Flaquea el estado en el aspecto ideológico;
los indígenas ya no quieren serlo: funcionario
Peligran en Campeche tradiciones
Con la UE, el gobierno emprendió un programa
para recuperar ''el patrimonio intangible''
ERICKA MONTAÑO GARFIAS enviada
Campeche, Camp., 15 de diciembre. La aplicación
de proyectos de antropología social en Campeche es ''urgente'' ante
el riesgo de que se pierdan tradiciones y costumbres, alerta Marco Antonio
Carbajal, director de Museos del Instituto Nacional de Antropología
e Historia en este estado.
El funcionario reconoce que el aspecto ideológico
es uno de los temas olvidados: "tenemos ese patrimonio intangible que ahora
está en la palestra y que requerimos retomar. Existen indígenas
que se cambian el nombre maya y ahora se llaman 'estrella'; incluso hay
comunidades en donde nos dicen: 'ya no les enseñen el maya, queremos
que sea el español'. Empieza a haber un rechazo y se sienten lo
último de lo último. Ser indígena en algunos lugares
es estar en lo más bajo de la escala social cuando debería
ser un orgullo. Esto se debe a que no hemos trabajado con la parte ideológica",
principalmente entre los jóvenes.
Este sector de la población es donde hay más
peligro ya que se van a trabajar a lugares como Cancún o Xcaret
y regresan "con lentes oscuros y tenis nike, ya no quieren saber nada del
maya. Como que les da vergüenza y esto ha sido una influencia nefasta
para la comunidad".
Trabajos de antropología social
Ante esta situación se puso en marcha un proyecto
piloto con la Unión Europea: Un peso para el maya muerto, un
peso para el maya vivo, cuyo objetivo es continuar con las investigaciones
arqueológicas y al mismo tiempo reforzar el aspecto de desarrollo
de las comunidades y la recuperación de sus tradiciones y costumbres,
"un ámbito que casi no se veía". Este proyecto contó
con 2 millones de pesos divididos en trabajos arqueológicos y de
antropología social, además de asesoría técnica.
A
la UE, explica Carbajal, le interesa tanto el trabajo de recuperación
del patrimonio intangible como el de desarrollo comunitario: "una cosa
es la arqueología que nos da una serie de elementos físicos,
y otra es el patrimonio cultural de las comunidades indígenas que
viven en los alrededores de los sitios arqueológicos".
Este proyecto inició hace unos meses en el triángulo
que conforman las comunidades de Edzná, Hochob y Dzibilnocac. "Son
tres sitios arqueológicos en el que el objetivo es compartir los
trabajos arqueológicos y entrar en contacto con las comunidades".
Así, a partir de un estudio de la situación de esas zonas
se detectaron los proyectos en los que los habitantes estaban interesados:
en algunos lugares se construyeron cabañas para el turismo "mochilero",
existe también el proyecto de cacería controlada y el de
la recuperación del traspatio como fuente de ingresos.
Este último programa se trabaja con las mujeres
mayas. Se les enseña a sembrar en su patio y a obtener recursos
con la venta de las hortalizas y los animales, especialmente el guajolote.
También se trabaja con los niños en tres
aspectos: geográfico-ambiental, histórico-cultural y socioeconómico
porque "a veces nos encontramos con que los herederos de esta gran cultura
son a los que menos prestamos atención en materia de conocimiento
histórico. Se trata de una cuestión estratégica porque,
en unos años, van a tener el control de la comunidad, van a ser
autoridades, maestros o agricultores y éste análisis de su
propia historia les permitirá tener elementos para proponer alternativas
de desarrollo."
En este momento se realizan negociaciones para ampliar
el proyecto desde Edzná hasta Río Bec, en la frontera con
Guatemala.
Otro de los planes en los que se trabaja actualmente en
la capital estatal es la recuperación del centro histórico
y sus barrios aledaños con el objetivo de detener la salida de sus
habitantes hacia otra zona de la ciudad.
Este proyecto inició desde 1985 con el cableado
subterráneo y a partir de 1998 se inicia el rescate de fachadas,
explica el director del Centro INAH-Campeche, Carlos Vidal. A la fecha
se han rehabilitado mil 600 fachadas, de las cuales 400 se localizan en
los barrios de San Francis, San Román y Guadalupe y el resto en
el centro histórico.
Por el momento los trabajos se han realizado con recursos
del estado y la participación del INAH, mientras que el papel de
los campechanos "se restringe, por ahora, a acatar las normas de conservación
que tenemos dentro de la ciudad", declarada por la UNESCO como Patrimonio
Cultural de la Humanidad en 1999.
En los próximos meses se espera la consolidación
del plan director urbano de Campeche y otro proyecto destinado a la investigación
de asentamientos prehispánicos en el lugar, posiblemente con la
participación de la Unión Europea, porque "sabemos que había
una ciudad, pero no se ha hecho un trabajo formal al respecto".
Daños por Isidore
Continúan los trabajos para reparar los daños
causados por el huracán Isidore en edificios arqueológicos
e históricos de Campeche. Vidal indicó que el fenómeno
meteorológico afectó 29 construcciones entre zonas arqueológicas
e iglesias, además de edificios militares y públicos, principalmente
por reblandecimiento de las estructuras, aunque sostuvo que en "ninguno
hubo daños que pusieran en peligro su estabilidad".
En 28 de los edificios dañados los trabajos de
restauración concluirán a finales de este año, mientras
que en la zona arqueológica de Becán, en el que se perdieron
algunas banquetas y hubo derrumbes en una de las torres. Ahí las
labores iniciarán en enero próximo y el sitio está
abierto al público.
En cuanto al saqueo en zonas arqueológicas Vidal
señaló que "es un problema que no se va a agotar", más
en un estado que cuenta con más de mil 600 sitios arqueológicos,
aunque es un aspecto que se tiene controlado.
En materia de turismo, agrega, una de las ventajas de
Campeche "es que llegamos antes que el él y eso nos permitió
hacer los planes, los marcajes, las áreas de servicio y los accesos
a los sitios. No somos un destino de playa, entonces los turistas vienen
exclusivamente a visitar los sitios arqueológicos y es diferente
al que llega a Chichén Itzá o a los sitios cercanos a lugares
vacacionales".
Las zonas arqueológicas recibirán este año
entre 130 mil y 140 mil visitantes.