Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 9 de diciembre de 2002
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Política

Víctor M. Quintana

Los avances del combate

Lo que no lograron largas sesiones y debates lo está logrando la inminencia de la desgravación de importaciones agroalimentarias de los países del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): la unidad y la revigorización del movimiento campesino nacional.

Organizaciones distanciadas largos años por pugnas partidistas, celos, protagonismos, cuotas de poder ahora están construyendo amplia convergencia nacional. El contexto es la doble amenaza de la citada desgravación y la promulgación de la Ley Agrícola de Estados Unidos, que dispara los subsidios a los productores de ese país, sobre todo a las empresas agroexportadoras.

La demanda que empieza a soldar las diferencias es el pliego Seis propuestas para la salvación y revalorización del campo mexicano. Las más urgentes: moratoria al apartado agropecuario del TLCAN, incremento del presupuesto para el campo de 0.6 a uno por ciento del PIB, plan emergente para la recuperación del sector en 2003 y para su cambio estructural, constitución de la nueva Financiera Rural como auténtica banca social dirigida a los pequeños y medianos productores. De inmediato la suscriben 12 organizaciones nacionales, regionales y productivas: UNORCA, CIOAC, CNPA, CODUC, FNDCM, CEPCO, Mocaf, AMUCSS, FDCCH, ANEC, CNOC, Unocof.

El 2 de diciembre se agregan El Barzón y la UNTA y se anuncian las jornadas de lucha El campo no aguanta más. Ese mismo día hay plantones en el monumento a la Revolución y serios planteamientos en la asamblea nacional de la ANEC. Al día siguiente más de 2 mil 500 productores irrumpen en el Palacio Legislativo de San Lázaro y exponen sus seis propuestas ante los diputados del PRI y del PRD, estando ausentes los blanquiazules. Terminado el acto se realiza una marcha a la embajada de Estados Unidos al tiempo que agricultores chihuahuenses y veracruzanos instalan un establo con dos decenas de vacas frente a la Cámara de Diputados. Se anuncian más protestas para el martes 10 y una intensificación de las jornadas si el Senado no declara la situación de emergencia en el campo para dar paso a la moratoria en la desgravación agroalimentaria.

Aunque las demandas campesinas principales no se logran todavía, la protesta ya está rindiendo buenos resultados. En primer lugar, la unidad en la acción y en la demanda de las organizaciones campesinas más importantes del país, incluidas las que siempre, se disciplinaron a las políticas oficiales.

Por otro lado, en San Lázaro ya se ha desarrollado una fuerte corriente de opinión favorable al incremento del presupuesto para el sector agropecuario, reducido en términos reales en 7.3 por ciento en el proyecto presentado por Vicente Fox. Legisladores de todos los partidos ya están aprontando tijeras y pegamento para recortar de algunos rubros e incrementar lo destinado al campo.

También en la Cámara de Diputados la iniciativa de Ley de Energía para el Campo, que establecería subsidios importantes para el diesel y la energía eléctrica, se va abriendo paso: ya cuenta con la aprobación de las comisiones de Desarrollo Rural y Agricultura y es muy posible que sea aprobada en los próximos días.

Los senadores no se han querido quedar atrás y acaban de aprobar por unanimidad reformas a la Ley de Comercio Exterior para brindar protecciones legales a los productores nacionales ante la invasión de productos exportados de Estados Unidos. Ahí mismo va abriéndose paso la idea de que la moratoria al TLCAN es la condición sine qua non para que todas las demás medidas de protección y de fomento a la agricultura nacional funcionen.

Ante la apertura ya muy apreciable en el Legislativo contrasta la cerrazón del Ejecutivo, el blindaje cerebral del gabinete foxista ante las protestas y propuestas campesinas. El secretario de Economía declara imposible la renegociación del TLCAN en materia agropecuaria. Y el inefable secretario de Agricultura conmina a los campesinos movilizados a que "no exageren" y no culpen al tratado de todos los males.

Pero las voces de los empleados de Fox se van quedando solas. Porque otro de los efectos del revitalizado movimiento campesino es que ha posicionado su agenda en la opinión pública. Pero no sólo eso: poco a poco ha ido logrando el consenso de amplios y muy diversos sectores sociales. La moratoria al TLCAN ya se ha convertido en exigencia de la nación.

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