VENTANAS
Eduardo Galeano
La otra guerra
EN LA PRIMAVERA del 99, mientras los misiles eran
sufridos por Yugoslavia, exhibidos por la televisión y vendidos
por las jugueterías del mundo, dos muchachos de Denver, Colorado,
realizaron el sueño de la guerra propia.
Eric Harris y Dylan Klebold eligieron el día del
cumpleaños de Hitler para su carnicería: acribillaron a doce
alumnos y a un profesor en el colegio donde estudiaban. No usaron misiles.
A balazos hicieron su tarea; y después de matar, enamorados de la
muerte, se mataron.
La prensa informó que habían colocado, además,
algunas bombas caseras, para volar el colegio con todos sus ocupantes,
pero las bombas no estallaron.
Pero la prensa no mencionó otro plan que tenían,
por lo absurdo que era: los muchachos pensaban secuestrar un avión
y estrellarlo contra las torres gemelas de Nueva York.