Jorge Carrillo Olea
La frontera inteligente de Bush
Como un acto más de reacción ante los ataques terroristas a las Torres Gemelas en Nueva York, en los meses subsiguientes el gobierno estadunidense desarrolló el concepto frontera inteligente.
Tom Ridge, responsable de la nueva política de Seguridad Interior, presentó el proyecto en dos sesiones al secretario de Gobernación de México. Nunca se informó de los aportes que a dicho proyecto hiciera el gobierno mexicano. Pero nunca se supo si nuestros intereses sobre seguridad fronteriza coincidían con los estadunidenses, tampoco si sus temores terroristas eran compartidos por el gobierno mexicano.
Según afirmó Ridge, Estados Unidos no tomaría decisiones de manera unilateral, pero agregó que "sería una señal extraordinaria para el mundo si Canadá, México y Estados Unidos pudieran desarrollar eventualmente un enfoque trilateral de seguridad fronteriza"; sin embargo, la guardia nacional de Texas pronto fue desplegada en ese tramo de frontera.
El proyecto fue formalmente anunciado por la Casa Blanca el 21 de marzo de este año, un día antes de que el presidente Bush y el presidente Fox desde Monterrey, México, dieran a conocer el acuerdo para crear la frontera inteligente. ƑCómo interpretar esto, si no como un inexcusable abuso de poder acompañado de otro inexcusable acto, éste de sumisión?
La Casa Blanca aprovechó la ocasión para anunciar que en el presupuesto de 2003 se asignarán 11 mil millones de dólares para la seguridad en la frontera. Suma realmente inimaginable. Algo así como 13 por ciento del total de la deuda externa oficial mexicana. Y nuestro presupuesto, Ƒcuál sería? ƑDe qué fondos vendría y a costa de qué?
El proyecto de factura estadunidense, pues se ignora la aportación nacional, consiste en:
1. Crear una infraestructura física que mantenga el ritmo de crecimiento que demanda la frontera; evaluar la seguridad de la infraestructura crítica y protegerla contra ataques terroristas. Más garitas, aduanas, puestos migratorios, torres de vigilancia, vehículos aéreos y terrestres de patrullaje, equipos de visión nocturna, etcétera.
2. Facilitar el flujo de personas insospechables, lo que significa cooperar para identificar a los individuos potencialmente peligrosos antes de que lleguen a América del Norte, disuadir el ingreso ilegal de ciudadanos de terceros países y establecer un sistema para el intercambio de información anticipada de viajeros, dotado de pantallas lectoras de fotografías y huellas digitales.
3. Asegurar el flujo expedito de bienes no dudosos; aplicar sistemas de control que aumenten la seguridad en todos los puntos que conecten a los productores con los consumidores, agilizando los trámites de aduana; ampliar la asociación con el sector privado para aumentar la seguridad del transporte de carga comercial promoviendo el empleo de sellos y lectores electrónicos de matrículas de identidad de vehículos.
4. El gobierno de George W. Bush anunció que se prevé disponer de un sistema de administración fronteriza que seleccione los bienes y las personas antes de su llegada a territorio estadunidense. Así los individuos previamente tramitados se internarán rápidamente a territorio de Estados Unidos. Lo anterior ratifica la intención de desahogar trámites migratorios desde los aeropuertos de origen: ciudad de México, Cancún, Guadalajara, Acapulco, Monterrey, etcétera, esto es, actos de autoridad estadunidense en territorio nacional, como ya lo está haciendo en Canadá.
A seis meses del anuncio, el proyecto desde la perspectiva estadunidense va tomando cuerpo en un proceso de ajuste de funciones y de recursos disponibles en este año y de preparación para recibir los anunciados 11 mil millones de dólares para el ejercicio fiscal de 2003. Así, en el lado estadunidense la frontera inteligente va tomando forma y su evidencia más notable es la restricción y mayor control a todo movimiento de sur a norte.
En la parte mexicana sólo se advierte mayor presencia militar en las carreteras y otras rutas de acceso hacia la frontera y en las noticias oficiales sobre el número creciente de detenciones de presuntos emigrantes ilegales tan al norte como Reynosa, muchos de ellos centro y sudamericanos. Estamos haciéndoles la tarea.
Consecuente con esto, el 16 de agosto, en Monterrey, el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, reconoció que "a petición de autoridades estadunidenses se están reforzando los mecanismos de seguridad en la frontera para impedir actos terroristas en el país vecino".
De continuar este proceso de transformación, los movimientos de sur a norte corresponderán al interés estadunidense y los movimientos de norte a sur continuarán realizándose sin control ninguno. Hay que recordar que a un viajero en ese sentido la autoridad mexicana no le exige ni una licencia de conducir como elemental medio de identificación. ƑUn nuevo ejercicio de sumisión ante el Destino Manifiesto?
