"La principal limitación del instituto es que gran parte de sus integrantes son funcionarios"

Asesor español: el INEE requiere mayor independencia de la SEP

Advierte sobre el riesgo de gastar demasiado en la aplicación de pruebas para evaluar la educación

Estudio de OCDE al respecto no es suficiente para valorar sistemas de enseñanza, dice Tiana Ferrer

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El español Alejandro Tiana Ferrer, uno de los cuatro extranjeros integrantes del Consejo Técnico del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), considera conveniente darle a este organismo mayor independencia de la Secretaría de Educación Pública (SEP), porque tal como está tiene algunas limitaciones.

Pionero en el estudio de la evaluación en España, donde fue el primer director del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE), señala que la principal limitación del INEE es que fue producto de un decreto presidencial y que por tanto la mayoría de sus integrantes son funcionarios, aunque considera positivo que algunos tengan cierta autonomía de la SEP.

Director además de la Association for the Evaluation of Educational Achievement -una de las más reconocidas en el ámbito internacional-, Tiana Ferrer señala que los resultados de estudios internacionales no "son cosa de vida o muerte", menos para "países que viven en la periferia del imperio" y que saben de antemano que van a obtener resultados más bajos que los de otras naciones.

Doctor en filosofía y letras por la Universidad Complutense de Madrid y vicerrector de Innovación y Evaluación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, reconoce que los estudios internacionales tienen limitaciones, ya que las pruebas se aplican a pequeñas muestras de estudiantes y no abarcan todas las materias del conocimiento.

La primera prueba

Entrevistado durante la visita que hizo recientemente a México para participar en la primera sesión del Consejo Técnico del INEE, Tiana Ferrer afirma que la primera prueba del instituto será conseguir que sus estudios respondan a la demanda de independencia y credibilidad de la sociedad y no sean producto de imposiciones de la SEP.

Por eso le augura un buen futuro al INEE, si logra ganar credibilidad e independencia desde ahora; "pero si no lo consigue, creo que tendrá un problema".

Al preguntarle si el INEE debe ser autónomo de la SEP, considera que por lo menos debe alcanzar "un cierto grado de independencia. Lo importante es que el instituto no sea un organismo en cual el secretario (de Educación Pública) diga 'que salga este resultado' y el resultado sale".

Por otra parte, dice que es natural que la evaluación provoque resquemor y resistencia en México, y da el ejemplo de España, donde se aplican evaluaciones de manera regular desde hace 12 años, pero asegura que al principio quienes manifestaron mayor desconfianza fueron los sindicatos de maestros.

"Como director del INCE me costó mucho tiempo, muchas conversaciones para convencer a los maestros que no se trataba de buscar vías de controlar, de castigar ni de nada, sino de dar elementos para reflexionar. Y como la práctica que hicimos avaló eso, los resquemores fueron desapareciendo".

En el caso de México dice que no le extraña que la creación y funcionamiento del INEE genere debate político; "supongo que las autoridades del instituto lo saben y es parte de su trabajo afrontarlo".

Como experto en el tema, señala que la evaluación es valiosa, porque permite hacer diagnósticos más sistemáticos de la educación, pero alerta sobre el riesgo de gastar demasiados recursos en la aplicación de las pruebas. "Compararte continuamente con los demás si sabes que estás mal y que te cuesta mucho dinero evaluar, a lo mejor no merece la pena; sin embargo, tampoco hay que renunciar a la evaluación, porque es un buen instrumento para detectar dónde están las deficiencias y posiblemente sus causas".

Al preguntarle si conviene comparar los resultados de desempeño escolar de países ricos y pobres explica que es necesario hacerlo en un mundo globalizado donde hay movimientos de personas y se están creando mercados laborales internacionales.

Sin embargo, indica que los resultados se deben leer con cuidado. "Todos sabemos que estamos en países que son la periferia del imperio y cabe esperar que tengamos resultados que no sean mejores, pero debemos analizar por qué son así y qué podemos hacer para mejorarlos".

Refiere que además de los estudios internacionales es necesario que los países tengan sus propios sistemas de evaluación para que determinen en qué medida se van cumpliendo los objetivos educativos, diferenciando la situación de escuelas públicas y privadas, de unas entidades y otras.

Por eso asegura que los estudios internacionales no son cosa de vida o muerte, sino indicios de lo que sucede, sobre todo considerando que los resultados tienen "límites de interpretación", ya que se aplican a poblaciones estudiantiles muy pequeñas.

En este punto agrega que el reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es básicamente de comprensión lectora, con unas pequeñas partes de matemáticas y de ciencias, por ello considera que no se puede valorar la calidad del sistema educativo tan sólo con esos elementos.