BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Guerra contra Irak: "la marcha de la locura"
Un año del concepto "eje del mal"
Foro en EU sobre "el verdadero estado de la Unión"
¿QUE CADENA DE televisión, de las
"diez grandes" que controla Estados Unidos, seleccionará Osama Bin
Laden para ver la guerra contra Irak desde su refugio seguro de Jalalabad,
en la frontera entre Afganistán y Pakistán, en donde afortunadamente
nadie lo molesta?
HACE UN AÑO, el presidente número
43 de Estados Unidos, durante su informe sobre el "estado de la Unión",
lanzó el simplismo conceptual que resquebrajó al mundo en
forma oficial: el "eje del mal", acuñado por el israelí-canadiense-estadunidense
David Frum, quien en su libro reciente The right man (El hombre
adecuado, ¡ultra-sic!), una apología desreguladamente
incontinente, revela el entorno sicológico de Bush, quien al parecer
necesitaba un ente similar al "eje Berlín-Tokio-Roma" de la Segunda
Guerra Mundial para librar su "guerra permanente" contra el terrorismo
global de Al-Qaeda, la trasnacional islámica del terror jefaturada
por Osama Bin Laden, (¿ex?) agente de la CIA en Afganistán
y (¿ex?) socio de la dinastía Bush y del Grupo Carlyle.
EL ANTECEDENTE DEL "imperio del mal" del presidente
Reagan, con el que fue estigmatizada la URSS, había cuajado estupendamente
en las mentes simplistas de una opinión pública manipulada
al antojo. El apetito bélico "a la carta" de Baby Bush necesitaba
un vínculo entre Irak y Al-Qaeda que le brindó el "eje del
mal", sin importar e importunar que en la realidad nunca haya existido
(Who cares?). En el momento de la sesuda discusión en la
Oficina Oval sobre los candidatos a integrar el "eje del mal", entre Bush
y Frum, su amanuense de cabecera sin cabeza, pasaba Condoleezza Rice (una
ferviente creyente en la metempsicosis y otros extravíos irracionales),
la consejera en seguridad nacional (¡super-sic!), quien sugirió
la importancia de agregar a Irán a la lista. En la fase de creatividad
semántica del "eje del mal", lo "malo" radicaba en que se cargaba
demasiado contra el Islam (Al-Qaeda, Irak e Irán), por lo que intervino
la directora de comunicación, Karen Hugues (hoy dimisionaria, como
otros del círculo íntimo), quien sumó alegremente
a Norcorea para no parecer tan islamófobos (Pravda, 22 de
enero). Así nació el cerebral concepto del jocoso "eje del
mal". Vista en retrospectiva, la incrustación de Norcorea a la demencial
creación del "eje del mal" de Bush-Frum-Rice-Hugues resultó
un monumental error geopolítico, como resalta Madeleine Albrigth,
secretaria de Estado con Clinton.
EN
SU INDISPENSABLE libro (un manual de consulta siquiátrica sobre
los líderes bélicos) La marcha de la locura: desde Troya
hasta Vietnam, Barbara Tuchman, dos veces ganadora del premio Pulitzer,
ataja la locura que se apodera de los gobiernos a través de los
tiempos. La locura radica, a su juicio, en la consecución por los
gobiernos de políticas contrarias a sus propios intereses, pese
a la existencia de alternativas factibles: "el poder para dar órdenes
frecuentemente causa el fracaso para pensar". Para Tuchman, cuatro puntos
decisivos ilustran sus asertos: la guerra de Troya, la secesión
protestante, la pérdida de las colonias en Estados Unidos por el
rey británico George III, y la guerra de Estados Unidos en Vietnam.
¿Tan pocas para 5 mil años de "civilización"? ¿Formará
también parte la "guerra preventiva" unilateral de Baby Bush
contra Irak? Desde luego que la acuñación del "eje del mal"
bushiano, como ha sido descrita en forma jacarandosa, forma parte de la
"marcha de la locura de los gobiernos", que suelen perder seguido la razón.
YA HABRA TIEMPO de desmenuzar la apología
desregulada del amanuense incondicional, David Frum, un fanático
del economista escocés Adam Smith, a quien cataloga de "sensible
filósofo" (¿filósofo?, ¿de dónde?),
quien parece aprovecharse de la ocasión biográfica para avanzar
su propia agenda librecambista.
MAS ILUSTRATIVO HA resultado el interesante foro
celebrado conjuntamente el 14 de enero en Washington por la revista Atlantic
Monthly y la Fundación del Nuevo Estados Unidos sobre el "verdadero
estado de la Unión", en el que destaca una frase lapidaria de Ted
Halstead: el país con el mayor número de patentes, premios
Nobel y millonarios es también el país con los más
altos niveles de pobreza y de mortalidad infantil entre las democracias
modernas, lo que obliga a revisar su contrato social. Al foro acudió
Michael Lind, un texano de quinta generación (el nepotismo dinástico
Bush es de segunda generación, si se acepta la conversión
tardía de Daddy Bush) y miembro prominente de la Fundación
del Nuevo Estados Unidos, quien ha elaborado una evaluación seminal
sobre la "cultura geográfica texana" del presidente: Hecho en
Texas: George W. Bush y la captura sureña de la política
estadunidense. Lind expone la extendida alianza de 25 años entre
el fundamentalismo cristiano de extrema derecha basado en el Sur y los
"imperialistas sionistas neoconservadores", que se volvió el principal
apoyo político y financiero del Partido Likud en Estados Unidos.
En un capítulo notable titulado "Armagedón", Lind señala
a sus clones dentro del equipo Bush (Paul Wolfowitz, Doug Feith,
David Wurmser, Richard Perle, etcétera) y a toda su fauna en los
medios (Krystol, Krauthammer, Podhoretz, las revista Weekly Standard
y Commentary, etcétera).
