Ofrecer mayor seguridad y propiciar mayor estabilidad mundial, los objetivos, señala
Plantea Fox poner un ''dique'' a las acciones unilaterales de EU
Ante la Asamblea Nacional de la República Francesa, el mandatario mexicano llama a evitar que Washington tenga la tentación de actuar internacionalmente sin cortapisas ni equilibrios
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Paris, 14 de noviembre. El presidente Vicente Fox se manifestó por construir un nuevo orden internacional que sea capaz de evitar que Estados Unidos tenga la ''tentación'' de actuar de ''manera unilateral, sin cortapisas ni equilibrios''. Indicó que la estadunidense ''es una gran nación que ha hecho invaluables aportaciones a la comunidad internacional'', pero resulta ''imperativo persuadirla'' para que se sume a la acción colectiva y sea partícipe ''del nuevo sistema internacional basado en normas universales, pues de otro modo ese sistema jamás tendrá vigencia plena''.
Ante la Asamblea Nacional de la República Francesa, que lo recibió en sesión solemne -convirtiéndose en el primer mandatario mexicano y de América Latina en recibir esa distinción, aun sin ser ésta una visita de Estado-, Fox Quesada tejió un discurso en el que, de manera inopinada, marcó distancia de Washington, a cuya política internacional pidió poner ''un dique'', que ofrezca seguridad a todos los países y propicie una mayor estabilidad en el mundo.
Hoy, el encuentro con Chirac
El Presidente de México llegó la noche del miércoles a París, y hoy inició una gira oficial de trabajo de dos días, que incluirá este viernes sendos encuentros con el presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro Jean-Pierre Raffarin.
Temprano, se reunió en privado con el presidente de la Convención Europea, Valery Giscard d'Estaing, y posteriormente se trasladó al edificio de Lassay, sede de la Asamblea Nacional, donde fue recibido por su presidente, Jean Louis Debrè, quien reconoció la contribución del gobierno de Fox ''a la concepción de un orden internacional multilateral, respetuoso de los principios de la Carta de las Naciones Unidas y de un orden internacional que lleve la marca de la aceptación del pluralismo político y de las diversidades culturales, que son las dos facetas indisolubles de un mundo realmente libre''.
Desde el inicio de su discurso, Fox planteó ''la aspiración'' de su gobierno de ''desarrollar un diálogo constructivo'' con el parlamento francés, ''que tanto ha contribuido al fortalecimiento de la paz y el desarrollo en el mundo''.
Y tras exponer los cambios que ha habido en México, a raíz de su entrada en el gobierno, pasó al plano internacional, donde ''lo que mi país puede ejercer por medio de su diplomacia se deriva de la atracción que nuestra sociedad y nuestra cultura despiertan en otros pueblos, de la autoridad moral que hemos construido a través del tiempo y, particularmente, por este periodo de renovación democrática y vitalidad cultural (y que) también se nutre del compromiso de México con los valores universales''.
Consideró que al proyectar esos factores de manera consciente y deliberada hacia el resto del mundo, ''nos ha conferido una nueva imagen y un nuevo margen de acción de eso que se llama ahora poder suave, concepto que para ustedes (los franceses) no resulta desconocido''.
Llegó entonces al tema de Irak y la reciente resolución que adoptó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que detuvo, por lo pronto, un ataque estadunidense contra el país asiático.
Ahí, como en la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, y en la resolución de las Naciones Unidas sobre la Corte Penal Internacional de Roma (a la que Washington también se opone), México y Francia ''han confirmado esa comunidad de valores y propósitos'' internacionales, destacó Fox.
''Sostenemos que todos los miembros de Naciones Unidas deben acatar las resoluciones del Consejo de Seguridad. Ni Irak ni ningún otro país pueden ser la excepción. Los inspectores de la ONU deben regresar para verificar que no haya producción, almacenamiento ni capacidad de transporte militar de armas de destrucción masiva''.
Sin embargo, subrayó que cualquier acción en contra de Irak, por incumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad, ''debe hacerse con base en los informes que los inspectores de armas presenten al secretario general y éste, a su vez, al Consejo de Seguridad''.
