Antologías de sus boleros permitirán
al pueblo recuperar en parte su obra: Monsiváis
Ruiz Armengol, genio venerado por los músicos
como el mejor
Es el único compositor impresionista que había
dado México: Juan José Calatayud
"Dudo que vuelva a salir un músico de esa clase
y categoría, y con ese don de gentes": Melón
GABRIEL LEON ZARAGOZA Y DAVID SOSA FLORES REPORTERO
Y CORRESPONSAL
Mario Ruiz Armengol fue uno de los músicos y compositores
más respetados y reconocidos a escala nacional e internacional.
Su muerte es una pérdida irreparable para la música, porque
fue un genio de enorme y magnífica producción de obras para
concierto, arreglista orquestal para grabaciones y programas de radio,
y formador de compositores y cantantes del filin (bolero moderno)
nacional.
A este portento de la música universal, el Instituto
Nacional de Bellas Artes -que este año le rindió un homenaje
en el Palacio de Bellas Artes por 60 años de trayectoria-, por medio
del coordinador nacional de Música y Opera, Gustavo Rivero Weber,
pretende organizarle un concierto in memoriam en el primer trimestre
de 2003. Participarían músicos amigos del maestro, que interpretarían
temas de corte clásico y popular.
Sobre la inagotable veta creativa y generación
de un acervo musical de gran envergadura, que rebasa las 300 obras para
piano, boleros, sinfónicas y danzas cubanas, de este genio de 88
años que murió el domingo pasado en Cancún, el escritor
Carlos Monsiváis, el jazzista Juan José Calatayud, el sonero
Luis Angel Silva Melón y su biógrafo, Carlos Díaz
Barriga, hablan en encuesta.
Excepcional
Para
el cronista urbano Carlos Monsiváis, Míster Armonía
fue un compositor excepcional al que no se le ha reconocido del todo
por su trabajo en la música culta, por su desarrollo de la armonía
y por su infatigable virtuosismo pianístico. "En los últimos
tiempos se le reconoció ampliamente y él, con modestia maravillosa,
presidió los homenajes", refiere.
Para el autor de Escenas de pudor y liviandad,
el deceso de Ruiz Armengol es una pérdida que el pueblo de México
recuperará en parte "si se graba, de una manera convincente, mucho
de lo que hizo en música culta y si se hacen antologías de
sus boleros".
Para el sincopista Calatayud, Mayito -como le decían
cariñosamente- era el único compositor impresionista que
había dado México "aunque él (Mario Ruiz Armengol)
nunca estuvo de acuerdo con esa definición.
"Lo que hizo dentro de las formas musicales fue otro mundo,
que esperemos que se difunda y que en México se conozca lo que realmente
se desconoce de él. Curiosamente, en Europa y Estados Unidos se
sabe más de él".
Habría que rescatar, dice, la serie de melodías
pianísticas para niños que escribió y "que en México
deben ser consideradas una obra didáctica y de enseñanza
obligatoria".
Perteneció, agrega, al grupo de compositores que
aportaban sus canciones de manera generosa y sencilla. Su deceso marca
una gran pérdida para la música mexicana, porque fue un compositor
que escribía todos los días por lo menos una página
de música, que numeró como miniaturas".
No fue reconocido como merecía
Luis Angel Silva, quien convivió por años
muy cercanamente con Míster Armonía, opina que al
autor de las canciones Ternura y Muchachita nunca se le hizo
un reconocimiento como lo merecía, ya que fue "una de las glorias
musicales de México, reconocido a escala internacional por grandes
constelaciones de músicos veteranos. Entre los músicos de
nuestro país era considerado un genio.
"En cuestión de musicalidad, el señor era
un genio. Dudo que vuelva a salir un músico de esa clase y categoría,
y con ese don de gentes", lamenta.
Entre las anécdotas vividas con el compositor,
Melón recuerda las grandes reuniones de jam sesion
que Ruiz Armengol congregaba fuera del aire, mientras conducía un
programa en la estación de radio XEW. En el estudio se daban cita
grupos de cuartetos de cámara, jazz y el de los soneros Lobo
y Melón, y el propósito era lograr el mejoramiento
musical de todas las personas que el maestro llevaba a su programa.
Mediante un correo electrónico, el autor del libro
La calle de los sueños, que recoge la vida y obra del pianista
mexicano, Carlos Díaz Barriga, afirma que Mario Ruiz Armengol fue
el "pilar principal en el desarrollo del bolero moderno; es autor de canciones
que desde la década de los años 30 recorrieron el siglo XX
en las voces más destacadas; las orquestas y los músicos
solistas más importantes del continente americano han llevado su
obra por todo el orbe, y la producción de su música clásica
no encontrará jamás límites.
"Es el músico venerado por los músicos,
como el mejor. Es Mario Ruiz Armengol", concluye.
Sus cenizas, en Cancún
En Cancún, Quintana Roo, luego de las exequias
del compositor veracruzano, su hijo Francisco Ruiz Quintana afirmó:
"Hasta el último aliento de vida, Mario Ruiz Armengol no dejó
de tocar el instrumento que fue su fuente de inspiración: el piano.
"Nos tomó por sorpresa su partida, porque en las
últimas semanas se le veía más reanimado tras concluir
un tratamiento contra una metástasis en la columna vertebral, que
no le impidieron que siguiera tocando el piano", dice de su progenitor.
"Yo recuerdo que mi padre a toda hora se ponía
al piano y nos deleitaba con sus composiciones. Sólo mi hermano
mayor (Mario Ruiz, quien murió en junio pasado) heredó el
talento musical", refiere.
Con la mirada triste y fija hacia el nicho del panteón
Jardines de Paz, donde se depositaron las cenizas de su padre, recuerda
que el compositor dejó un gran legado musical, que trascendió
incluso a países como Alemania, donde una obra para arpa, sirve
de examen en el Conservatorio.