Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 16 de diciembre de 2002
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Cultura
ENTREVISTAS PREMIOS NACIONALES/ ADOLFO SANCHEZ VAZQUEZ, FILOSOFO

''El marxismo, a la baja; pero más necesario que nunca''

ESTAN EN JUEGO LOS INTERESES DE LA HUMANIDAD ENTERA, ADVIERTE

El galardonado apremia a transormar la sociedad, ''porque el capitalismo nos lleva a la barbarie''

CESAR GÜEMES

Sin problema alguno, Adolfo Sánchez Vázquez reconoce que el marxismo está a la baja, si bien puntualiza de inmediato: "hoy el marxismo es más necesario que en tiempos de Marx, porque en nuestra época no sólo están en juego los intereses de una clase como el proletariado, sino también los intereses de la humanidad entera". La razón, casi única para afirmar lo anterior, no tiene fisuras: ''El capitalismo nos lleva a una nueva barbarie". Sánchez Vázquez se encuentra en activo como siempre y este día 17 recibirá el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de historia, ciencias sociales y filosofía.

Autor de volúmenes clásicos dentro y fuera de las aulas como Las ideas estéticas de Marx, Filosofía de la praxis, Rousseau en México y Del socialismo científico al socialismo utópico, apunta poco antes de iniciar la entrevista en cuanto al ejercicio de su quehacer: "escribo casi a diario, siempre debo presentar una ponencia, preparar una conferencia, avanzar en mis libros, en fin, casi a diario estoy sobre el trabajo escrito".

Y explica la relación que existe entre la vida cotidiana y la filosofía en la actualidad: "La filosofía, a diferencia de las ciencias particulares, siempre se mantiene en un nivel de pensamiento y de abstracción general. La filosofía no tiene soluciones para los problemas concretos de la vida diaria. Digamos que proporciona unos supuestos para examinar ciertos problemas con una mayor racionalidad y argumentación. Por ejemplo, hay cuestiones concretas que se plantean en nuestro tiempo después del derrumbe del socialismo real. Se ha tratado de difundir una idea que tiene consecuencias prácticas y políticas innegables, como la teoría del fin de la historia. Entonces, nos encontramos con un tipo de pensamiento que tiene implicaciones prácticas muy concretas, porque si llegáramos a la conclusión de que la historia había alcanzado su fin, carecería de sentido todo intento de transformar radicalmente la sociedad. Ante este tipo de problemas la filosofía puede argumentar cómo una concepción de la historia no puede tener un carácter determinista o fatalista que se ofrece con esa teoría del fin de la historia".

-Si bien la idea del fin de la historia, a la publicación del libro de Fukuyama, consiguió una buena cantidad de adeptos, ¿podríamos hablar de modas dentro de las tendencias filosóficas?

-Creo que se puede hablar de cierto tipo de pensamiento filosófico que en algún momento tiene una difusión y una importancia que después se debilita para dejar paso a otro pensamiento. Hemos visto por ejemplo que hace cincuenta años dominaba el existencialismo francés, luego el estructuralismo pasó al primer plano, y ahora se propugna un pensamiento posmoderno que trata de criticar toda fundamentación racional. El caso es que la filosofía por su propia naturaleza va cambiando con la historia. Más que de modas, entonces, hablaría de sociedades que en momentos determinados se inclinan por una tendencia que luego cambia. Luego, las variaciones en el pensamiento no son casuales ni arbitrarias porque toda filosofía tiene un contenido ideológico, implica una toma de posición ante el mundo y las relaciones humanas. Es por la carga ideológica que la filosofía cambia en la medida en que la historia pone en primer plano unos ciertos valores, intereses y principios.

-En su obra hay numerosas páginas dedicadas a Marx. ¿Existe alguna esperanza de volver a poner en práctica sus ideas?

-Hay que hacer una distinción entre la validez de un pensamiento y la vigencia que ese pensamiento tiene en un momento determinado. No se puede negar que el marxismo está en una etapa de crisis y declive en cuanto a su aceptación. Esto, obviamente, no es casual, sino que está vinculado al descrédito del socialismo representado por el proyecto de la ex Unión Soviética. En la medida en la que ese falso socialismo se ha derrumbado es que se ha desacreditado el marxismo que lo inspiraba. Hay un momento de declive del marxismo porque se le identificó con una ideología que en nombre de Marx se hacía pasar por marxista pero que desde mi punto de vista no era más que una deformación del pensamiento de Marx.

''Entonces, hay que reconocer el hecho evidente de que el marxismo pasa por un cierto descrédito pero esto no implica que cuando se le entiende bien carezca de validez. Al contrario, hoy más que nunca es necesaria una transformación de la sociedad, porque el capitalismo nos lleva al caos y la barbarie. Ya que se requiere una alternativa a la capitalista, se vuelve indispensable una teoría como la marxista que pueda inspirar, fundamentar y elevar el convencimiento de la necesidad de ese cambio. Hoy el marxismo es más necesario que en tiempos de Marx porque en nuestra época no sólo están en juego los intereses de una clase como el proletariado sino los intereses de la humanidad entera. El capitalismo nos lleva a una nueva barbarie, al holocausto nuclear o a un cataclismo geológico si el desarrollo técnico no se pone bajo el signo de los intereses comunes de la humanidad. Si se deja bajo el signo del lucro y de la ganancia, nos falta poco para estar perdidos. Por eso es preciso hacer la diferencia entre la vigencia del marxismo que en efecto pasa por momentos oscuros y difíciles, y la validez de sus principios y tesis fundamentales".

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