El Presidente seguirá dictando las líneas
de la política internacional, insiste
Descarta Derbez diferencias sustantivas entre su cancillería
y la de Castañeda
Admite que carece de credenciales y experiencia, pero
dice que está dispuesto a aprender
ROSA ELVIRA VARGAS
Al aceptar que carece de toda credencial y experiencia
en materia de política exterior, Luis Ernesto Derbez Bautista apeló
a su compromiso con el presidente Vicente Fox y con el país como
argumento para aceptar el cargo de canciller, ya que ''lo que tengo bien
claro es que lo más importante es el bien México''.
Dijo
que más allá del estilo personal, no percibe que habrá
diferencias sustantivas entre la ''cancillería Derbez'' y la ''cancillería
Castañeda'', pues el programa y la visión de México
en sus relaciones con el mundo seguirá dictándolos el jefe
del Ejecutivo.
Dispuesto, asumió, a ''empaparme y enterarme de
todos los diferentes temas'' que incumben a su nuevo encargo, Derbez Bautista
no pudo eludir, en su primera presentación ante la prensa, una batería
de interrogantes sobre los temas de la agenda exterior mexicana: ¿cuál
será la política hacia Cuba? ¿Cómo será
su trato con el Congreso? ¿Insistirá en tener como prioridad
el logro de un acuerdo migratorio con Estados Unidos? ¿Cuál
será su posición frente al tema de Irak en la condición
de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de
la ONU?
En respuesta, tras insistir en la ''alta estima'' que
le merece el servicio exterior mexicano y la capacidad y formación
de sus integrantes, resaltó que la política exterior mexicana
''es la política exterior del Presidente de la república''
y que sólo él define las prioridades en política exterior,
interior, económica (y) ''en cualquier política que se está
llevando a cabo en el país, dado que es el Presidente de la República''.
Sobre Cuba dijo que aún no podía opinar.
Un cable de la agencia Dpa, fechado en Washington, da
cuenta que desde ayer mismo Luis Ernesto Derbez inició las labores
inherentes a su nuevo encargo. El portavoz del Departamento de Estado,
Richard Boucher, informó que el nuevo funcionario se comunicó
telefónicamente con su homólogo estadunidense, Colin Powell.
Powell y Derbez ''ansían tener una relación
amistosa y productiva'', se limitó a comentar Boucher, según
consigna el despacho informativo.
Aquí, en Tlatelolco, luego de recibir, a las 13
horas, la oficina del canciller, en una ceremonia privada, el nuevo titular
de Relaciones Exteriores ponderó ante la prensa su estilo de ''platicar,
entenderme con la gente'' para conocer sus programas y a partir de ahí
''tomar decisiones'' sobre los probables cambios en la estructura jerárquica.
''Pero de momento yo no veo a nadie corriendo por los corredores, empacando
ni mucho menos'', dijo.
En este punto, el canciller fue por lo menos inexacto.
Junto con él llegó ayer a Tlatelolco, íntegro, el
equipo de comunicación social que lo asistió en la Secretaría
de Economía y que desde ese momento se encargó de la difusión
de sus primeros actos.
Sí fue cauto en adelantar en que modificar la estructura
interna de la cancillería sería una decisión a tomar
sólo hasta tener un análisis de si hoy opera o no de manera
adecuada. Mientras, señaló, lo que se diga ''es especulación''.
También dijo que aprovechará su asistencia
a la reunión de embajadores ante el Consejo de Seguridad de la ONU
en Nueva York para entrevistarse con sus homólogos y tomar impresiones
respecto al caso Irak.
Respecto de la inexperiencia y desonocimiento que se le
atribuyen, y él mismo no niega, en los temas de política
exterior, Derbez no se alteró ante las preguntas sobre el particular,
pues dijo que algo similar se dijo de él cuando Fox lo nombró
al frente de la secretaría de Economía. ''La única
respuesta que puedo dar es que los juicios los forma la gente y el resultado
lo forma el trabajo de las personas''.
Más adelante, cuando se le preguntó si,
como en la época del PRI, en el autollamado ''gobierno del cambio''
también hay todólogos, Derbez Bautista pidió:
''dejemos que el tiempo juzgue mi capacidad o incapacidad''.