Lisboa alega que no puede firmar nada que atente contra compromisos de la UE
Subsidios agrarios y migración, brecha de España y Portugal con países de AL
Fidel Castro, el gran ausente en la Cumbre Iberoamericana de República Dominicana
AFP, DPA Y REUTERS
Bavaro, Republica Dominicana, 15 de noviembre. Claras brechas entre América Latina, por un lado, y España y Portugal, por otro, marcaron la inauguración de la XII Cumbre Iberoamericana, que reúne a jefes de Estado y de gobierno de la región.
El canciller argentino, Carlos Ruckauf, solicitó, con apoyo de Uruguay, que el do-cumento final incluya un rechazo claro a los países que subsidian la producción y exportación agrícola, en referencia directa a Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Así, Argentina y Uruguay retomaron el debate que dominó las reuniones preparatorias, e incluso exigieron que el documento final no sólo expresara una condena a los subsidios, sino que también incluyera metas claras para lograrlo.
Pero en los debates de este día la tensión creció cuando Argentina recibió el pleno respaldo de Uruguay, y los delegados se enfrascaron en una fuerte discusión con Portugal y España por el diferendo de los subsidios agrícolas, que Ruckauf quería llevar a la Declaración de Bávaro, documento que firmarán este sábado los presidentes.
El canciller portugués, Antonio Martins da Cruz, como representante de un país miembro de la UE, argumentó que no podía firmar nada que atentara contra los compromisos del bloque en cuanto al tema agrícola.
Analistas comentaron que en estos mo-mentos España y Portugal son los dos países que más dependen de subsidios agropecuarios proporcionados por Bruselas para po-der permanecer en la UE, y que les esperan presiones económicas aún mayores con los planes de ampliación de la comunidad.
El conflicto en la cumbre concluyó con una propuesta para que Argentina presente un texto al margen de la declaración, expresando sus puntos de vista sobre los subsidios que rechazan los países latinoamericanos, de modo que otros pudieran sumarse.
En el citado documento los países del área solicitan a España y Portugal que "transmitan a las autoridades competentes de la UE su profunda preocupación y posición contraria a las subvenciones a la producción agrícola y ganadera de Europa, que afectan a la economía de los países productores".
Libre mercado con proteccionismo
En su mensaje de bienvenida, en calidad de anfitrión, el presidente dominicano, Hipólito Mejía, habló contra las medidas proteccionistas de naciones y bloques, al destacar que "los países en desarrollo precisan de trato especial y diferenciado" y que "resultan injustos y perjudiciales el proteccionismo, los subsidios y las barreras arancelarias discrecionalmente impuestas para evitar la libre competencia de los productos ajenos".
Por su parte, el canciller de Portugal reconoció: "Una vaca en Europa tiene mas subsidios que un niño en América Central. Esta cumbre no sirve para cambiar esa realidad, pero sí para conocerla".
En contraste, el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, opinó que el efecto de estas reuniones es "simbólico" y ayudan a mejorar la capacidad de negociación, el contacto personal, la confianza recíproca y el conocimiento de las posiciones de los mandatarios, lo cual ayuda a disminuir riesgos de conflicto y agravamiento de problemas.
En su bienvenida Mejía dijo también que "la globalización ha acelerado el potencial modernizador del sector servicios, pero la revolución tecnológica que las ha acompañado ha colocado en desventaja la producción agrícola de nuestros países".
Sostuvo que para enfrentar esos retos, "debemos estrechar aún más nuestra hermandad iberoamericana y encontrar las so-luciones adecuadas para nuestros pueblos, en colaboración y armonía".
Al concluir la ceremonia, los asistentes mantuvieron un debate privado sobre temas que afectan a sus naciones, y analizaron la Declaración de Bávaro, documento que expresa en 57 puntos las opiniones de consenso sobre deuda externa, comercio, turismo, medio ambiente e inmigración.
En otro apartado, los gobernantes manifiestan su "compromiso de combatir con una visión integral el terrorismo en todas su formas y manifestaciones", pero sin enfatizar ni ahondar en este punto.
El rey Juan Carlos de España dijo, de su lado, que el terrorismo se ha convertido en un lastre para el progreso económico de los pueblos, e hizo un llamado a fortalecer las instituciones democráticas, en el brindis de apertura del encuentro.
Carlos Lage, al relevo
la habana, 15 de noviembre. Fidel Castro estará ausente en Cumbre Iberoamericana en Bávaro. Esta es la segunda ocasión que el mandatario deja de asistir al encuentro anual de los gobernantes de América Latina, Es-paña y Portugal, después de haber faltado también el año pasado al de Lima, reporta el corresponsal Gerardo Arreola.
Un anuncio oficial omitió hoy señalar explícitamente la ausencia de Castro y los motivos, pero informó que lo remplaza el vicepresidente Carlos Lage.
Lage, quien también representó a Castro en Lima, dijo a la prensa en República Do-minicana que la inasistencia del mandatario se debe a motivos de trabajo. Hace un año la causa fue la atención que prestaba el jefe de Estado al auxilio a los damnificados por el huracán Michelle.
Castro ha atendido esta semana a varios visitantes estadunidenses: congresistas opositores al bloqueo económico, familiares del desaparecido novelista Ernest Hemingway y líderes de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color; también fue anfitrión oficial del presidente ecuatoriano Gustavo Noboa, y este fin de semana debe llegar a La Habana el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, quien podría ser recibido por el mandatario.
En cualquier caso, la ausencia de Castro pone los reflectores sobre dos factores influyentes en la tabla de prioridades de la política exterior cubana: el énfasis en la normalización de relaciones con Estados Unidos y un panorama a la baja en las relaciones bilaterales con los países que integran el cónclave iberoamericano.
En el segundo factor hay que computar este año el congelamiento de relaciones con Uruguay y el conflicto con México, que mantiene los vínculos en su más bajo nivel en cuatro décadas.
También la ausencia cubana en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en El Salvador, que desfondan la competencia, junto con la denuncia de La Habana de amenazas a la seguridad de sus atletas y hasta un complot para asesinar al vicepresidente José Ramón Fernández. No hay relaciones diplomáticas entre ambos países.
Cuba mantiene roto el diálogo político con España, en réplica a la activa hostilidad del gobierno de José María Aznar. Quizás por la misma razón Castro no fue en mayo pasado a la II Cumbre Unión Europea-América La-tina, que se celebró en Madrid, y en la que también fue representado por Lage.
Sin embargo, tampoco asistió a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, en septiembre pasado en Sudáfrica, un aliado del gobierno cubano.
Las relaciones de Cuba con Panamá se han enfriado por los aparentes titubeos del país para procesar a Luis Posada Carriles, principal acusado de intentar asesinar a Castro en la décima Cumbre Iberoamericana.
Por distintas causas, la frialdad predomina en el trato de Cuba con Argentina, Costa Ri-ca y Nicaragua. Del resto, sólo tres, Brasil, Ecuador y Venezuela, mantienen una interlocución fluida y de alto nivel con Cuba.
En los dos primeros casos, sus presidentes, Fernando Henrique Cardoso y Gustavo Noboa, realizaron en las últimas semanas sendas visitas oficiales a La Habana. Coincidentemente, también, los dos mandatarios dejarán el poder en enero próximo.
Hugo Chávez es el aliado más cercano de Castro en la región, y Venezuela es ya el principal socio comercial de Cuba.
La única reunión cumbre en la que Castro ha participado este año es la de Monterrey, en marzo pasado, que precipitó el deterioro de las relaciones con México.