Se opone a la agresión el general Norman
Schwarzkopf, héroe de la Guerra del Golfo
Rechazan la guerra 41 premios Nobel de EU y la cuarta
parte de la Cámara
Los líderes demócratas de representantes
y senadores cuestionan la necesidad de atacar Irak
64% de los estadunidenses prefiere dar más tiempo
al proceso de inspecciones, señala sondeo
JIM CASON Y DAVID BROOKS
Washington y Nueva York, 28 de enero. En el día
del informe a la nación del presidente George W. Bush, 41 científicos
y economistas estadunidenses galardonados con el Premio Nobel proclamaron
su oposición a una guerra "preventiva" contra Irak sin un amplio
apoyo internacional, mientras una curiosa mezcla de figuras, entre ellos
el ex comandante estadunidense de la primera guerra del golfo Pérsico
y movimientos civiles incrementaron su cuestionamiento a la premura bélica
de la Casa Blanca.
Es frente a esta amplia gama de fuerzas que Bush debe,
con su discurso de esta noche y en los próximos días, convencer
a una población renuente de la urgencia y ne-cesidad de su guerra
"preventiva".
Y tiene que hacerlo ante un fenómeno que sus antecesores
no en-frentaron: un movimiento pro paz "preventivo", o sea, conformado
antes de que comience la guerra.
Pese
a que no resulta sorprendente, aunque sí por sus dimensiones, que
en esta coyuntura avance un movimiento promovido por pacifistas y otras
fuerzas "progresistas", pocos esperaban escuchar voces disidentes de ex
militares, reconocidos científicos y hasta importantes figuras del
Partido Republicano del presidente.
Prever las consecuencias
Los 41 científicos galardonados con el Premio Nobel
de Química, Física, Medicina y Economía emitieron
una declaración de cuatro líneas: "Los abajo firmantes nos
oponemos a una guerra preventiva contra Irak sin un amplio apoyo internacional".
Aunque hay una posibilidad de una victoria relativamente
rápida, señalan, "la guerra se caracteriza por sorpresa,
pérdidas humanas y consecuencias no intencionales".
Para ellos, "aun con una victoria creemos que las consecuencias
médicas, económicas, ambientales, morales, espirituales,
políticas y legales de un ataque estadunidense preventivo minaría,
no protegería, la seguridad y la reputación de Estados Unidos
en el mundo".
Entre los científicos firmantes se encuentran Hans
Bethe, arquitecto de la bomba atómica; Norman Ramsey, quien participó
en el proyecto de construcción del artefacto nuclear y preparó
la bomba de Hi-roshima, y por lo menos otros dos que trabajaron en proyectos
del Pentágono. Su declaración será circulada por legisladores
en el Congreso de Estados Unidos.
Esta iniciativa complica el panorama para la Casa Blanca,
ya que hasta ahora podía minimizar las voces opositoras al calificarlas
de las mismas de siempre de las filas progresistas y liberales.
Pero hoy la Casa Blanca se despertó con otra pesadilla.
Sólo faltaba que el mismo día del informe un "héroe"
de la Guerra del Golfo, nada menos que el comandante de las fuerzas estadunidenses
en la invasión de Irak en 1991, se pronunciara en favor de la cautela
y de permitir que continúen las inspecciones en el país petrolero.
El (ahora retirado) general Norman Schwarzkopf, en declaraciones
que publica este martes el Washington Post, dijo: "creo que es muy
importante para nosotros esperar y ver qué encuentran los inspectores,
y esperemos que en-cuentren algo muy contundente".
Dijo
no haber visto suficientes pruebas como para convencerlo de que sus ex
colegas del gobierno tienen razón al avanzar hacia la guerra en
este momento. Al respecto, criticó en particular al secretario de
Defensa, y afirmó: "me han puesto algo nervioso algunos de los pronunciamientos
hechos por (Donald) Rumsfeld".
Pero Schwarzkopf, una de las figuras militares más
famosas del país, no está solo al proclamar sus preocupaciones
en las altas esferas del mundo político. Anoche, los líderes
demócratas de las dos cá-maras del Congreso, el senador Tom
Daschle y la representante Nancy Pelosi, expresaron su más firme
oposición, al cuestionar la necesidad de una guerra en este momento,
uniéndose a varios de sus colegas de ambos partidos.
Al respecto, el diario Boston Globe informó
que más de una cuarta parte de los integrantes de la Cámara
de Representantes han enviado una petición a Bush en que lo instan
a permitir la realización del proceso de inspecciones antes de considerar
una opción militar.
"Creemos que Estados Unidos debería hacer todo
intento por medios diplomáticos y con pleno apoyo de nuestros aliados",
escribieron 123 legisladores demócratas.
Y el New York Times se sumó hoy a las expresiones
en favor de dar más tiempo al proceso de inspecciones en Irak. "La
Casa Blanca no debería estar impaciente por invadir Irak. El mundo
deberá estar seguro de que toda posibilidad de una solución
pacífica ha sido plenamente explorada", indicó su editorial
principal.
