ASTILLERO
Julio Hernández López
šBienvenido, doctor Frenk!
El secretario de Salud regresa a México (a Comitán todavía no)
Ahora sí se entregará "en cuerpo y alma" a su trabajo
DURANTE MES y medio (una semana completa en Ginebra en el último tramo), el doctor Julio Frenk Mora se entregó a la búsqueda de la dirección general de la Organización Mundial de la Salud, mientras en su país la secretaría federal del ramo, a su cargo, naufragaba por problemas acumulados a los que las crecientes insuficiencias presupuestales y el desbarajuste gubernamental institucionalizado hicieron estallar en episodios altamente lamentables, como el de la muerte de decenas de bebés en un municipio chiapaneco.
FRENK ES UN respetabilísimo médico que, por ejemplo, el pasado día 9 recibió en Barcelona el premio Homenot de la Sanitat, que anualmente otorga la fundación Avedis Donabedian, en este caso por su calidad humana y profesional, así como por la proyección internacional de su trabajo (aunque también como una intencionalmente oportuna muestra de apoyo del gobierno español a su candidatura a la OMS). Nacido en la ciudad de México en diciembre de 1953, Frenk obtuvo su título de médico cirujano en la UNAM y luego cursó en la Universidad de Michigan dos maestrías, una en salud pública y otra en sociología, y en 1983 se doctoró en atención médica y sociología. Su trayecto profesional le llevó en 1998 a ocupar la dirección ejecutiva de investigación e información para las políticas de salud de la citada OMS, y desde allí fue invitado a ser uno de los coordinadores del área respectiva del equipo de transición del presidente electo Fox.
LAS PRENDAS profesionales y personales del doctor Frenk han sido empañadas, sin embargo, por la grave falta de sensibilidad política y social mostrada justamente cuando peleaba por el cargo, al que finalmente ni siquiera en segundo lugar de competencia quedó (el ganador, el epidemiólogo sudcoreano Jong Wook Lee, consiguió 17 votos, contra 15 del belga Piero Piot, responsable del programa de la ONU contra el sida. A la hora de redactar esta columna, ni la página oficial de la OMS -www.who.int- ni los despachos de agencias informativas daban el número de sufragios recibidos por el mexicano). Un elemental sentido de prudencia habría impulsado al facultativo a pedir licencia de su importante puesto federal para dedicarse de tiempo completo y sin conflicto de intereses a su legítima búsqueda de la dirección de la OMS. Hubiera evitado, de entrada, que se supusiera con fundados motivos que el presupuesto de la Secretaría de Salud (Ssa) fuese puesto al servicio de un objetivo personal de su titular (no haría mal el funcionario en informar a la sociedad, ahora que ha terminado su fallida cruzada, de la manera como sufragó los gastos relacionados con su necesaria movilidad internacional). Pero, sobre todo, hubiera impedido que se le acusara, como ahora se hace de manera extendida, de haber privilegiado una aspiración particular sobre una obligación institucional que reclamaba de su atención plena y, de preferencia rayando en la exigencia, de su presencia personal en Comitán, donde decenas de niños fueron muriendo sin que apareciera signo alguno de preocupación oficial que fuera más allá de los boletines de prensa (el 19 del presente, por primera vez hubo un comunicado oficial sobre Comitán, informando alegremente que la Ssa "continúa fortaleciendo la atención médica" en aquel municipio chiapaneco; el 21 se giró otra información gozosa, ahora en relación con que Frenk había sido incluido entre los cinco finalistas que disputarían la dirección de la OMS).
EL RETORNO a casa del secretario de Salud no estará signado, sin embargo, por el hecho de haber perdido una apuesta tan alta. El simple hecho de haber quedado entre los cinco finalistas de una competencia de esa talla debería satisfacer a sus compatriotas. Pero sí tendrá el sello amargo de parecer la vuelta a algo no deseado, a un cargo tan menor, en comparación con las aspiraciones mundiales, que virtualmente se le abandonó cuando parecía estar en camino el peldaño más importante (a tal grado que en el equipo foxista se analizaban ya los prospectos para remplazar al presunto ganador). Frenk, el gran médico, careció de sentido de la responsabilidad para dejar las intrigas internacionales en Ginebra y regresar a atender el escandaloso caso de Comitán (que prefirió atender por larga distancia internacional mediante el subsecretario Roberto Tapia).
A TODOS LOS ingredientes que le crucifican, ahora Frenk está agregando el de la demagogia. Derrotado en su lance mundial, comenzó ayer a dar entrevistas telefónicas, en una de las cuales dijo estar presto para regresar a toda velocidad a México para seguir entregado "en cuerpo y alma a lo que he hecho en los dos años recientes". Según sus justificaciones, siempre estuvo al tanto de lo que sucedía en México, "día con día, sin ninguna distracción", además de que -en clarísima reproducción de la doctrina presidencial de mandar al Estado de vacaciones mientras suceden asaltos a señales de televisoras- los problemas de Comitán se dieron "en el periodo vacacional de Navidad".
PARECERIA INNECESARIO y hasta un poco cruel preguntarse: Ƒy qué hizo el Presidente de la República ante este abandono de responsabilidades y ante esta sospecha de uso de recursos públicos? Como jefe del gabinete, Ƒse habrá preguntado también, "y por qué yo"?
ASTILLAS: EL DESENCANTO que en México ha producido el foxismo ya ha llegado a los escenarios internacionales. Las contradicciones y el parloteo sin sustento no han hecho que los empresarios y los políticos europeos visitados se emocionen, al grado de que una reunión con inversionistas belgas acabó con un comentario breve y una pregunta sencilla cuando Vicente Fox se había declarado dispuesto a escuchar y contestar lo que creía serían muchas participaciones... Ayer, por ejemplo, en sesión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, dijo que nadie puede acusar a su gobierno de "predicar afuera lo que no cumple dentro", y que "México cree en la fuerza del derecho, no en el derecho de la fuerza". Lo malo es que no llevó diapositivas o un video relativos al asalto de Tv Azteca al cerro del Chiquihuite o a las marrullerías hechas por su administración para favorecer los intereses del Ajusco, retorciendo incluso interpretaciones judiciales... Chiapas, otra vez, mientras el gobernador Pablo Salazar se diluye entre escándalos.
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