Los trabajos resultarán costosos, dice Roberto Huerta
Presentan "daños reparables" 15 edificios protegidos por el INAH
MONICA MATEOS-VEGA
El director del centro INAH-Colima, Roberto Huerta, informó vía telefónica que son 15 los edificios protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia que fueron afectados por el movimiento telúrico, pero todos presentan "daños reparables; hasta ahora ninguno amerita demolición. Tendremos que recurrir al Fondo Nacional de Desastres, pues la reparación, eso sí, resultará costosa".
Sobre las declaraciones del director de Obras Públicas en la capital colimense, Raúl Arredondo, quien afirmó que debido a las "trabas" puestas por el INAH para rehabilitar construcciones del Centro Histórico de esa ciudad muchos edificios de la zona se derrumbaron (La Jornada, 26 de enero de 2003), Huerta consideró que el temblor "no respetó nada, ni los inmuebles modernos ni los tradicionales".
Añadió que el primer causante de los daños a inmuebles en esa capital fue el sismo del 21 de enero, "pero también el terreno en el que muchos de ellos se ubican, además del escaso mantenimiento en la arquitectura de varias edificaciones".
Agregó que entre 1998 y 2000 la dependencia a su cargo recibió 906 solicitudes de intervención en edificios catalogados de históricos y protegidos por el INAH, de las cuales autorizaron 882.
Entre las 24 peticiones que se rechazaron, explicó, es porque "se pretendía construir más niveles, estacionamientos o demoler los inmuebles para construir centros comerciales. No aceptamos porque nuestro deber es resguardar el patrimonio cultural".
Por ejemplo, dijo Huerta, el INAH-Colima no autorizó la demolición de una finca del siglo XVIII, ubicada en el centro colimense, conocida como La Marquesa. Sus dueños la tienen abandonada, han dejado crecer la maleza y hay basura; además, pretendían construir un estacionamiento.
Con el sismo, este inmueble sólo sufrió daños en una de sus esquinas y ello debido a que ésta se encontraba debilitada por alguna intervención anterior, explicó el funcionario, quien consideró que resulta una "afirmacion irresponsable" culpar al INAH por los daños en el centro colimense.
El instituto es "un organismo que regula intervenciones en monumentos historicos. Analizamos los estilos arquitectónicos y su relevancia histórica; antes de cualquier intervención, damos el visto bueno para que no se modifiquen de manera sustancial, pues estamos al pendiente de conservar nuestra arquitectura.
"Bajo ciertos lineamientos autorizamos el establecimiento de comercios en las casas del Centro Histórico de la capital, pero la seguridad estructural de los inmuebles corre a cargo del ayuntamiento de Colima. Existe un reglamento muy bien hecho, que data de 1985, precisamente derivado de la experiencia del sismo que afectó la ciudad de México. Esta legislación es muy puntual. Por eso, el INAH sólo se hace responsable del aspecto cultural".
Roberto Huerta comentó que el templo del Sagrado Corazón, uno de los más dañados y que fue construido a finales de siglo XIX, "es totalmente recuperable. Roberto Hernández, del Centro INAH-Michoacán, ha dictaminado que el inmueble requiere un gran trabajo de ingeniería, y de ninguna manera será demolido, aunque en este momento se debe apuntalar y restringir el acceso de personas".