CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Saltimbanquis políticos

LA POLITICA DE hoy, que no entiende de razones y menos aún de ideas, acomoda a sus elegidos, sin distingo de color, en éste o cualquier otro lado, siempre que sepan servir al que manda.

EL FENOMENO, PROPALADO entre quienes tienen al poder -sin importar el tamaño- como la culminación de sus ambiciones personales, no para en "pequeñeces ideológicas" con tal de satisfacerse, y brincan de uno a otro lado de la pista, protegidos por el sistema engañoso de los medios electrónicos, en los que la imagen mata la idea y, como dijera algún neoclásico, hasta las vacas pueden convertirse en "figuras".

LA SITUACION POLITICA en el estado de México no deja dudas, sobre todo en esa porción llamada área metropolitana de la capital de país, donde maromeros y saltimbanquis hacen gala de su virtud camaleónica, para llegar o mantenerse en la nómina del erario.

COSA DE HACER memoria. La alianza PRI-Partido Verde recibió como candidato a alcalde en Nezahualcóyotl a Antonio Cabello, militante del PRD; en Villa Nicolás Romero, Domingo Guzmán, prófugo panista, fue acogido en los brazos del renovado PRI, y en Tecámac, Aarón Urbina -panista que, arrepentido de Acción Nacional, se proclamó independiente- se ha refugiado ahora en las filas de la alianza.

COMO SE VE, el panismo en el área conurbada del DF, cuando menos, está sufriendo una sangría espectacular que, se quiera o no, debilita al supuesto partido "fuerte" de esta parte de la geografía nacional.

CUANDO MENOS SIETE aspirantes a un puesto de elección popular por la alianza provienen del PAN, y si a ellos no les atosiga la vergüenza, ni al PRI ni al Partido Verde les preocupa en absoluto.

POR ESO EDUARDO Mendoza, identificado con Acción Nacional desde siempre, hoy quiere competir con el sello de la alianza en Atizapán de Zaragoza, aunque su hermano ostente un cargo en el partido que ya abandonó.

Y POR AHI le seguimos: Héctor Pablo Morales, quien incluso fungió como secretario del ayuntamiento en Cuautitlán Izcalli, pretende no caer en el error de salir de la nómina gubernamental y quiere, desde la promiscuidad política PRI-Partido Verde, aferrarse al sueldo que pagan los habitantes de aquel municipio.

EN ZINANCANTEPEC Y en Tlanepantla, Leonardo Bravo y Abel Lucero, respectivamente, abandonaron las filas del PAN y ahora quieren gobernar bajo la bandera de la alianza sin el menor dejo de remordimiento ideológico.

PERO NO NADA más con los azules se cuecen habas. Marcela González, distinguida priísta, emigró contenta hacia el PRD para competir por Ecatepec, lo mismo que Leonardo Varela, hoy convencido perredista que pretende administrar Tejupilco.

TOTAL, EL PODER como se ve, ya no es cuestión de compromiso ideológico, más bien es asunto de perder la vergüenza y tener dinero, mucho dinero, para anunciarse en la radio o de plano en horarios AAA en la pantalla chica. No cabe duda, este país, ya cambió.

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