Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 1 de febrero de 2003
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Mundo
La CIA y expertos desestiman los documentos de Bush para justificar la agresión

Cuestiona el jefe de inspectores de la ONU las pruebas de EU contra Irak

La supuesta vinculación de Bagdad con Al Qaeda, desmentida incluso por oficiales de inteligencia

De los iraníes, no iraquíes, las armas químicas que mataron a kurdos en Halabja, asegura experto

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 31 de enero. El jefe de inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas (ONU), expertos, historiadores y hasta la propia CIA han puesto en duda las pruebas presentadas por el gobierno de George W. Bush para justificar su guerra contra Irak.

Desde el martes, empezando por el informe presidencial, el gobierno de Bush ha divulgado una serie de presuntas pruebas para demostrar que Irak está engañando a la ONU sobre su armamento de destrucción masiva, que representaría una amenaza nuclear, y que el régimen de Saddam Hussein tiene vínculos con organizaciones "terroristas", incluyendo Al Qaeda.

Esta campaña para tratar de de-mostrar la necesidad de una guerra y derrocar a Hussein culminará el próximo 5 de febrero, cuando to-das estas pruebas serán presentadas al Consejo de Seguridad por el secretario de Estado, Colin Powell.

Pero cada día que pasa, varias de estas acusaciones se han desmoronado por no tener sustento en hechos o por distorsiones señaladas por los inspectores de armas, por expertos e historiadores y hasta por la propia CIA y otras agencias del gobierno estadunidense.

Hans Blix, jefe de los inspectores de la ONU en Irak, cuestionó va-rias de las afirmaciones de Bush y su gobierno sobre los engaños de Irak, e incluso el argumento de que la vía pacífica para desarmar a Irak estaba llegando a su "fase final".

Las mentiras del presidente

En una amplia entrevista publicada hoy por el diario The New York Times, Blix expresó: "creo que se-ría terrible que esto termine en el uso de fuerza armada, y deseo que este proceso de desarme sea por la avenida pacífica de inspecciones", aunque reconoció que los esfuerzos diplomáticos a veces tienen que ser respaldados por la fuerza.

También discrepó con algunas de las afirmaciones hechas por Bush y su secretario Powell en estos días.

Señaló que su equipo de inspectores no ha detectado maniobras iraquíes para ocultar o mover ma-teriales ilícitos dentro o fuera del país, que no ha visto pruebas creíbles de que se estaban enviando científicos fuera del país para evitar que fueran entrevistados, ni que, como afirmó Bush, agentes de inteligencia iraquíes están presentándose como científicos.

Igualmente, rechazó la aseveración estadunidense de que su equipo de inspectores podría haber sido infiltrado por agentes iraquíes.

Asimismo, afirmó que no ha vis-to indicios convincentes de vínculos entre el régimen de Irak y Al Qaeda. Su equipo, dijo, no ha de-tectado hasta la fecha "ningún elemento" de la existencia de agentes químicos o biológicos.

Una de las acusaciones más importantes para el argumento que desea promover Bush es el vínculo entre Hussein y Al Qaeda, ya que es el elemento que permite colocar la guerra contra Irak como parte de la lucha contra el terror y también ligarlo con los atentados del 11 de septiembre de 2001.

No obstante, hasta ahora las pruebas de este vínculo son parcas o inexistentes. Así, desde hace unos meses la CIA declaró que no había hallado ninguna prueba de una relación entre el gobierno de Irak y Al Qaeda.

Esta semana fuentes de inteligencia estadunidenses confirmaron al diario Los Angeles Times que no cuentan con pruebas sustanciales -y lo más que se tiene son hechos circunstanciales- de vínculos entre Hussein y Al Qaeda.

El argumento de la Casa Blanca parece centrarse en el caso del jordano Abu Musab Zarqawi, líder de Al Qaeda en Europa y supuesto jefe de armas químicas de Osama Bin Laden, quien supuestamente recibió atención médica en Irak, donde le amputaron una pierna por heridas recibidas en Afganistán.

Pero los oficiales de inteligencia admitieron a Los Angeles Times que sólo tienen evidencia circunstancial y que no tenían pruebas de que los vínculos de este hombre con Irak eran más que médicos.

Bush, en su informe presidencial, declaró que Hussein "asiste y protege a terroristas, incluyendo a miembros de Al Qaeda", al citar evidencia de "fuentes de inteligencia, comunicaciones secretas y de-claraciones de detenidos"; Powell y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld han afirmado que estas evidencias indican contacto y posible presencia de Al Qaeda en Irak.

