Médicos y enfermeras arrancan a la Presidencia la promesa de iniciar diálogo en Gobernación
Personal de IMSS-Oportunidades exige condiciones laborales mínimas
Instalan plantón en Paseo de la Reforma en espera de que Santiago Levy los reciba
FABIOLA MARTINEZ
Desde las zonas rurales más pobres y apartadas del país llegaron ayer a la ciudad de México cientos de médicos y personal auxiliar del programa IMSS-Oportunidades para exigir condiciones laborales mínimas, como jornada de ocho horas, seguridad social y derecho a un empleo fijo.
Son especialistas que laboran 36 horas seguidas en la sierra o en la selva; enfermeras auxiliares que ante la eventual ausencia de un galeno atienden partos, hemorragias y suturan, pero sobre todo son quienes dan "la cara a la comunidad" al aplicar una veintena de programas de salud y sociales básicos.
Los trabajadores marcharon del Angel de la Independencia hacia Los Pinos, pero un retén de granaderos les impidió el paso en la avenida Chivatito. Una comisión entró a dialogar con un funcionario de la Presidencia y salió con la promesa de que habrá diálogo en la Secretaría de Gobernación, encuentros ya conocidos por los médicos, pues los resultados radican en redactar minutas y compromisos que -afirman- nunca se cumplen.
Los manifestantes retornaron por Paseo de la Reforma y se instalaron en plantón frente a la sede central del IMSS en espera de ser recibidos por el director del instituto, Santiago Levy. Fueron horas de caminata y de sol, aunque menos de las que laboran cada semana o las que caminan para llegar a las comunidades apartadas.
Para exigir sus derechos laborales, los promotores de este movimiento integraron hace dos años el Sindicato Nacional Libre de Médicos Generales y Anexos, con sede en Orizaba, Veracruz, al que pretenden afiliar a los empleados dependientes del IMSS que carecen de prestaciones básicas y, en particular, a quienes cada año están en el filo de la navaja, "con el Jesús en la boca clamando por un contrato anual o semestral más".
Los médicos, enfermeras y personal de apoyo integrantes del programa IMSS-Oportunidades (antes Solidaridad) que marcharon ayer provienen de algunas de las 564 unidades rurales o de 10 hospitales de segundo nivel ubicados en 17 entidades federativas, aunque en esta ocasión el mayor contingente fue integrado por trabajadores de Oaxaca, Chiapas y Veracruz, los estados más pobres.
Participaron en la protesta muchos médicos y enfermeras de la sierra Zongolica, donde el ex presidente Ernesto Zedillo puso en marcha hace algunos años el Programa de Educación, Salud y Alimentación de combate a la pobreza, que se conserva con otro nombre.
De acuerdo con el testimonio de los trabajadores, en el hospital de esa región sólo hay cinco médicos para atender a la población abierta de la sierra. Una de las jornadas laborales más pesadas son las guardias. Por ejemplo, un especialista entra a trabajar un lunes a las 7:30 de la mañana y sale el miércoles a la misma hora. Si es necesario, debe cubrir un turno normal, porque puede "caer de la gracia del directivo y perder el contrato".
Ante las faenas extraordinarias no hay garantía de pago adicional y menos de recuperar el dinero gastado en pasaje, alimentos u hospedaje. Esto se repite en el área de Palenque, Los Altos de Chiapas, en la sierra veracruzana o en la de Oaxaca. Los gastos extras salen de su bolsillo, incluso cuando reciben algún enfermo grave que hay que trasladar al hospital y la familia del paciente "no trae ni un peso"; entonces "para que no se nos muera ahí le damos dinero para el alquiler del carro que lo saque", narra una enfermera de Huazuntlán, Sierra de Soteapan, Veracruz.
El personal de Microregiones, parte del programa Oportunidades, debe llegar a cada rincón para vacunar gente, "aunque a veces uno tenga que pagar el hielo para que se conserven los biológicos".
Es responsable de los esquemas de nutrición, atención a embarazadas, recién nacidos, pláticas y apoyo de lactancia materna, proyectos productivos, entre otros. "En las unidades somos intendentes, secretarias, archivistas, enfermeras, doctoras, traumatólogas, pediatras, šlo que haga falta! No obstante, el personal con un salario neto de 4 mil pesos mensuales no tiene derecho a vacaciones y cobra por honorarios."
Faustino Orduña, médico con 23 años de antigüedad, cuando inició el programa, en su origen denominado IMSS-Coplamar, resume: "Con ese ritmo de trabajo ni vida familiar tenemos... Ƒen qué país vivo?, Ƒcómo quieren que atendamos con calidad y calidez con jornadas agotadoras y más de 70 pacientes al día?"
Donato Lázaro, médico que atiende en la sierra de Zongolica, señala: "Vinimos hasta aquí aun a riesgo de perder el empleo. Somos los caballos de batalla de los programas oficiales y ni base tenemos. Vinimos porque de todas formas allá no tenemos nada".