Multitudinario homenaje a las 30 víctimas
de la represión oficial de hace un año
Con marchas pacíficas, Argentina recordó
la revuelta popular de diciembre de 2001
Las movilizaciones civiles provocaron hace 12 meses
la caída de Fernando de la Rúa
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 20 de diciembre. Multitudinarias
manifestaciones de los movimientos de desocupados (piqueteros),
asambleas barriales, fábricas recuperadas, estudiantes, artistas,
sindicalistas y sectores políticos convergieron este día
en la Plaza de Mayo para recordar los graves sucesos del 19 y 20 de diciembre
de 2001, que culminaron con la caída del presidente Fernando de
la Rúa, y dejaron más de 30 muertos y cientos de heridos.
Sólo se produjeron algunos incidentes aislados
cuando desconocidos arrojaron bombas Molotov contra una sede bancaria en
el centro de esta capital y también bombas lanza panfletos
en la localidad de Lomas de Zamora contra una representación de
la privatizada Telefónica y de Citibank. En Córdoba hubo
temor por el ataque de un grupo que se desprendió de la marcha también
multitudinaria y que apedreó la sede de Telecom y un McDonald's.
Hubo daños materiales, pero no heridos.
Si bien no existió la espontaneidad de aquella
movilización de todo un pueblo tañendo las cacerolas, que
arrasó con la Plaza de Mayo y sus alrededores la noche del 19 de
diciembre de 2001, y que continuó con una heroica resistencia popular
ante la brutal represión policial, especialmente protagonizada por
miles de jóvenes, varios de los cuales fueron asesinados por la
policía, esta vez la organización venció los rumores
de conspiración.
Se mostró la importancia del nuevo emergente social
que son los miles de piqueteros, organizados en diversos movimientos,
algunos de los cuales están integrados a distintos bloques: Polo
Obrero, Barrios de Pie, Coordinadora Aníbal Verón, Corriente
Clasista y Combativa (CCC), Federación Tierra y Viviendas y otros.
Estos
sectores ocuparon hoy la Plaza de Mayo, donde mostraron su enorme crecimiento,
que también refleja la tragedia de la desocupación en el
país. Con matices hubo exigencias comunes y la consigna "que se
vayan todos" llenó las plazas y las calles. El 19 y 20 de diciembre
del año pasado los vecinos pidieron que sólo se llevaran
banderas argentinas. Ahora hubo manifestantes que llevaban largas banderas
argentinas extendidas, pero también banderas rojas o rojinegras,
que se multiplicaban por miles, además de enormes pancartas con
creativas leyendas que mostraban la diversidad que creó la increíble
participación popular. Pero el hecho nuevo en esta marcha fue que
junto a las argentinas ondearon banderas venezolanas en apoyo al gobierno
de Hugo Chávez y al pueblo de Venezuela y en rechazo al "golpe empresarial,
de la burocracia sindical y de los partidos acabados".
Hubo una respuesta multitudinaria en la Plaza de Mayo
en contra de lo que llamaron la conspiración imperialista contra
Venezuela y muchos recordaron como antecedente el golpe de Augusto Pinochet
en Chile, en los años 70. "Aguante, Chávez", rezaba una enorme
pancarta en la que se leía "Argentina se salva con Argentina y con
América Latina".
Las marchas que atrevesaron la ciudad de norte a sur y
de este a oeste, pusieron un color distinto, de día feriado, a la
ciudad y lograron movilizar a unas 100 mil personas aquí y otros
miles en todo el interior del país. Hubo controles de organismos
gubernamentales y de la Defensoría del Pueblo para tratar de ubicar
si había en las calles comandos de policías de civil, que
el año pasado fueron los responsables de la matanza en la Plaza
de Mayo. Las columnas piqueteras marchaban con cordones humanos
de seguridad propia y cuerdas o cadenas para evitar que salieran o entraran
infiltrados. Cuando las primeras columnas de la Corriente Clasista y Combativa
(CCC) entraron a la Plaza de Mayo este mediodía, aún estaban
allí grupos de personas que mantuvieron la vigilia toda la noche
en el llamado "aguante popular" con la intervención de conocidos
cantantes y músicos.
La protesta tuvo ayer picos de humor. Un joven se desnudó
lentamente en el centro bancario y sólo se dejó un calzoncillo.
Con eso quiso demostrar "cómo han dejado al país en pelotas".
Y además instó a comenzar "así desnudos con lo que
tengamos" y resistir los cantos de sirena del consumo.
También las coberturas metálicas de los
bancos amurallados, que lucían en muchos casos abolladas por los
golpes de los ahorristas defraudados, obstinadamente repetidos a lo largo
de todo un año, lucían leyendas como "Amor o capitalismo",
"Cuidado: depredadores trabajando" (en la Bolsa de Comercio) y otras.