Pero un alto oficial de inteligencia estadunidense dijo al periódico angelino que "hasta donde conozco, no hay nada nuevo", en éste u otros casos donde se sospechaba de relaciones entre el grupo de Bin Laden y el régimen de Irak.

Por cierto, el profesor Stephen Zunes, experto en Oriente Medio en la Universidad de San Francisco, señaló en comentarios al Institute for Public Accuracy que "no hay evidencias de cualquier vínculo entre Saddam Hussein y Osama Bin Laden, quien ha calificado al dictador iraquí como 'un apóstata, infiel y un traidor al Islam'.

"Irak jamás ha amenazado ni ha sido implicado en atentado contra territorio de Estados Unidos, y la CIA no ha reportado ningún ataque auspiciado por Irak contra intereses estadunidenses desde 1991".

Otra acusación repetida constantemente por Bush y su gobierno -y aceptada como hecho por muchos- es que Hussein ha utilizado armas de destrucción masiva contra su propio pueblo, citando el famoso caso del poblado de Halabja.

Pero hoy el ex principal analista político de Irak para la CIA durante la guerra entre ese país e Irán, puso en duda que Hussein haya empleado gas químico contra los kurdos.

"Todo lo que sabemos con certeza es que los kurdos fueron bombardeados con gas venenoso ese día en Halabja. No podemos decir con certeza que armas químicas iraquíes mataron a los kurdos", escribió Stephen C. Pelletiere en un artículo publicado este viernes en el New York Times.

Pelletiere sostiene, con base en la inteligencia del más alto nivel a la cual tenía acceso, que Irak usó ar-mas químicas en su guerra contra Irán, y que los kurdos no eran el objetivo de Bagdad, sino las tropas iraníes; los kurdos fueron atrapados en medio de la batalla. Pero hasta esto no es seguro, advierte.

Según un informe clasificado de la Agencia de Inteligencia de De-fensa de Estados Unidos, se concluyó que las armas químicas que mataron a los kurdos fueron ira-níes, no iraquíes, y que ambos países emplearon ese tipo de armas.

Por lo tanto, Pelletiere afirma que no es correcto acusar a Hussein "de gasear a su propio pueblo en Ha-labja como acto de genocidio, porque hasta donde tenemos información todos los casos en que se em-pleó gas involucraron batallas. Estas fueron tragedias de guerra. Podría haber justificaciones para invadir Irak, pero Halabja no es una de ellas".

Esta semana muchos miembros del Consejo de Seguridad, incluyendo México, Francia, Alemania y Rusia, junto con los inspectores, dieron la bienvenida a la decisión de Estados Unidos de compartir más información de inteligencia y pruebas para evaluar el caso Irak.

Cuando se le preguntó al embajador ruso, Sergey Lavrov, qué era lo que necesitaba escuchar de los estadunidenses, respondió al reportero: "¿Me lo pregunta en serio?... pues comprobación incontrovertible" del argumento estadunidense.

Hasta ahora todo indica que Lavrov y otros serán decepcionados.

Sin embargo, el gobierno estadunidense continúa defendiendo su ofensiva contra Irak para empezar a cerrar "la ventanilla diplomática", y señala que no puede divulgar todo lo que sabe para mantener protegidas a sus fuentes y métodos de inteligencia.

Y su acusación fundamental, al carecer de pruebas que resulten de las inspecciones de armas de la ONU, sigue las líneas formuladas por el secretario Rumsfeld: "la ausencia de evidencia no es evidencia de la ausencia" de armas de destrucción masiva en Irak.

No obstante algunos observadores políticos advierten que se debe proceder con mu-cho cuidado al evaluar las afirmaciones del gobierno sobre la base de que no está por engañar a su pueblo.

Recuerdan que otros conflictos bélicos de Estados Unidos fueron justificados por pruebas que obligaban a tomar una decisión fa-vorable a la guerra de agresión, pero después resultaron no del todo verídicas, y a veces eran absolutamente falsas.

Recuerdan casos recientes como las acusaciones de la hija de un líder kuwaití de que las tropas iraquíes que invadieron el emirato habían sacado a bebés de incubadoras en el hospital para dejarlos morir (algo que después se comprobó que nunca ocurrió).

O el famoso caso del golfo de Tonkin, en Vietnam, que justificó el masivo incremento de esa guerra, o hace más de un siglo cuando se responsabilizó a los españoles del hundimiento del barco USS Maine (se sospecha que fue un acto fabricado) y con ello se dio el pretexto de la guerra contra España, que resultó en la ocupación estadunidense de Puerto Rico y Filipinas.

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