VENTANAS
Eduardo Galeano
Hagiografía
Ya es santo, casi ángel, José María
Escrivá de Balaguer, que por nosotros vela desde el Cielo.
En vida, este piadoso siervo de Dios predicó el
amor a la guerra, denunció a los rojos y a los libertinos, odió
a los homosexuales y a los judíos y despreció a las mujeres.
Mucho antes de que el Papa lo hiciera santo, el generalísimo
Francisco Franco lo había hecho marqués: él le cantaba
himnos de alabanza y custodiaba la paz de su espíritu mientras Franco
exterminaba la república española y aniquilaba a los herejes.
En el camino de la gracia divina, Escrivá fundó
el Opus Dei, para que los banqueros virtuosos practicaran la caridad prodigando
cheques al Vaticano.
Según sus devotos, produjo varios hechos milagrosos.
Su milagro más extraordinario ocurrió cuando un creyente
desesperado, víctima de la inseguridad ciudadana, oró implorando
su protección. Escrivá, que todavía no era santo pero
ya estaba en eso, escuchó la plegaria. Entonces la estrella de la
fe iluminó la puerta de la casa de aquel buen hombre y allí
apareció, intacto, el automóvil que le habían robado.