Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 16 de noviembre de 2002
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Política
El país no va a funcionar mientras continúe el regateo mezquino de sus derechos, señala

Se agrava el problema indígena: Díaz Polanco

RENATO DAVALOS

Sin haber resuelto el conflicto indígena, en el gobierno foxista prevalece el "regateo mezquino", que niega el reconocimiento de los derechos a estas comunidades porque se afectarían enormes intereses económicos. En el fondo, sólo se aprecia el agravamiento futuro de la situación en esas regiones, que puede derivar en conflictos que nadie quiere, externó Héctor Díaz Polanco.

Antropólogo social e integrante del comité ciudadano plural que definió el cuestionario de la Consulta sobre Prioridades Nacionales de este 19 y 20 de noviembre, Díaz Polanco hizo un balance de la circunstancia indígena del país. Desde tiempos de Zedillo, y ahora con Fox, hay un regateo que proviene de una posición cómoda para los inmensos intereses en juego.
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Cualquier reforma que reconozca un piso económico a los pueblos nativos afectaría intereses agrarios y comerciales, porque implicaría la descentralización del poder. No obstante, la autonomía tiene que enraizarse en el país, porque sería benéfico para la democracia, estableció.

Autor de medio centenar de libros, Díaz Polanco refirió que esa autonomía no sólo concierne a fórmulas aplicables a los pueblos indígenas, debe darse al país en su conjunto, y eso conlleva la descentralización del poder y de los recursos en términos de igualdad y tolerancia.

En un repaso de la actitud del presidente Fox en este tema, expresó que su postura ha dejado mucho que desear. En campaña, recordó, se la pasó diciendo que suscribiría la iniciativa de la Cocopa y que la enviaría al Congreso. Si afirmó que se identificaba con esa propuesta debió difundirla e impulsarla, pero no lo hizo.

Nadie deseaba que impusiera su punto de vista, pero la sociedad esperaba que al menos cabildeara el tema con la misma intensidad con que ha defendido la reforma eléctrica. No ocurrió así, y ello representó un doble juego.

De vez en cuando, precisó, Fox lanzó un apoyo, mientras su partido, el PAN, hizo un trabajo distinto, y en alianza con el PRI dio al traste con lo que se esperaba. Fue un resultado lamentable, se sembraron expectativas gigantes y se cosecharon pulgas. En consecuencia, el problema no se ha resuelto, y los acuerdos de San Andrés se quedaron en la cuneta, con un mensaje final muy ominoso.

Por su parte, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha planteado condiciones mínimas, las cuales se consideraron razonables, y en la medida en que no hay respuesta, tampoco se aprecia que el zapatismo cambie el compás de espera y silencio que ha decidido. No hay de qué hablar porque no hay novedades en la voluntad de cambio, mientras la situación social fermenta, apuntó.

Lo que se aventura dentro del gobierno foxista -previó- es una tendencia a los cambios cosméticos. Modificaciones en la estructura institucional dedicadas al tema indígena, con algunos nombramientos. En el corto plazo no se ve una transformación sustancial, y si se juzga por el comportamiento del gobierno foxista, no hay muchas razones fundadas para el optimismo.

Se vislumbra la continuación de la vieja política indigenista

Con un cuarto de siglo en la docencia y actual investigador del Centro de Investigaciones Superiores en Antropología Social (Ciesas), Díaz Polanco manifestó que en el país debe quedar establecida una concepción ético-moral en la que se defina que México no puede funcionar mientras se oprime a una parte del todo, en el que figuran 12 millones de indígenas. Los argumentos utilizados para impedir la reforma, que giran en torno a la unidad, sólo fueron estrategias inaceptables y manipuladoras.

Para que los principios de autonomía permeen en la nación tiene que haber un "proceso de alfabetización autonómica", en el que se involucren sociedad y políticos. Sin duda, la consulta sobre prioridades es un primer paso modesto, y la difusión de los resultados será una segunda etapa, porque abrirá un abanico de posibilidades entre distintos grupos.

Esperamos que la participación contribuya a reflexionar sobre este tema como un pendiente del país. Si el resultado es una votación claramente en favor de que este asunto se consolide como una prioridad nacional, será un claro mensaje para el gobierno y el Congreso, en cuyas manos están los cambios.

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