Operativo sin incidentes; sólo increparon y lanzaron rechiflas a agentes
La AFI y Hacienda decomisan tres toneladas de mercancía ilegal en Tepito
SUSANA GONZALEZ G.
Por lo menos medio centenar de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) cercaron ayer por varias horas la calle de Peralvillo -entre Matamoros y Jaime Nunó, en el barrio de Tepito-, en apoyo a un operativo de decomiso de unas tres toneladas de mercancía ilegal que llevó a cabo la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) de la Procuraduría General de la República (PGR), en coordinación con la Secretaría de Hacienda, en cinco tiendas y bodegas de discos.
A diferencia de otras ocasiones, cuando acciones de ese tipo se habían realizado durante la noche o la madrugada, ayer el operativo comenzó poco después de mediodía e implicó que los agentes federales rompieran algunos candados para introducirse en los locales 29-A, 33-A, 33-B, 39 y 41A a cumplir las órdenes de cateo, ante la mirada e inconformidad de decenas de comerciantes y habitantes de la zona.
Sin embargo, no ocurrieron incidentes, aun cuando varias personas lograron burlar el cerco policiaco por la plaza Santa Ana y se concentraron alrededor de los vehículos del Agrupamiento Poniente, de los transportes de las AFI, así como de los cinco camiones de mudanza que fueron llevados para transportar decenas de cajas de videos y de discos compactos vírgenes que fueron sacadas de las bodegas, pero cuyo número preciso se abstuvieron de proporcionar los agentes federales y el personal de Hacienda.
Los integrantes de la AFI pudieron realizar su trabajo sin incidentes, apoyados con armas largas y perros policías, pero no todo fue tranquilidad durante el operativo, porque hubo tensión con los granaderos que formaron una valla sobre Matamoros, los cuales fueron agredidos verbalmente y con rechiflas por al menos unas 20 personas que con letreros improvisados en cartulinas reclamaron su derecho a vender.
"Tepito necesita trabajar", gritaban a los uniformados algunos inconformes, los cuales sin embargo fueron superados en número por las decenas de curiosos, entre peatones que atravesaban la calle de Peralvillo o que abandonaron puestos y viviendas para presenciar el operativo, lo mismo que jóvenes que en motocicleta y con walkie-talkies o celulares se paseaban sin cesar entre granaderos y agentes federales.