La CIA y expertos desestiman los documentos
de Bush para justificar la agresión
Cuestiona el jefe de inspectores de la ONU las pruebas
de EU contra Irak
La supuesta vinculación de Bagdad con Al Qaeda,
desmentida incluso por oficiales de inteligencia
De los iraníes, no iraquíes, las armas
químicas que mataron a kurdos en Halabja, asegura experto
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 31 de enero. El jefe de
inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
expertos, historiadores y hasta la propia CIA han puesto en duda las pruebas
presentadas por el gobierno de George W. Bush para justificar su guerra
contra Irak.
Desde el martes, empezando por el informe presidencial,
el gobierno de Bush ha divulgado una serie de presuntas pruebas para demostrar
que Irak está engañando a la ONU sobre su armamento de destrucción
masiva, que representaría una amenaza nuclear, y que el régimen
de Saddam Hussein tiene vínculos con organizaciones "terroristas",
incluyendo Al Qaeda.
Esta campaña para tratar de de-mostrar la necesidad
de una guerra y derrocar a Hussein culminará el próximo 5
de febrero, cuando to-das estas pruebas serán presentadas
al Consejo de Seguridad por el secretario de Estado, Colin Powell.
Pero cada día que pasa, varias de estas acusaciones
se han desmoronado por no tener sustento en hechos o por distorsiones señaladas
por los inspectores de armas, por expertos e historiadores y hasta por
la propia CIA y otras agencias del gobierno estadunidense.
Hans Blix, jefe de los inspectores de la ONU en Irak,
cuestionó va-rias de las afirmaciones de Bush y su gobierno sobre
los engaños de Irak, e incluso el argumento de que la vía
pacífica para desarmar a Irak estaba llegando a su "fase final".
Las mentiras del presidente
En
una amplia entrevista publicada hoy por el diario The New York Times,
Blix expresó: "creo que se-ría terrible que esto termine
en el uso de fuerza armada, y deseo que este proceso de desarme sea por
la avenida pacífica de inspecciones", aunque reconoció que
los esfuerzos diplomáticos a veces tienen que ser respaldados por
la fuerza.
También discrepó con algunas de las afirmaciones
hechas por Bush y su secretario Powell en estos días.
Señaló que su equipo de inspectores no ha
detectado maniobras iraquíes para ocultar o mover ma-teriales ilícitos
dentro o fuera del país, que no ha visto pruebas creíbles
de que se estaban enviando científicos fuera del país para
evitar que fueran entrevistados, ni que, como afirmó Bush, agentes
de inteligencia iraquíes están presentándose como
científicos.
Igualmente, rechazó la aseveración estadunidense
de que su equipo de inspectores podría haber sido infiltrado por
agentes iraquíes.
Asimismo, afirmó que no ha vis-to indicios convincentes
de vínculos entre el régimen de Irak y Al Qaeda. Su equipo,
dijo, no ha de-tectado hasta la fecha "ningún elemento" de la existencia
de agentes químicos o biológicos.
Una de las acusaciones más importantes para el
argumento que desea promover Bush es el vínculo entre Hussein y
Al Qaeda, ya que es el elemento que permite colocar la guerra contra Irak
como parte de la lucha contra el terror y también ligarlo con los
atentados del 11 de septiembre de 2001.
No obstante, hasta ahora las pruebas de este vínculo
son parcas o inexistentes. Así, desde hace unos meses la CIA declaró
que no había hallado ninguna prueba de una relación entre
el gobierno de Irak y Al Qaeda.
Esta semana fuentes de inteligencia estadunidenses confirmaron
al diario Los Angeles Times que no cuentan con pruebas sustanciales
-y lo más que se tiene son hechos circunstanciales- de vínculos
entre Hussein y Al Qaeda.
El argumento de la Casa Blanca parece centrarse en el
caso del jordano Abu Musab Zarqawi, líder de Al Qaeda en Europa
y supuesto jefe de armas químicas de Osama Bin Laden, quien supuestamente
recibió atención médica en Irak, donde le amputaron
una pierna por heridas recibidas en Afganistán.
Pero los oficiales de inteligencia admitieron a Los
Angeles Times que sólo tienen evidencia circunstancial y que
no tenían pruebas de que los vínculos de este hombre con
Irak eran más que médicos.
