La falta de condena al terrorismo no significa
apoyar las acciones del grupo armado, dice
Marcos pide a ETA declarar tregua unilateral
de 177 días a partir del día 24
Ejército Zapatista de Libearción Nacional
,
México
7 de diciembre de 2002
A la Sociedad Civil Española y Vasca.
Península Ibérica, Planeta Tierra.
De Subcomandante Insurgente Marcos
México
Damas, caballeros y niños:
Les escribo a nombre de los ancianos, mujeres, niños
y hombres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional,
de México, para saludarlos.
En fechas pasadas una carta de nosotros, leída
en el Aguascalientes madrileño, desató una polémica
y una condena en contra nuestra, porque la misiva era ambigua en lo que
se refiere a las acciones de la organización vasca ETA. A pesar
de que al inicio de la epístola se advertía que "nada es
accidental en los zapatistas" y que nos referíamos claramente a
la lucha política, y no a la armada, del pueblo vasco, la falta
de una condena explícita al terrorismo se quiso interpretar como
un apoyo del EZLN a ETA y a sus acciones.
Debo
decirles que la ambigüedad fue propositiva, así como el tono
entero de la carta. Buscamos provocar el temperamento hispano de un hombre
y echar a andar así una iniciativa noble y honesta que, en la parte
que nos concierne, representa acaso la última oportunidad de lograr
una solución pacífica digna a nuestras demandas que son,
como todos los saben, el reconocimiento a los derechos y la cultura indígenas.
Ustedes saben bien que nosotros no practicamos el terrorismo,
y que en repetidas ocasiones, en declaraciones escritas y habladas, hemos
condenado el terror, venga de donde venga. Y si esta vez no lo hicimos
explícito fue por razones que ya se alcanzan a ver con claridad.
Para los familiares de las víctimas de ETA y del
Estado Español, entre las que se encuentran no pocos simpatizantes
de nuestra causa, nuestras sinceras disculpas si con esa ambigüedad
le faltamos el respeto a su dolor. Deseamos de todos corazón que
nos entiendan y que algún día nos perdonen la parte que nos
toca.
Lamentamos también que su sufrimiento haya sido
manipulado por el gobierno español para distraer y ocultar así
su criminal ineficacia en la catástrofe ecológica que se
abate sobre el noble pueblo gallego, y el que ha demostrado que se puede
organizar y resolver su problema mientras los gobernantes se pasean en
las páginas de sociales de los periódicos madrileños.
Como ustedes saben, el juez Fernando Baltasar Garzón
Real me ha retado a un debate público sobre diversos temas. Hemos
decidido aceptar el debate y poner, como una de las condiciones, que se
realice un encuentro entre los interesados y afectados por la problemática
vasca, para que se hablen y se escuchen, sin bombas, balazos y órdenes
de aprehensión. El tema del encuentro es El País Vasco:
Caminos.
Para la realización del encuentro, me he dirigido
ya, por medio de una carta, a la organización vasca ETA para pedirle
que declare una tregua unilateral de 177 días (iniciando el día
24 de diciembre de este año) y se propicie así un ambiente
adecuado para la realización del encuentro.
Nosotros pensamos que algo debe hacerse para cambiar la
lógica criminal que se impone actualmente en todo el orbe. Que al
terror se le puede combatir con terror, pero no se le puede vencer. Que
los argumentos legales sirven para justificar torturas, desapariciones,
asesinatos, pero no acaban con aquellos que que, con argumentos ideológicos
o religiosos, justifican la muerte de otros.
En el mundo de hoy se nos presenta una opción terminante
que, como todas las opciones terminantes, es una trampa. Se nos obliga
a elegir entre un terror u otro, y criticar a uno supone apoyar al otro.
En este caso, se nos obliga a escoger entre el terrorismo de ETA o el terrorismo
del Estado español, y si nos deslindamos de uno es que somos cómplices
del otro. Ustedes y nosotros sabemos que la alternativa no es una cosa
o la otra, sino la que se construye como camino nuevo, como nuevo mundo.
Sería hermosamente justo y aleccionador que, en
medio de un mundo polarizado donde la muerte y la destrucción sólo
varían de argumentos y sinrazones (donde condenar las acciones punitivas
de Bush equivale a apoyar la locura fundamentalista de Bin Laden), sea
en la península ibérica donde se abra un espacio para darle
una oportunidad a la palabra.
Sería maravilloso que sea la dignidad ibérica
la que le diga al mundo entero que es posible, y necesario, darle una oportunidad
a la palabra.
Por todo esto, los estamos convocando a que se movilicen
en todo el suelo hispano para demandar, al gobierno español y a
ETA, eso: una oportunidad a la palabra.
Vale. Salud y, ¿si no es ahora entonces cuándo?,
hay que darle una oportunidad a la palabra.
Desde las montañas del Sureste Mexicano. Subcomandante
Insurgente Marcos
México, diciembre del 2002.