Junto con estas expresiones des-de las alturas de esta
sociedad, en calles, iglesias, universidades y en el ámbito de innumerables
agrupaciones cívicas, todos los días sigue creciendo el movimiento
contra la guerra, no unido, diverso, pero de dimensiones sin precedente
en una coyuntura previa a una agresión.
Se expresa en manifestaciones, vigilias, desplegados en
los me-dios, por los pasillos infinitos de Internet, y hasta en televisión.
Sólo en los 10 días anteriores unas 250
mil personas han participado en manifestaciones nacionales en Washington
y San Francisco, además de las cotidianas acciones donde a veces
cientos, miles, se ex-presan de diversas formas.
Durante estos días, periodo considerado clave en
las decisiones para una guerra contra Irak (las maniobras en Naciones Unidas,
el informe a la nación, el envío de más tropas), este
movimiento también ha intensificado sus actividades.
La organización True Majority ha comprado 200 mil
dólares en tiempo en televisión, primero en CNN e intenta
obtener en otras, para trasmitir un spot con Susan Sarandon y el
ex embajador Edward Peck.
En este mensaje Sarandon se pregunta por estadunidenses
que re-gresan a casa muertos mientras, detrás de ella, aparece la
imagen de un cementerio en Normandía, Francia, y advierte de muertes
de mujeres y niños de Irak.
¿Qué hizo Irak para merecer esto?, pregunta
la actriz; Peck responde que nada, y explica que no se ha vinculado a Irak
con Al Qaeda o los atentados del 11 de septiembre. El spot concluye
con una explosión y las palabras "Triunfa sin guerra".
True Majority fue fundada por Ben Cohen, el cofundador
de los famosos helados Ben&Jerry.
Las encuestas registran la división de la opinión
pública en Estados Unidos sobre una guerra, pero más que
nada sorprenden por el nivel de oposición a una acción bé-lica
unilateral. La reciente encuesta de ABC, esta noche, consignó que
64 por ciento prefiere dar más tiempo al proceso de inspecciones.
Un sondeo de CNN-USA Today del lunes anterior señala
que la mayoría desea promover un consenso multilateral. Cuando se
preguntó a los encuestados si confían más en Estados
Unidos o en Na-ciones Unidas para enfrentar el problema de Irak, la opinión
fue de 47 contra 47 por ciento.
Sin embargo, según ABC, 61 por ciento sigue opinando
en favor de enviar tropas para enventualmente enfrentar a Saddam Hussein,
mientras que CNN registró que 43 por ciento se opone (el nivel de
oposición más alto desde el 11 de septiembre del 2001, señaló
CNN).
La guerra de la opinión pública, a pesar
de las proclamas de figuras famosas, legisladores y medios, to-davía
no está ganada por las fuerzas antiguerra. Bush hará todo
lo posible, empezando esta noche y en los próximos días,
para "en nombre de la paz", promover su causa.
Los estadunidenses, mucho más preocupados por sus finanzas que por Hussein: encuestas
Bush, obligado a dedicar gran parte de su informe al tema de la economía
Unos cuantos ricos saldrán mayormente beneficiados con la reducción de impuestos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 28 de enero. George W. Bush debió dedicar gran parte de su informe a la nación no al tema preferido: la guerra contra Irak y el "terrorismo", sino al precario estado de la economía estadunidense.
Seguramente los fantasmas de la presidencia de su padre deambulan por la Casa Blanca, un mandatario que triunfó en el golfo Pérsico pero que fue derrotado en su relección por no atender la situación económica interna del país.
La famosa frase del estratega del hombre que lo derrotó estaba en el aire hoy en esta capital: "es la economía, estúpido".
El problema para Bush y su equipo de asesores es que las encuestas registran una creciente preocupación por la economía estadunidense. Cuatro diferentes sondeos realizados durante las pasadas dos semanas revelaron que los estadunidenses están mucho más preocupados por la economía que por Saddam Hussein, a veces por márgenes de dos a uno.
"La mayoría de los votantes ya no cree que sus reducciones (de impuestos) son efectivas para crear empleos, y muchos también creen que sus políticas favorecen a los ricos y a las grandes empresas, más que a gente como ellos", resumió acerca de los resultados el economista Paul Krugman en su columna en el New York Times.
Aunque en público los funcionarios de la Casa Blanca insisten en que no les preocupan estas encuestas, altos funcionarios comentan -bajo condición de anonimato- que están bastante preocupados por una percepción pública de que el presidente no está centrado en la situación de su propio pueblo.
Fue por esto que Bush dedicó tanto espacio esta noche en su informe a su propuesta para un estímulo económico nacional basado en reducciones masivas de impuestos, un nuevo plan de salud para los ancianos y gasto para proyectos de energía, así como la perforación para extraer petróleo en Alaska, todo lo cual resultará, afirmó, en estimular una economía al borde de la recesión.
El informe presidencial anual es transmitido en vivo a todo el país por todas las cadenas nacionales y probablemente es el único momento durante el año en que el presidente puede captar la atención de decenas de millones de personas durante casi una hora, y sus asesores no estaban por dejar pasar esta oportunidad para cambiar la percepción pública.
