Investigadores del Poli hicieron un diagnóstico del tradicional barrio capitalino
Afecta el despoblamiento a La Merced
Proponen mejorar la calidad de vida de sus habitantes y rescatar el patrimonio cultural
DE LA REDACCION
Con la finalidad de recuperar la riqueza histórica y patrimonial de La Merced, uno de los barrios con más tradición en la ciudad de México, un grupo de investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional preparó un diagnóstico de la zona y propuso una serie de medidas para su recuperación y conservación. El estudio fue reconocido anteayer con el premio Francisco de la Maza que otorga el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
La recuperación de la zona tiene importancia no sólo en términos urbanos, pues es un destacado lugar de abasto popular, sino también simbólicos; según algunas investigaciones en ese sitio se fundó Tenochtitlán.
Sin embargo, desde hace 20 años la zona ha entrado en un proceso de deterioro debido al despoblamiento de inmuebles, los cambios en los usos de suelo, el comercio informal, la inseguridad, las condiciones de insalubridad y la ausencia de áreas verdes.
Ante la necesidad de detener el proceso de deterioro, recuperar el patrimonio histórico y mejorar la calidad de vida de habitantes y visitantes, el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México encomendó al Instituto Politécnico Nacional un estudio sobre la zona de La Merced, en el que intervinieron Ricardo Antonio Tena Núñez y Lázaro Santos Martínez con la coordinación de Salvador Urrieta García.
Los investigadores se enfocaron al polígono patrimonial del barrio, delimitado por las calles Corregidora, Jesús María, Fray Servando y Anillo de Circunvalación.
El proyecto, explica Tena Núñez, constó de seis partes: antecedentes documentales, diagnóstico sociocultural, patrimonio urbano y arquitectónico, patrimonio en riesgo en el polígono de estudio; uso de suelo, equipamiento y servicios barriales, y propuestas de regeneración urbana y arquitectónica del barrio.
El trabajo se realizó en dos etapas: la primera, entre agosto de 1998 y abril de 1999, cuyos resultados atendieron los compromiso establecidos con el fideicomiso, y la segunda a lo largo de 2001, cuando se amplió la información, se complementaron algunos datos, se obtuvieron nuevas imágenes y se preparó el documento para su divulgación en presentación digital.
Los especialistas determinaron el estado físico y legal de los inmuebles, así como sus cualidades arquitectónicas. Además, hicieron un diagnóstico por lote.
Entre las acciones propuestas por los investigadores destacan la rehabilitación del entorno habitacional de la Plaza de La Aguilita (centro del barrio) y el mejoramiento de vivienda; la recuperación del ex convento de La Merced para usos institucionales; el mejoramiento de las zonas de San Pablo y Jesús María para su incorporación al uso habitacional y turístico, la unidad sociocultural y la reintegración territorial del barrio -actualmente cortado por Anillo de Circunvalación-, así como el aprovechamiento de plazas y jardines para la recreación y el descanso de habitantes y visitantes.
Los resultados y las propuestas del diagnóstico fueron incorporadas al Programa Parcial de Desarrollo Urbano y Vivienda del Centro Histórico, en espera de llevarse a cabo.