MAS ALLA DE la consabida política bélica,
depredadora, oligárquica, jingoísta, racista y capitalista
mafiosa que practica esta "alianza" texano-sionista bajo la férula
del presidente 43, según las apreciaciones polémicas de Lind
no se puede entender el empecinamiento de la guerra contra Irak si se pasa
por alto la alianza fundamentalista del "Antiguo Testamento" (Lind dixit)
a los dos lados del Atlántico, que ignora los alcances redentores
del Nuevo Testamento.
EL EPILOGO DE cuatro sucesos mayúsculos
en el lapso de cinco días, del 27 al 31 de enero (no incluimos el
Super Bowl entre Bucaneros y Raiders -corsarios-, que le asienta como anillo
al dedo al capitalismo mafioso de Estados Unidos, en el que no faltarán
quienes detecten incontrovertibles señales esotéricas para
librar la guerra), marcará la filosofía para los libros de
historia sobre la guerra contra Irak, determinada de antemano y que no
ha cesado desde 1991: 1) los hallazgos el 27 de enero de toda la charada
de los inspectores jefaturados por Hans Blix; 2) el día siguiente,
el resultado de las elecciones en Israel, donde el general Ariel Sharon,
el "hombre de la paz" en la cosmogonía singular del presidente Bush,
saldrá bien librado gracias al apoyo del eje Londres-Washington,
pese a todos sus escándalos de corrupción (quizá esa
sea una retribución virtuosa en el mundo del "capitalismo mafioso"
que opera simultáneamente en Wall Street, la City y Tel Aviv); 3)
con ocho horas de diferencia en el huso horario, a sabiendas del resultado
electoral en Tel Aviv, el informe del presidente Bush sobre el "estado
de la Unión", que sufre un verdadero cataclismo sico-socio-económico,
solamente podrá ser encubierto por la arenga bélica contra
Saddam Hussein que entonará el presidente 43 de Estados Unidos a
quien le toca vivir la aceleración de su decadencia; y 4) la reunión
definitoria, en apariencia, entre el primer ministro Tony Blair y Bush
el último día del mes.
EL PERIODICO BRITANICO The Guardian (23
de enero) ha revelado que el Departamento de Estado, dirigido por el general
Colin Powell (un lobo feroz quien finalmente se quitó su disfraz
de cordero), ha enfatizado que la "protección de los pozos petroleros"
es "el tema principal". ¿A poco?
EL EPILOGO DE la guerra contra Irak definirá
en forma prístina los nuevos alineamientos geopolíticos que,
curiosamente, seguirán los trazados geoeconómicos. Sin contar
el probable desmembramiento de Irak en tres pedazos (el kurdo norteño,
el chiíta sureño y el centro sunnita, dominados por Washington,
que busca un oleoducto desde la región kurda de Kirkuk conectado
a los puertos israelíes de Haifa y Eilat, según The Asia
Times, 22 de enero), la guerra corre el riesgo de desparramarse, no
solamente a los seis países fronterizos de Irak (Turquía,
Jordania, Siria, Irán, Arabia Saudita y Kuwait), al borde de la
balcanización, sino también a los vasos comunicantes de la
incadescente geografía islámica: desde Marruecos, pasando
por Medio-Oriente/Cáucaso/Cachemira, hasta el sureste asiático.
LOS DADOS HAN sido echados y el mundo ya se fracturó
antes de que Estados Unidos inicie en forma preventivamente unilateral
la segunda guerra contra Irak en 12 años, lo cual trasluciría
la muerte simultánea de la ONU y la OTAN, así como las exequias
de la alianza de Estados Unidos con Francia y Alemania, de tiempos de la
guerra fría. El mundo ya cambió y esto no sucedió
en el transcurso de la semana pasada, cuando Alemania y Francia (junto
con Rusia y China) osaron rebelarse en forma espectacular contra la "marcha
de la locura" de Estados Unidos y su unilateralismo demencial. En el contexto
del aniversario 40 del Acuerdo del Elíseo entre dos visionarios,
el general De Gaulle y Adenauer, ahora correspondió a sus sucesores,
Chirac y Schroeder, anunciar los planes para la "ciudadanía dual"
entre ambos países, que sumarán 150 millones de habitantes
con un PIB de 3.7 billones de dólares, a punto de convertirse en
la segunda superpotencia geoeconómica y que probablemente constituiría
el núcleo del nuevo multilateralismo del tercer milenio, al que
se pudieran adherir Rusia, Irán y, quizá, China, en un eje
común contra el unilateralismo del eje Estados Unidos-Gran Bretaña-Israel.
EN REALIDAD, EL golpe de Estado de la elección
bananera de Baby Bush, un instrumento de la petrocracia que
controla la dupla Cheney-Rumsfeld, y la llegada de la cohorte de los ultrahalconazos
al poder en Washington, definió la fractura incontorneable entre
el unilateralismo del eje EU-Gran Bretaña-Israel (habría
que matizar y descontar a sus importantes cuan respetables segmentos pacifistas,
que se han visto impotentes ante un desafío colosal) y el multilateralismo
de un nuevo despertar que sustentan Francia y Alemania: la "vieja Europa",
según el "joven" septuagenario Donald Rumsfeld. El ultrahalconazo
secretario de la Defensa, de 71 años de edad, por lo visto ignora
(u olvidó: existen edades cuando ciertas neuronas cerebrales cesan
de funcionar) que Estados Unidos, gracias a Francia obtuvo su independencia
de Gran Bretaña, y que el país galo le regaló su Estatua
de la Libertad, que se quedó en una vulgar estatua orwelliana sin
libertad.