Durante el mediodía de hoy los familiares de los
muertos por la represión del 20 de diciembre pasado recorrieron
los lugares donde cayeron las víctimas ante los ojos de la multitud:
Gustavo Benedetto, Diego Lamagna, Gastón Rivas, Alberto Márquez
y Carlos Almirón. También en el interior del país
hubo homenajes a las víctimas durante los saqueos, entre ellos varios
niños.
Mientras la manifestación de la CCC ocupaba el
mediodía toda la plaza, conjuntamente con representantes de la Federación
Tierra y Viviendas y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y llamaban
a la unidad, desde distintos puntos de la ciudad comenzaron a marchar hacia
allí las columnas que llegaron anoche desde todo el país
en la Marcha Federal. Aunque nunca se encontraron ambos grupos de piqueteros,
lograron mantener la plaza ocupada todas las horas. También llegaron
al lugar los piqueteros de la FTV.
Anoche, además del "aguante cultural" de la Plaza
de Mayo, las columnas del norte de la Marcha Federal hicieron un encuentro
con asambleas de barrios de las zonas cercanas a la residencia presidencial
de Los Olivos, donde acamparon y hubo cantos y ollas populares.
Fue impactante esta tarde la entrada en la plaza de las
asambleas barriales que quisieron mostrar al mundo "que más allá
de todos los pronósticos de los siempre escépticos, estamos
vivas y haciendo mucho en esta historia de nuestro pueblo puesto de pie".
También estuvieron allí por primera vez como organizaciones
conjuntas, los trabajadores de las fábricas recuperadas, que suman
más de un centenar y a las que en estas horas se acaban de agregar
otras nuevas. Ante las quiebras patronales los trabajadores se hicieron
cargo de varias empresas que están funcionando en sistema de autogestión.
También estaban muchos vecinos que propagandizan
la consigna de "consuma lo hecho en Argentina" y el sindicato de motoqueros
(los jóvenes que reparten correspondencias en motos) que cumplieron
un heroico papel en las jornadas del 20 de diciembre. Todos estaban allí
y la Plaza de Mayo rebosó esta tarde.
Aunque se expresaron algunas consignas divisionistas,
la movilización de este día mostró una enorme fuerza
de organización de los nuevos movimientos sociales que surgieron
al calor de las protesta y la resistencia de los años anteriores
y de la rebelión popular del 20 de diciembre pasado. La vigilancia
policial fue discreta y esto mostró una enorme diferencia con los
sucesos de 2001 y otros hechos de este año.
El gobierno del presidente Eduardo Duhalde, ante los rumores
de conspiraciones preparadas por los seguidores del ex presidente Carlos
Menem, quiso aceitar los detalles, especialmente después del asesinato
a mitad de año de dos jóvenes desocupados, Darío Santillán
y Maximiliano Kosteki, y también quedó demostrado que la
violencia policial desató las otras tragedias. Otro detalle fue
el crecimiento de los partidos de izquierda en columnas muy nutridas este
año.
Recuperar la dignidad
De alguna manera faltó el rumor de las cacerolas
que atronó el país en la noche caliente del 19 de diciembre
del año pasado, expresando que una nueva historia comenzaba a nacer.
A cambio de eso ahora no sólo se escucha "piquete y cacerola,
la lucha es una sola", sino que también se escuchó "cartoneros
nuestros", en homenaje a los miembros de ese ejército de la noche
que se desplaza por las calles de Buenos Aires y que ahora, organizados,
sienten que han recuperado la dignidad.
Las asambleas, raleadas en un momento por los errores
de grupos que intentaban saltar etapas en horas, se reorganizaron y están
produciendo hechos asombrosos de solidaridad barrial. Su ayuda a los cartoneros
y sus movidas culturales han despertado, como dicen, a "sectores dormidos".
La enorme marcha de este día mostró organización
y fuerza. Quizá nadie imaginó en aquellos cortes de rutas
de los fogoneros de Cutral Có o en Mosconi y Tartagal, en
Salta (en 1996-97), que esto tomaría fuerza de ola y que cada día
y a pesar de las divisiones se muestra como un movimiento ascendente en
el nuevo escenario que sucedió al huracán neoliberal. El
paro decretado por la CTA se cumplió en todo el país y además
instituciones estatales y los comercios de la zona céntrica dieron
asueto a sus trabajadores. Fue un día también memorable pero
por otras circunstancias que en 2001.
En tanto, la Organización de Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación (FAO) informó que instalará
una oficina en Argentina a fin de tener conocimiento de manera directa
de la situación social en este país y monitorear los avances
de la desnutrición, reveló el diario Clarín.
El representante de la FAO para América Latina
y el Caribe, Gustavo Gordillo, confirmó al matutino que la organización
está muy cerca de tener una representación en Argentina,
al señalar que la situación es muy preocupante.
Afirmó que se ha confirmado "lo que venimos diciendo
desde la FAO: que el problema de la seguridad alimentaria no es sólo
de producción de alimentos sino también de acceso a ellos,
y que a su vez está ligado a un problema de ingresos", indicó.