MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Los Paul O'Neill mexicanos
Funcionarios ponen sus barbas a remojar ante el debilitamiento
del control inflacionario
LA EXPERIENCIA QUE acumuló durante su estancia
en la trasnacional Alcoa Aluminium Inc. -de la que fue ejecutivo en jefe
antes de que su amigo George lo invitara a formar parte de su gabinete
empresarial- resultó notoriamente insuficiente para que pudiera
con el paquete: tras dos años de continuos y ostentosos fracasos,
Paul O'Neill fue renunciado de su cargo como secretario estadunidense del
Tesoro.
EL EFECTO INMEDIATO DE la renuncia de Paul
O'Neill, un ejecutivo metido a político acostumbrado a imponer
y no a convencer, puede resumirse en las palabras del estratega en jefe
de la poderosa firma Bearn Stearns, John Ryding, citado por la agencia
Reuters: "No hay nadie en Wall Street que haya lamentado su salida... Nadie...
El relevo en el gabinete económico es bien recibido por analistas
e inversionistas, pues O'Neill nunca fue del agrado de los mercados ni
de la clase política del país en el Congreso, republicanos
o demócratas".
EL HECHO ES QUE EL ex ejecutivo en jefe de la trasnacional
Alcoa Aluminium Inc. -en la que, dicho se de paso, trabaja el plurichambista
Ernesto Zedillo como asesor del comité directivo- no dio una durante
su paso por el Departamento del Tesoro y, lejos de lograr la reactivación
económica de Estados Unidos, el motor del mundo, lo mantuvo
en la congeladora, y como su amigo George sustenta la tesis de que el dueño
del balón nunca se equivoca, la factura por el fracaso fue trasladada
a su amigo Paul. Una hora después de la presentada por O'Neill,
se conoció la renuncia del jefe de asesores de la Casa Blanca,
Lawrence Lindsey.
FUNCIONARIOS
DE LA casa presidencial citados por Reuters indicaron que O'Neill y
Lindsey serán remplazados por "expertos económicos con estrechos
vínculos con Wall Street, que puedan comunicar mejor a los mercados
los detalles de la política económica del gobierno". La llamada
restructuración -iniciada justo al conocerse que en noviembre pasado
la tasa de desempleo en Estados Unidos alcanzó el nivel más
alto de los últimos nueve años- parece enfocarse a "vacunar
a la Casa Blanca contra lo que podría ser una vulnerabilidad clave
durante el periodo de aproximación a las elecciones presidenciales
de 2004: la opinión pública de que la tambaleante economía
no está manejada por manos expertas".
DE INMEDIATO, MUCHOS agradecieron la renuncia
de Paul O'Neill, entre ellos la Unión Europea: el día de
la dimisión el tipo de cambio del euro superó al del
dólar en los mercados europeos. El viernes, la cotización
del euro frente al billete verde cerró en 1.01 dólares. Wall
Street, que ese día comenzó la sesión a la baja, concluyó
la semana bursátil con avance.
MOMENTANEAMENTE, PUES, el Departamento del Tesoro
de Estados Unidos ha quedado acéfalo. Personajes similares en otras
partes del planeta, que atribuyen todos sus incumplimientos en materia
económica a los errores y deficiencias del motor del mundo
y sus operadores, están sintiendo calambres por todo el cuerpo.
MIENTRAS FRANCISCO Gil, Guillermo
Ortiz, Luis Ernesto Derbez, Eduardo Sojo y demás próceres
del gabinete económico de Vicente Fox ponen sus barbas a remojar
-el inquilino de Los Pinos no es mencionado porque, a final de cuentas,
él es el dueño del famélico balón del cambio,
amén de que comparte tesis con su amigo George-, en México
una de las "más sólidas" variables económicas que
tanto gusta presumir el chiquillo mayor como sinónimo de que la
mexicana es una economía extraordinariamente fuerte está
debilitándose: la inflación controlada y a la baja.
EL MISMO DIA DE LA renuncia de O'Neill,
el Banco de México anunció un nuevo aumento al llamado corto.
En esta ocasión el incremento fue cercano a 19 por ciento, al pasar
de 400 a 475 millones de pesos diarios, con la finalidad de contener la
dinámica inflacionaria, para que en 2003 se pueda alcanzar la meta
fijada en este renglón.
EL BANCO DE MÉXICO informó que hasta
la primera quincena de noviembre, la inflación anual acumuló
un crecimiento anualizado de 5.22 por ciento, proporción muy apartada
de la meta para 2002, es decir, 4.5 por ciento. Una vez más responsabilizó
al gobierno federal de ser el mayor impulsor de dicho incremento, puesto
que los precios administrados y concertados, que son fijados por el Ejecutivo
y corresponden principalmente a los energéticos, han superado las
expectativas.
EL INCREMENTO EN LA inflación anual, medida
por el Indice Nacional de Precios al Consumidor, "respondió fundamentalmente
a la evolución de la inflación anual del subíndice
de precios administrados y concertados, que alcanzó 11.03 por ciento
entre la primera quincena de noviembre de 2001 y el mismo periodo de este
año, añadió. Si el incremento de dichos precios hubiese
estado en línea con el objetivo sobre inflación para este
año, la inflación medida por el INPC se hubiese ubicado por
debajo de 4.5 por ciento en la primera quincena de noviembre" (La Jornada,
Roberto González).
LA INSTITUCION A CARGO de Guillermo Ortiz indicó
que las expectativas de inflación para 2003 descendieron en los
primeros meses del año. Sin embargo, "la rigidez a la baja de las
expectativas de inflación de mediano plazo no sólo persistió
después de junio, sino que incluso han registrado un ligero repunte.
Como consecuencia, las expectativas de inflación para 2003 se sitúan
al presente en aproximadamente 4.10 por ciento; es decir, son mayores que
el límite superior del intervalo de variabilidad fijado por el Banco
de México respecto al objetivo para 2003 (3 por ciento). La desviación
entre la expectativa y la meta de inflación para 2003 es mayor ahora
que la observada el año pasado".
EL BANCO DE MÉXICO considera que con el
aumento del corto a 475 millones de pesos diarios la dinámica inflacionaria
podrá ser atenuada. Sin embargo, análisis especializados
de Banamex, Santander, Bursamétrica y el CAPEM revelan que dicha
cantidad podría seguir en aumento, toda vez que noviembre y diciembre
son meses en los que tradicionalmente se registra mayor aumento de la inflación.
EN FIN, TODO INDICA QUE, como Paul O'Neill al frente
del Departamento del Tesoro, el gabinete económico del cambio de
plano no da una, como tampoco los respectivos dueños del balón.
Las rebanadas del pastel:
¿QUÉ COMIO MIGUEL DE la Madrid, quien
asegura arrepentirse del neoliberalismo y de la apertura económica
de su gobierno?