Agregó que ''México está convencido de que la acción de uno o varios países sin consenso de la comunidad internacional dañaría la credibilidad y la capacidad de acción del sistema de Naciones Unidas, y por eso apoyamos, desde un principio, la posición de Francia'' en el organismo mundial. En este momento, Fox fue interrumpido por los más de 200 legisladores franceses (de 576 que conforman la Asamblea) quienes aplaudieron, algunos de pie, la posición del mandatario.
Siguió Fox, en esta nueva etapa de su política internacional, en busca del consenso con Francia. Consideró que el diálogo y la concertación han permitido alcanzar logros importantes, pero dijo que tanto Francia como México ''pueden y deben hacer mucho más en la definición del nuevo sistema internacional, si actuamos juntos''.
Definió dos ''tareas'' que a su juicio son prioritarias: primero, impulsar ''un marco normativo de alcance internacional... pues conforme emerge una verdadera comunidad mundial en la que la gran mayoría de las naciones comparte intereses y necesidades, resulta indispensable edificar un sistema internacional basado en reglas aplicables a todos, que permita buscar soluciones globales a problemas globales, con base en principios elementales de equidad, justicia y democracia''.
Mencionó ámbitos como los derechos humanos, la democracia, las cuestiones de género, los derechos indígenas, la protección del medio ambiente, el combate al crimen organizado y la corrupción, es decir, los temas de alcance global que conforman la llamada nueva agenda.
Contra la ''preeminencia'' del poder militar y económico de Estados Unidos, México ''desea y alienta el establecimiento de una mayor regulación internacional que constituya un marco de obligaciones para todos los estados, independientemente de su poder económico y militar''. Y pasó a exponer la segunda de las ''tareas'' que considera urgentes, pues la comunidad de las naciones ''conoce los efectos negativos que puede generar el libre juego de soberanías irrestrictas''.
Propuso: ''En el sistema internacional contemporáneo, dentro del cual subsiste una potencia única cuyo poderío militar y económico le confiere una posición preminente, es indispensable asegurar que las relaciones entre países se rijan por normas concebidas y aceptadas por todos. Debemos evitar que persista la tentación de actuar de manera unilateral, sin cortapisas ni equilibrios''.
Estados Unidos ''es una gran nación, un país amigo y un socio que ha hecho invaluables aportaciones a la comunidad internacional. Sin embargo, resulta imperativo persuadirle para que se sume a la acción colectiva y sea partícipe del nuevo sistema internacional basado en normas universales, pues de otro modo ese sistema jamás tendrá vigencia plena''.
La densidad y la diversidad de esas normas 'será un dique a la acción unilateral, lo que ofrecerá seguridad a todos los países, pero también traerá considerables beneficios a Estados Unidos, al propiciar una mayor estabilidad en el sistema internacional''.
Dijo asimismo que ''a todos conviene contribuir al establecimiento de un entramado de normas, sobre todo, después de los atroces hechos del 11 de septiembre del año pasado'', y terminó por advertir que de no reaccionar ante hechos como aquellos atentados ocurridos en Nueva York y en Washington, ''con lucidez y previsión'', la comunidad internacional ''corre el riesgo de que el sistema mundial entre en un periodo de conflicto e inestabilidad''.
Para remarcar, ''el mayor acercamiento en las posiciones'' con Francia, el presidente Fox se refirió a la Corte Penal Internacional, de la que pidió construir su ''andamiaje'' que ''permitirá la aplicación de la justicia por los delitos de genocidio y de lesa humanidad. El mundo ha cambiado y México también lo ha hecho'', afirmó.
Y frente a los parlamentarios franceses -que lo despidieron de pie con un prolongado aplauso- el Presidente no dejó de agradecerles la oportunidad de permitirle hablar desde la tribuna de la Asamblea Nacional, hecho que comparó con la visita que el presidente Charles De Gaulle hizo a México en marzo de 1964, y se le confirió la distinción inusual de dirigirse a los mexicanos desde el balcón central de Palacio Nacional.
La posición de México fue fijada por Fox en la Asamblea Nacional. Muy atrás quedó el episodio ocurrido previamente, cuando al término de una reunión con empresarios, y a la pregunta que le hizo un periodista francés sobre su trato con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, el mandatario mexicano dijo de éste que es ''un gran amigo y un gran líder'', con el que incluso mantiene constante comunicación para discutir los temas globales.