Marco Rascón
Partido y elección mediática
El PRD es a la política lo que Tv Azteca a los medios: la vulgaridad.
Vicente Fox, creador de la guerra publicitaria prolongada y de las decisiones por encuesta, se ha convertido hoy en el ideólogo del perredismo para hacer precampañas con gastos insultantes, servicio por el que debería cobrar derechos de autor al Partido de la Revolución Democrática.
Las precampañas que está llevando a cabo el PRD para elegir delegados y diputados cambiaron el método interno, sustituyendo o combinando la entrega de despensas y leche adulterada por encuestas contratadas de dudosa credibilidad. Por esa vía, quienes ayer fueron acusados de clientelismo y manipulación, hoy son los más populares y posibles ganadores. Antes despensas, hoy encuestas.
El nuevo método de elección mediática y la manipulación de encuestas reflejan el tipo de partido en que se ha convertido el PRD, hoy unido por la discordia y los intereses personales, que a su vez lo desunen; vastos recursos, pero ahora para que compitan perredistas contra perredistas.
Sus siglas y procedimientos permiten elegir más por ambición que por talento y compromiso político; todo ello es reflejo de una dirigencia demagógica, dedicada a torcer la legalidad y que impunemente se denomina "partido de izquierda" para vender el concepto por kilo en el gran tianguis que ha instalado la oligarquía trasnacional y local.
El Partido de la Revolución Democrática ha protegido a los grandes medios de comunicación, particularmente a Tv Azteca, al respaldar la derogación de 12.5 por ciento de tiempo de transmisión para los concesionarios venezonalizados que dictan las decisiones políticas y jurídicas desde sus monitores. De esa manera, el partido abandonó, entre muchas otras cosas, la lucha por la democratización de los medios a cambio de espacios que ahora utilizan sus precandidatos locales en campañas contra otros perredistas.
El PRD ha hecho de la publicidad y las encuestas su principal actividad y da vergüenza: tan sólo en las campañas internas para la presidencia nacional o las de precandidatos en el estado de México y el Distrito Federal, cada una por separado supera en gasto la emprendida por Cuauhtémoc Cárdenas por la Presidencia de la República en 1988.
Estos "cambios" en el manejo de la economía del partido del sol azteca han seguido el mismo criterio que se utiliza en la elección de las reinas de feria: gana la que tiene más dinero; no la más bonita. ƑCuántos personajes, incluso del narcotráfico, podrían utilizar el mismo criterio perredista para hacerse de representaciones?
Esto mismo ha llevado al partido a depender totalmente de las prerrogativas gubernamentales y, por lo tanto, a aceptar las reglas oligárquicas mediáticas para tener presencia en cada poste o espot, pero también lo han marcado como un partido con perfil mediocre, electorero y pragmático.
Salvo excepciones contadas, los gastos actuales de las precampañas perredistas contrastan con el discurso de austeridad del gobierno de la ciudad de México, mientras continúan las erogaciones sin control del mismo PRD con la condescendencia del Instituto Electoral del Distrito Federal, lo cual no sólo es insultante, sino que viola la legalidad interna y externa. De muchas maneras esta estructura aísla al PRD, aunque sus candidatos, que defienden el culto a la (falta de) personalidad, tengan "presencia propagandística".
Gran parte de los precandidatos no dejan de ser ingenuos, pues piensan que la lucha por aparecer en la encuesta es resultado del trabajo de una empresa neutral; sin embargo, la lista final la deshojan, en el caso del Distrito Federal, René Bejarano y Carlos Navarrete en nombre de todas las burocracias. Por eso, dado el alto grado de manipulación, los escándalos y desacuerdos serán directamente proporcionales a lo que cada precandidato gastó en su precampaña.
El uso de empresas contratadas para encuestar resultó una falacia en el caso del estado de México. Alducin, Mitofsky y todas las contratadas deberían ser intervenidas por el Instituto Federal Electoral, ya que en su relación con el PRD ponen en entredicho la credibilidad de su práctica profesional y servicios. ƑPublicarán, además de los resultados, la metodología que siguieron para seleccionar a los candidatos encuestados?
El IFE debería sancionar a las empresas contratadas, pues en las sucesivas elecciones han sido comparsas para fraguar fraudes internos, lo que está permitiendo crear una nueva variante de corrupción política entre empresas y partidos al hacer resultados al gusto del contratante. El caso Texcoco es un ejemplo escandaloso e impune.
No tardará en salir a la luz el origen de los recursos de los precandidatos del PRD, igualándose con los Amigos de Fox y el Pemexgate, y será causa de conflictos internos a partir de la designación de candidatos oficiales, lo cual ayudará a la derecha a demostrar que la izquierda es igual de corrupta.
Hacer o dejar hacer es una grave responsabilidad que recae en el consejo de fundadores del PRD, creado en el pasado congreso nacional, pues se han vulnerado las bases éticas, políticas y programáticas de un partido que nació con otros propósitos.
El Partido de la Revolución Democrática ha sido usurpado y puesto en venta; nada tiene que ver ni con la izquierda ni con la democracia.
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