Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 9 de diciembre de 2002
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Cultura

Exiliados y residentes conviven en los títulos

Colección de sello puertorriqueño aborda temas sensibles de Cuba

BLANCHE PETRICH ENVIADA

Guadalajara, Jal., 8 de diciembre. Una nueva colección de narradores cubanos -siete residentes en la isla y uno en México- fue lanzada el sábado 7 por la editorial Plaza Mayor con sede en Puerto Rico. Fue, como lo reconocieron los participantes, uno de los actos que mejor representaron el "puente cordial" que se tendió entre creadores de las dos orillas, como lo llamó Antón Arrufat.

A los asistentes se les repartió una rosa blanca con una etiqueta que recitaba a Martí: ''ni cardo ni ortiga cultivo; cultivo una rosa blanca". La serie, que incluye antologías de cuento, ensayo y novela, aborda problemáticas consideradas "sensitivas" de la realidad cubana, o incluso tabú: prostitución, novela gay, corrupción. Hay un relato testimonial sobre los campos de "rehabilitación" para los considerados antisociales en los años dogmáticos de los sesenta, las Unidades Militares de Asistencia a la Producción (UMAP). Es la novela de Félix Luis Viera, Un ciervo herido.

Durante la presentación, Patricia Gutiérrez Menoyo, presidenta de la Editorial Plaza Mayor, dijo que este encuentro en la FIL -y en la editorial que dirige con ese fin--es "como si estuviéramos en convalecencia después de una larga enfermedad, aunque, hasta cierto punto, necesaria".

Carlos Monsivais, único mexicano en una larga mesa con 15 expositores, fue invitado a hacer las presentaciones: "La atmósfera de unidad cultural se inicia con lecturas compartidas", dijo. "No he conocido otra comunidad donde los autores se lean unos a otros con tal método y tal entusiasmo como la cubana. Eso no es ni muchos menos la utopía, ni elimina pasiones, críticas frontales, resentimientos y denuncias. Sólo indica que hay instituciones que aman la literatura". Reconoció que en esta época la literatura cubana constituye un corpus extraordinario que se está publicando en abundancia por una muy significativa legión de editoriales.

Editores cubanos solicitaron al ensayista mexicano el texto de su intervención para publicarlo en La Jiribilla, suplemento cultural digital del diario Juventud Rebelde.

En la sala estaban presentes el presidente y vicepresidente del Instituto Cubano del Libro, y Margarita Ruiz, agregada cultural de la embajada de México. En los asientos delanteros asistía el disidente Eloy Gutiérrez Menoyo, quien se levantó en armas contra Fidel Castro y purgó 23 años de prisión. Vive en Miami. Su hija, presidenta de la editorial, ha participado con producción de Plaza Mayor en la Feria del Libro de La Habana.

El coordinador de la editorial en La Habana, Amir Valle (Las puertas de la noche) dispuso un orden de ping-pong con una sola pelota para la presentación en serie. Un autor de "los de adentro" presentaría una obra de alguien de afuera y viceversa.

Empezó con Antón Arrufat (El Aguafiestas, entre su obras más recientes) a quien correspondió presentar la compilación de ensayos de Rita Molinero, que vive en Puerto Rico, sobre uno de los grandes, el escritor maldito de los sesenta, Virgilio Piñera, La memoria del cuerpo.

Para empezar, Arrufat estimó que hablar de "cubanos de dentro y fuera es algo totalmente demodé. Proscrito y castigado él mismo en aquellas épocas, contó que antes de morir, Piñero, "quien la pasó mal", le dejó 18 cajas con sus escritos inéditos. "Publica eso y cuídalo", fue su petición póstuma. Arrufat cumplió. Hoy casi todo está publicado. Molinero, por su parte, crítica versada en Reynaldo Arenas, recordó que en un día como hoy, 7 de diciembre, murió este otro escritor maldito en Nueva York.

Odette Alonso, residente en el Distrito Federal, presentó la antología de cuentos Caminos de Eva de escritoras de la isla que abarcan todo un abanico generacional y regional, cuentos tocan temáticas críticas de la cotidianeidad, en especial la prostitución, "la del cuerpo y otra que es peor, la del alma". El coordinador de la antología es del propio Amir Valle, miembro de la Unión Nacional de Escritores (UNEAC) y de la Unión Nacional de Periodistas (UPEP).

Guillermo Vidal, 50 años, residente en la isla -Se permuta esta casa es ya una novela clásica contemporánea--escribió hace algunos años La manzana del paraíso, sobre la intolerancia homofóbica. Ganó el premio internacional de Casa de Teatro, del Caribe, en 1998. La novela próximamente se publicará en Cuba, según informó el presentador Emilio García Montiel.

La antología de cuentos De Cuba te cuento fue presentada por un crítico residente en Quintana Roo, Agustín Labrada. Para cuando llegó el turno de Manuel Mejides (consagrado, residente en La Habana) de presentar Ese ojo que nos ve, crítica abarcadora del cine cubano escrita por Reynaldo González, director de la Cinemateca, ya se quejaban los últimos de que ni en el extranjero los cubanos se libran de las colas.

Fue presentado por otra emigrada a Quintana Roo, Norma Quintana, un ensayo sobre Jardín de Dulce María Loynaz escrito por un premio nacional de crítica, Alberto Garraldés. Jorge Andrés, joven radicado en México, fue el encargado de presentar El ciervo herido, sobre las UMAP, en definitiva una novela incómoda. "Está escrito de buena fe. No es denuncia ni venganza. Es un hecho literario", dijo Félix Luis Viera, escritor de 57 años residente en México. Hizo votos porque su novela pueda ser leída en Cuba.

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