Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 23 de diciembre de 2002
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TOROS

Por feos, débiles y mansos, los de Santa Bárbara fueron abucheados en el arrastre

Regresó Joselito y cortó una oreja; Gutiérrez triunfó escuchando avisos

Gustó el capitalino Juan Salvador Llegaron a $5 millones las pérdidas de la empresa

LUMBRERA CHICO

Dos verónicas de José Miguel Arroyo Joselito, un extraordinario derechazo de Jorge Gutiérrez y algunos detalles muy toreros del novel Juan Salvador hicieron la tarde ayer en la Monumental Plaza Muerta (antes México), durante la octava corrida de la Estafa Grande 2002-2003, que registró una entrada de 14 mil espectadores y desesperó al villamelonaje ante el pésimo encierro de la debutante ganadería de Santa Bárbara.

Si el domingo anterior la gente acudió a los toros para ver actuar a un caballo, en esta ocasión el tumulto fue convocado por la reaparición del fino diestro madrileño, que hacía tiempo no vacacionaba, como todos sus colegas ibéricos, en la arena de Mixcoac, pero a medida que transcurría la fría tarde los ánimos se volcaron en favor de Jorge Gutiérrez, quien después de no lograr nada con su lote fue obligado a regalar un bicho más y, para sorpresa de él mismo, de los ganaderos y del respetable, le salió un bombón, bravo y noble, al que pudo cuajarle una hermosa faena con capote y muleta, aunque perdió las orejas por matarlo tardíamente y, por ello, mal y de malas.

A sus 27 años de edad, el capitalino Juan Salvador Sánchez López logró confirmar la alternativa que recibiera en noviembre de 1997 de manos de Eloy Cavazos y, un lustro después de haberse graduado como matador de toros, llegó al fin a la plaza más importante del Distrito Federal con 56 corridas y cinco cornadas a cuestas, para demostrar su afición y su buen gusto, así como sus notables limitaciones.

Pero nada pudo ante la sosería de Chocolate, primero de la tarde, un sardo feo de 472 kilos, ni ante la relativa alegría de Cantaclaro, penúltimo del festejo, un cárdeno bragado y bizco del pitón derecho. Con ambos, sin embargo, tuvo momentos de honda elegancia al torear a pies juntos, el cuerpo muy erguido y la muleta abajo, corriendo la mano en corto y con un estilo que evocaba una extraña síntesis del arte de Luis Procuna y Silverio Pérez a la vez, que le permitió insuflar a la lidia la emotividad que no proyectaban los animales.

Peor aún le fue a Gutiérrez con Florista, bello cárdeno nevado y paliabierto, de 494, excesivamente forrado de grasa ydibujo toros-J. Salvador falto de músculo, que fue aplaudido al salir y pitado al viajar tras las mulas rumbo al destazadero, después de que su enemigo escuchara un aviso por fallar con el estoque. Con el cuarto del elenco, Fedayín, otro adefesio cárdeno y bizco, de 489, que en nada recordaba al soberbio toro del mismo nombre que 26 años ha consagrara a Chuchito Solórzano, Gutiérrez comenzó empeñoso y terminó deprimido, la angustia pintada en el rostro.

Vino entonces el principio de lo mejor. Saltó al redondel Payaso, negro bragado y cornichico, igual que todos sus hermanos, pero de 503 kilos, un poco menos manso y menos débil, y Joselito -que había pasado inédito ante Sonajero, cárdeno bragado de 470- se abrió de capa en la zona de tablas y bordó un par de verónicas de aúpa, si bien despegadillas. Luego cuajó un quite por chicuelinas y tomó la muleta para iniciar su trasteo sentado sobre el estribo, antes de emprender una serie de derechazos plenos de temple y de mando. El bicho, por desgracia, se le apagó, pero lo mató de un estoconazo que le valió la única oreja de la tarde.

Recalentado el entusiasmo en los tendidos, la gente apenas vio el trabajo de Juan Salvador ante el sexto del encierro y se dedicó a chillarle a Gutiérrez para exigirle que obsequiara un séptimo cajón. El que salió de éste fue Jococón, negro bragado de 493, que voló sobre el burladero de matadores haciéndose el daño que ya no tuvo que causarle el picador, y se volvió de dulce, tanto al embestirle al viejo artista de Tula por chicuelinas antiguas como al beberse la muleta muy bien embarcado en largos y sentidos derechazos, de los cuales uno disparó la nostalgia y ayudó a pensar en aquel Jorge Gutiérrez de la temporada de 1991, hoy discretamente estragado por los años.


Utilidades y pérdidas

Domingo 22 de diciembre de 2002


 
Espectadores          14,000
Ingresos netos        980,000
     Egresos
          Jorge Gutiérrez        100,000
          Joselito        100,000
          Juan Salvador          30,000
          Ganado        200,000
          Otros     1,000,000
Subtotal     1,430,000
Utilidades        ----------
Pérdidas       450,000
Pérdidas anteriores     4,666,000
Pérdidas acumuladas     5,116,000

 
 

 

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