Aunque no es responsable por omisión,
sí fue requerido, dice el subprocurador Campos
Deslindan a Bermúdez Molina de la corrupción
en la FEADS de Tijuana
CAROLINA GOMEZ Y JORGE A. CORNEJO CORRESPONSAL
El procurador Rafael Macedo de la Concha "confía
plenamente" en los elementos de la Procuraduría General del República
y "por el momento" deslinda de cualquier responsabilidad en los hechos
ocurridos en Tijuana, Baja California, al titular de la Fiscalía
Especializada en Atención a Delitos contra la Salud (FEADS), Estuardo
Mario Bermúdez Molina, quien demostró con "documentales"
haber cumplido con la orden de que las poco más de 30 subsedes de
la FEADS se integraran operativamente bajo el mando de los delegados.
En
conferencia de prensa, José Jorge Campos Murillo, subprocurador
de Procedimientos Penales C de la dependencia, aseguró que Bermúdez
hasta ahora no es responsable por omisión, aunque aclaró
que "sí fue requerido" para que explicara por qué la subsede
en la que se decomisaron 4.85 toneladas de mariguana no se había
seguido la instrucción, y aclaró que los siete elementos
consignados eran de reciente ingreso a esa plaza de la FEADS. "Algunos
estaban recién llegados, y otros tenían sólo seis
meses allí".
No obstante, según la procuraduría de Baja
California, desde octubre de 2002 comunicó a la delegación
estatal de la PGR sus sospechas de que el personal de la FEADS en Tijuana
era presunto responsable de "levantones", secuestros y asesinatos.
El procurador general de Justicia de Baja California,
Antonio Martínez Luna, dijo hoy que en varios casos investigados
por la Policía Ministerial del Estado (PME) relativos a homicidios
y secuestros, algunas de las líneas de investigación establecen
como posibles autores a elementos de la PGR.
Esta corrupción fue reconocida por Bermúdez,
quien en entrevista señaló que lo ocurrido en Tijuana "pone
de manifiesto (...) la firme determinación de las autoridades de
limpiar una estructura que por desgracia con tan poquito tiempo de vida
se corrompió tanto, como fue la FEADS".
Según Campos, quien encabezó el grupo que
se trasladó a Tijuana para las primeras investigaciones, el pasado
10 de enero el procurador Macedo supo de acciones ilícitas de los
agentes federales en Tijuana, por lo que solicitó la intervención
del Ejército.
Tras negar que el procurador general haya optado por el
Ejército porque está debilitada la confianza en sus funcionarios,
Campos cayó en contradicciones, al señalar inicialmente que
había sospecha de que en la sede de la FEADS en la Mesa de Otay
habría armas escondidas. Luego cambió su versión,
sostuvo que la expectativa era encontrar droga y que por esa razón
el procurador Macedo prefirió que interviniera el 28 batallón
de infantería.
Informó que Othoniel y Jaime Díaz García,
los presuntos narcotraficantes a quienes se decomisó la droga, podrían
pertenecer al cártel de los Arellano Félix. Agregó
que el estupefaciente tenía como destino final Estados Unidos.
Se negó a dar detalles para no interferir con las
pesquisas sobre el paradero de los detenidos. Sin embargo, en Tijuana se
conoció el domingo que tras ser consignados, el comandante de la
FEADS, José Miguel Uribe, cinco agentes y un empleado de la institución,
acusados de extorsionar a dos narcotraficantes, fueron trasladados a la
penitenciaría de La Mesa, donde se les colocó en una zona
apartada del resto de la población carcelaria por temor a que fueran
objeto de alguna agresión por parte de los internos.
En tanto, Othoniel y Jaime Díaz García fueron
trasladados en el mismo grupo al penal, pero ubicados con el resto de la
población.
Martínez Luna adelantó que a partir de la
próxima semana las instalaciones de la procuraduría estatal
podrán ser inspeccionadas sin previo aviso por personal militar
para constatar las condiciones en las que se da cumplimiento a la licencia
colectiva de uso de armas de fuego por parte de los agentes de la PME.
Las instalaciones de la FEADS en la delegación
municipal de Mesa de Otay continuaban todavía este lunes resguardadas
por efectivos militares.