Pero esto podría no ser tan fácil. Casi dos millones de personas han perdido su empleo en los pasados dos años y el valor de la mayoría de los fondos de jubilación se ha reducido 25 por ciento por el desplome en Wall Street. Una encuesta de CNN difundida la semana pasada demostró que la aprobación popular del desempeño del presidente se había desplomado también a sus índices más bajos desde el 11 de septiembre. Otra del Pew Center encontró que casi dos tercios de la población cree que Bush debería hacer mucho más para resucitar la economía, y duda de que su propuesta de reducción de impuestos les ayudará económicamente en un futuro inmediato.
Estas encuestas también indican crecientes dudas sobre la efectividad de la reducción impositiva por un valor de 674 mil millones de dólares que es la propuesta central de su plan de estímulo económico. Asesores de la Casa Blanca insisten en que esta reducción tributaria beneficiará a decenas de millones de "estadunidenses ordinarios", y para subrayar este punto el presidente invitó a algunas de estas familias "ordinarias" a presenciar su discurso desde el Capitolio.
A pesar de que mucha gente podría recibir un pequeño beneficio financiero a raíz de una reducción en sus impuestos por ingreso personal, casi 50 por ciento de los beneficios -o más de 337 mil millones- se destinará a un número muy reducido de ricos con ingresos mayores a 200 mil dólares al año.
La Casa Blanca sostiene que estos ricos gastarán o invertirán más y con ello estimularán la economía. Pero una encuesta del New York Times reveló que más de la mitad de los interrogados cree que los recortes de impuestos no son buena idea, comparado con un tercio que opinaban lo contrario.
También es significativo que 49 por ciento de los identificados como republicanos planteó a los encuestadores del New York Times que reducir el déficit del presupuesto federal era más importante que reducir impuestos. El problema para Bush es que sus reducciones en impuestos recompensan precisamente a la gente que más se benefició con el auge especulativo de Wall Street en los 90, el mismo fenómeno que dejó a la mayoría de los estadunidenses sin un notable mejoramiento de su situación económica.
"Tendrá que trabajar mucho más para consolidar la opinión pública", consideró el encuestador Peter Hart entrevistado por CNN. "El público estadunidense quiere una cosa: regrésanos a trabajar y haz que avance la economía". Aunque este país no es conocido por su agudo sentido histórico, en la Casa Blanca todos recuerdan lo que le ocurrió a George H.W. Bush, padre del actual presidente, quien perdió la relección por la percepción pública de que no le importaba la economía nacional. Su hijo no desea pagar otra vez por el pecado de su padre.
Habrá mayor cooperación con los expertos: Tarek Aziz
Decepciona al gobierno iraquí el informe de los inspectores de armas
AFP
Bagdad, 28 de enero. El gobierno iraquí se dijo decepcionado del informe presentado la víspera por los inspectores de armas al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Bagdad acusó al jefe de los inspectores, Hans Blix, de agrandar algunos aspectos y minimizar otros. Sin embargo, el régimen del presidente Saddam Hussein afirmó que seguirá colaborando con los expertos en desarme.
El asesor presidencial iraquí Amer Rachid declaró durante una conferencia de prensa que "no hubo una presentación equitativa y proporcional de los hechos.
"Hemos constatado, por ejemplo, que algunos hechos fueron aumentados y presentados como problemáticos para que tuvieran un impacto político y mediático negativo, mientras que otros, más importantes, fueron minimizados o ignorados", afirmó.
El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, restó importancia a los aspectos polémicos en entrevista con la cadena de televisión canadiense CBC, y aseguró que sólo dos puntos plantean problemas entre Irak y los inspectores: el primero se refiere al vuelo de aviones espías U2 sobre territorio iraquí y el segundo a las condiciones en que los científicos iraquíes pueden ser interrogados por los expertos de las Naciones Unidas.
Estimó que los demás aspectos fueron cumplidos y anunció que en el futuro responderán aún mejor "a todas sus necesidades" (de los inspectores).
Blix se extendió sobre las reticencias de Bagdad a someterse activamente a las inspecciones. "Irak parece no haber aceptado completamente, incluso hasta hoy en día, el desarme que le fue reclamado y que debe realizar para ganar la confianza del mundo", dijo. Además explicó que Irak no colaboraba lo suficiente sobre los temas del ántrax, del agente químico neurotóxico VX y de los misiles, sobre todo los Scud.
Irak, en boca de Rachid, exhortó este martes a Estados Unidos a entregar a los inspectores pruebas sobre el desarrollo de sus armas químicas, afirmando que el gas neurotóxico (VX) y el bacilo del carbono que tenía Bagdad están vencidos.
Por su lado, Hussein pidió este martes a sus soldados luchar hasta la muerte en caso de una guerra con Estados Unidos, tomando el ejemplo de los palestinos. "Fíjense en nuestros hermanos palestinos. Tomaron el ejemplo de sus ancestros y se transformaron en bombas contra los invasores", señaló Hussein durante una reunión con oficiales superiores.