangélicos han crecido igualmente, pues algunas iglesias se han adecuado más rápidamente a las necesidades del individuo y de la sociedad mexicana, con un "discurso pertinente". Esto se ha dado también en la Iglesia católica, en la que se han fortalecido los grupos que atienden con ciertas características las necesidades de la persona.
Así, en el primer caso están las iglesias evangélicas neopentecostales, mientras que en el segundo se ubican los grupos católicos identificados como carismáticos, ambos marcados con un mensaje y una acción dinámica en las prácticas religiosas.
Para Masferrer, el discurso de algunos obispos católicos y estudiosos del tema religioso sobre la presencia de un creciente fenómeno de secularización -que se ha dado en Europa- no es tan exacto en el caso mexicano, pues lo que ha ocurrido no es la pérdida del sentido religioso, sino una modificación en los patrones que satisfacen las necesidades del individuo.
El experto resta importancia al beso del presidente Fox al anillo papal en la reciente visita de Juan Pablo II. Pide analizar el hecho no sólo desde la perspectiva de la inmediatez, sino observarlo en un plazo más amplio y darle su verdadera dimensión. Expresa que el jefe del Poder Ejecutivo en turno no es distinto a los presidentes mexicanos anteriores.
Añade que, como Fox, fueron muchos los presidentes priístas que en campaña se reunieron con los jerarcas eclesiásticos. Luis Echeverría se fundió en un abrazo con el obispo Sergio Méndez Arceo; José López Portillo permitió que el Papa oficiara en Los Pinos, y Salinas se reunió hasta dos y tres veces con los obispos durante su campaña, además de que los invitó a su toma de posesión, hecho histórico hasta ese momento.
Zedillo se reunió no pocas veces con la jerarquía eclesiástica y hasta inauguró los constantes encuentros entre los miembros de su gabinete con el pleno de la Conferencia del Episcopado Mexicano, acción que por cierto el actual presidente Fox ha continuado. Es decir, Fox no es distinto a los demás, asienta Elio Masferrer.
Además, si bien hay un presidente abiertamente católico, ese mismo individuo está divorciado y casado en segundas nupcias, situación que la Iglesia católica tiene como "irregular", y los católicos lo acusan de no haber impedido la exhibición de la película El crimen del padre Amaro.
Finalmente, sobre la exigencia de la Iglesia católica de impartir educación religiosa en las escuelas públicas, el especialista advierte que es un tema sumamente polémico, pero en el caso de España, donde sí se imparte, no le ha ido bien a la Iglesia, pues -recordó- el número de personas que se declaran católicas se ha visto reducido, según los censos de población.