VENTANAS
Eduardo Galeano
Subsuelos de la noche
Porque esta mujer no se callaba nunca, porque para ella
no había una estupidez que no fuera un problema, porque estaba harto
de trabajar como un burro de carga, porque no aguantaba más dormir
con una estatua con ruleros, por las malas ondas, por la falta de respeto,
porque ella le dolía demasiado y porque la vio con otro, él
se vio obligado a retorcerle el pescuezo, como si fuera gallina.
Porque este hombre no escuchaba nunca, porque para él
no había un problema que no fuera una estupidez, porque estaba harta
de trabajar como una mula, porque no aguantaba más dormir con una
estatua que roncaba, por los malos tratos, por las burlas, porque él
le dolía demasiado y porque lo vio con otra, ella no tuvo más
remedio que empujarlo desde un décimo piso, como si fuera bulto.
Al fin de esa noche, desayunaron juntos, como todos los
días. Leyeron el diario, ninguna noticia les llamó la atención.
Los sueños no salen en los diarios.