El director de la OIT instará a reducir el déficit de trabajo decente en América Latina

Gobernantes y expertos en materia laboral buscan solución al desempleo

La región padece los niveles de desocupación más altos de los 30 años recientes

FABIOLA MARTINEZ

Representantes de gobierno, líderes sindicales y del sector empresarial de América Latina y el Caribe se reunirán a partir de este martes en Lima, Perú, para buscar alternativas de solución ante los niveles de desempleo en la región, los más altos en los últimos 30 años.

La 15 Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -a celebrarse del 10 al 13 en la capital peruana- será también escenario para hacer un llamado urgente a los gobiernos para que atiendan los efectos de la contracción económica.

Otro de los focos de atención del encuentro será la presencia de la delegación de Venezuela, integrada oficialmente por el ministerio de Trabajo, los representantes de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) -sin reconocimiento oficial- y los enviados del sector empresarial, ambos integrantes de la corriente opositora al gobierno de Hugo Chávez.

El director de la OIT, Juan Somavía, instará a los ministros de Trabajo de 35 países y a sus delegaciones obreras y patronales a privilegiar acciones que detengan "el déficit de trabajo decente" que se tradujo en un incremento de la tasa de desempleo superior a 9 por ciento.

Desde el inicio de este año la OIT alertó en su reporte Panorama laboral que los países de América Latina y el Caribe presentaban "síntomas de que la crisis económica se mantiene, con severas consecuencias del desempleo" en el mismo nivel que la contracción del producto interno bruto de más de 3.6 por ciento.

En las cifras que difunde periódicamente este organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas destaca el caso de Argentina, donde la tasa de desempleo se ha disparado por encima de 20 por ciento de la población en edad de trabajar.

También en el primer trimestre de 2002, la OIT hacía ver que la adversidad no tenía visos de solución, a consecuencia de las crisis en Argentina y Venezuela, por lo que el nivel de desocupación abierta se situaría en torno de 9.8 por ciento anual en el continente.

Ante ello es probable que en la reunión de Lima sólo se confirme la advertencia hecha hace algunos meses, pero sobre todo se repetirá el exhorto de que la única opción para disminuir los efectos negativos es privilegiar las políticas sociales.

De igual forma, el numeroso equipo en América Latina y el Caribe a cargo del embajador chileno Somavía refrendará la "lección" mencionada a los países miembros de la OIT que asisten al encuentro:

"Los hechos recientes son indicativos de las falencias de un modelo económico que implementó la mayor parte del continente en el marco de las reformas estructurales de los noventa, en el que la liberalización de las economías iba aparejado al debilitamiento de las instituciones estatales que prestaban asistencia social.

"Lo que suceda hoy con Argentina no sólo afecta a ese país, sino también a sus socios comerciales y a otros países que se reconocen como similares en su estructura económica, como México", señaló Agustín Muñoz Vergara, director regional para las Américas de la OIT.

La cita fue difundida hace cinco meses, por lo que en las sesiones a desarrollarse en Perú se hará un comparativo del panorama laboral en la región, aunque las expectativas de crecimiento económico (con casi 10 por ciento de desocupación abierta al cierre de 2002) no sólo fueron desalentadoras, sino de alerta, de efecto contagio sobre la situación de México, Brasil y Uruguay.

El trabajo decente

En el programa de la OIT 2002-2005 la meta es el aliento del "trabajo decente", concepto impulsado por Somavía y su equipo, que se refiere al empleo de calidad, es decir, aquel que cuente no sólo un nivel de ingreso determinado, sino con derechos sociales, seguridad y salud en el trabajo, en el marco del diálogo social.

Lo anterior se ha sumado al objetivo histórico de la OIT, concentrado, en su calidad de organismo tripartito del sistema de las Naciones Unidas, en lograr que se respeten a plenitud los derechos fundamentales en el trabajo, consagrados -desde su fundación en 1919- en los convenios básicos de este organismo.

En el panorama ético, la organización busca hacer lo necesario para ampliar la cobertura de la protección social, en especial frente a los riesgos del desempleo, de accidentes de trabajo, enfermedad y de la vejez.

Esta precupación, junto con el aumento del empleo informal, precario y no registrado, constituye "una de las principales causas del alto grado de incertidumbre e inseguridad en el que viven tantas familias" latinoamericanas.