Piden ONG ayuda a AI para que los liberen, en
Juárez
Denuncian tortura a 2 sujetos acusados de asesinar
mujeres
Se les responsabiliza de la muerte de ocho jóvenes
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Organismos defensores de derechos humanos iniciaron ayer
una campaña a favor de la liberación de Víctor García
Uribe y Gustavo González Meza, acusados por el homicidio de ocho
mujeres en Ciudad Juárez, pero que presuntamente rindieron su declaración
bajo tortura.
Al
hacer la presentación de la campaña, Adriana Carmona, de
la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos
Humanos (CMDPDH), consideró positivo el anuncio del ombudsman
nacional, José Luis Soberanes, de que abrirá una queja
de oficio sobre las mujeres asesinadas en Juárez, pero consideró
que no tiene caso abrir un expediente y luego no darle seguimiento, como
ha ocurrido en otras ocasiones.
La abogada se quejó de que la CMDPDH no ha sido
recibida por Soberanes para tratar el tema de las mujeres asesinadas en
Juárez, no obstante que esta agrupación le ha solicitado
audiencia en reiteradas ocasiones.
En conferencia de prensa recordó que el 7 de agosto
del año pasado el Comité para la Eliminación de las
Formas de Discriminación a la Mujer emitió un recomendación
al gobierno mexicano sobre los asesinatos de mujeres en el estado de Chihuahua,
que ya suman aproximadamente 300.
Como parte de la campaña, las ONG presentaron ante
Amnistía Internacional la solicitud de que se reconozca a García
Uribe y Gustavo González como inocentes, por la tortura recibida
y las irregularidades en el proceso, y se continúa con la presentación
de los casos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Esta dictó ya medidas cautelares para Sergio Dante
Almaraz, abogado que lleva el caso, y para Miriam García y Blanca
Guadalupe López Avalos, esposas de los acusados, por considerar
que su vida e integridad personal se encuentran amenazadas.
García Uribe y González Meza fueron detenidos
el 9 de noviembre de 2001, desaparecidos por dos días y torturados
por un grupo de agentes policiacos encapuchados. El 11 de ese mes fueron
presentados por la Procuraduría estatal como responsables de los
homicidios de las mujeres que recientemente habían sido localizadas.
Como prueba se presentó una confesión firmada y un video
"evidentemente manipulado".
Almaraz señaló que los acusados declararon
haber sido torturados durante el interrogatorio, pero el juez omitió
dar fe de ello. Posteriormente, el abogado Mario César Escobedo
obtuvo fotografías que evidenciaban la tortura, pero fue asesinado
el 5 de febrero de 2002 por agentes judiciales.
Expuso que durante las investigaciones se presentaron
una serie de irregularidades, como la presentación fuera de tiempo
de las pruebas de ADN de las mujeres asesinadas. Finalmente las pruebas
de los cuerpos no coincidieron con los nombres que se consignaron en la
confesión de los acusados.
Almaraz consideró que el gobierno del estado debería
explorar otras líneas de investigación, como el tráfico
de órganos, y que también están comenzando a desaparecer
hombres jóvenes.
Carmona señaló que la comisión y
la Asociación de los Cristianos para la Abolición de la Tortura
(ACAT) están denunciando que en Chihuahua hubo encubrimiento de
la práctica de la tortura no sólo del gobierno sino del Poder
Judicial.
Por eso consideró que la liberación y un
reconocimiento del uso de la tortura ayudarían a que las organizaciones
civiles confíen en las investigaciones que realiza el gobierno de
Chihuahua. "No podemos seguir confiando en un juicio o una investigación
que están sustentados en la tortura", advirtió.