Jenaro Villamil
Tv Azteca-Cerisola, la derrota de una facción
El viernes 24 de enero las imágenes de la pantalla mostraron a un enardecido Jorge Mendoza Garza, vicepresidente de Televisión Azteca y, "casualmente", presidente en turno de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) agredir verbalmente en el Cerro del Chiquihuite a sus contrapartes de Canal 40. Junto a él se encontraba un personaje singular en esta historia: César Cerisola, "asesor jurídico" de la empresa de Ricardo Salinas Pliego y medio hermano -ni más ni menos- que del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola.
La imagen sintetizó este largo mes de la infamia. Ante la inoperancia y franca complicidad de las autoridades de Comunicaciones y Transportes, un juez ordenó hoy que se le devolviera a Canal 40 lo que siempre fue de su legítimo dominio: las instalaciones de transmisión.
Durante treinta días, con azoro, primero, y con indignación, después, la opinión pública, los legisladores y finalmente los jueces ocuparon el espacio que dejó vacío la inoperancia gubernamental. Las lecciones de esta disputa aún no terminan. De hecho, inicia un punto de quiebre fundamental para el gobierno de Vicente Fox.
El caso se volvió paradigmático porque ejemplificó la inoperancia gubernamental en otras áreas: el conflicto con los productores agropecuarios, la crisis de salud pública detonada en el estado de Chiapas, la extraña actuación de la PGR en el conflicto con la FEADS, la tardanza en la ayuda a los damnificados de Colima. Todo esto se concatenó durante el mismo mes que la ilegalidad prevaleció en el cerro del Chiquihuite.
El primer responsable del escándalo CNI-Tv Azteca es el titular de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola. Ahora se sabe que existe un sospechoso tráfico de influencias entre Televisión Azteca y la SCT. Ni el silencio de Cerisola ni sus jugarretas legaloides pudieron acallar el escándalo. Por el contrario, lo alentaron. Junto con él, el secretario de Gobernación fue arrastrado en este conflicto que desde el 27 de diciembre pudo haber sido resuelto con las armas de la ley y no con la guerra de pantalla que emprendió la televisora del Ajusco para anular a Canal 40 y a la opinión pública en general.
Otros sectores menos visibles y muy poderosos también encararán una derrota compartida con Ricardo Salinas Pliego. Difícil evadir el hecho de que detrás de este empresario se mueven intereses como el de los Legionarios de Cristo que, según distintas fuentes, poseen poco más de 12 por ciento de las acciones de Tv Azteca.
Difícil olvidar que esta agrupación emprendió desde 1997 una guerra contra Canal 40 y otros medios, incluyendo a La Jornada, por la difusión de los testimonios que incriminaban a Marcial Maciel en casos de abuso sexual y pederastia. La mano de los Legionarios se trasluce como si fuera el ultrasonido de este conflicto.
ƑQué sigue a partir de ahora?
1. En primer lugar, la reforma jurídica a la legislación de medios electrónicos. El duopolio televisivo representado por Televisión Azteca y Televisa reclama la instrumentación de un nuevo diseño que pase por la democratización mediática, el respeto a la diversidad, al derecho a la información y a la libertad de expresión. La actual Ley Federal de Radio y Televisión y su reglamento, modificado con el decretazo del 10 de octubre de 2002, son auténticas bombas de tiempo que permiten la ley del más fuerte y la discrecionalidad en la relación gobierno-medios.
2. La Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión vive una crisis de representatividad y legitimidad. ƑSe podrá sostener a su actual presidente después de tales muestras de parcialidad que lindan en el pandillerismo? Los propios concesionarios y trabajadores de medios electrónicos demandan modificar las reglas de concentración que dominan a la cámara.
3. Al gobierno federal se le reclama un cambio urgente de sus principales operadores en estas áreas. Ayer fue la crisis del aeropuerto, hoy la de CNI-Tv Azteca y mañana pueden ser las telecomunicaciones. El poder público ejercido en forma errática y parcial transmina toda la posibilidad de cambio democrático.
4. El estado de derecho sólo puede ser efectivo si es laico. Acotar los intereses de grupos de la derecha católica que acompañan en el viaje a la pareja presidencial no es un asunto menor. Este caso demostró que ellos mismos están dispuestos a abortar la transición democrática a nombre de una falange.