Bush, en su informe presidencial, declaró que Hussein
"asiste y protege a terroristas, incluyendo a miembros de Al Qaeda", al
citar evidencia de "fuentes de inteligencia, comunicaciones secretas y
de-claraciones de detenidos"; Powell y el secretario de Defensa Donald
Rumsfeld han afirmado que estas evidencias indican contacto y posible presencia
de Al Qaeda en Irak.
Pero un alto oficial de inteligencia estadunidense dijo
al periódico angelino que "hasta donde conozco, no hay nada nuevo",
en éste u otros casos donde se sospechaba de relaciones entre el
grupo de Bin Laden y el régimen de Irak.
Por cierto, el profesor Stephen Zunes, experto en Oriente
Medio en la Universidad de San Francisco, señaló en comentarios
al Institute for Public Accuracy que "no hay evidencias de cualquier vínculo
entre Saddam Hussein y Osama Bin Laden, quien ha calificado al dictador
iraquí como 'un apóstata, infiel y un traidor al Islam'.
"Irak jamás ha amenazado ni ha sido implicado en
atentado contra territorio de Estados Unidos, y la CIA no ha reportado
ningún ataque auspiciado por Irak contra intereses estadunidenses
desde 1991".
Otra acusación repetida constantemente por Bush
y su gobierno -y aceptada como hecho por muchos- es que Hussein ha utilizado
armas de destrucción masiva contra su propio pueblo, citando el
famoso caso del poblado de Halabja.
Pero hoy el ex principal analista político de Irak
para la CIA durante la guerra entre ese país e Irán, puso
en duda que Hussein haya empleado gas químico contra los kurdos.
"Todo lo que sabemos con certeza es que los kurdos fueron
bombardeados con gas venenoso ese día en Halabja. No podemos decir
con certeza que armas químicas iraquíes mataron a los kurdos",
escribió Stephen C. Pelletiere en un artículo publicado este
viernes en el New York Times.
Pelletiere sostiene, con base en la inteligencia del más
alto nivel a la cual tenía acceso, que Irak usó ar-mas químicas
en su guerra contra Irán, y que los kurdos no eran el objetivo de
Bagdad, sino las tropas iraníes; los kurdos fueron atrapados en
medio de la batalla. Pero hasta esto no es seguro, advierte.
Según un informe clasificado de la Agencia de Inteligencia
de De-fensa de Estados Unidos, se concluyó que las armas químicas
que mataron a los kurdos fueron ira-níes, no iraquíes, y
que ambos países emplearon ese tipo de armas.
Por lo tanto, Pelletiere afirma que no es correcto acusar
a Hussein "de gasear a su propio pueblo en Ha-labja como acto de genocidio,
porque hasta donde tenemos información todos los casos en que se
em-pleó gas involucraron batallas. Estas fueron tragedias de guerra.
Podría haber justificaciones para invadir Irak, pero Halabja no
es una de ellas".
Esta semana muchos miembros del Consejo de Seguridad,
incluyendo México, Francia, Alemania y Rusia, junto con los inspectores,
dieron la bienvenida a la decisión de Estados Unidos de compartir
más información de inteligencia y pruebas para evaluar el
caso Irak.
Cuando se le preguntó al embajador ruso, Sergey
Lavrov, qué era lo que necesitaba escuchar de los estadunidenses,
respondió al reportero: "¿Me lo pregunta en serio?... pues
comprobación incontrovertible" del argumento estadunidense.
Hasta ahora todo indica que Lavrov y otros serán
decepcionados.
Sin embargo, el gobierno estadunidense continúa
defendiendo su ofensiva contra Irak para empezar a cerrar "la ventanilla
diplomática", y señala que no puede divulgar todo lo que
sabe para mantener protegidas a sus fuentes y métodos de inteligencia.
Y su acusación fundamental, al carecer de pruebas
que resulten de las inspecciones de armas de la ONU, sigue las líneas
formuladas por el secretario Rumsfeld: "la ausencia de evidencia no es
evidencia de la ausencia" de armas de destrucción masiva en Irak.
No obstante algunos observadores políticos advierten
que se debe proceder con mu-cho cuidado al evaluar las afirmaciones del
gobierno sobre la base de que no está por engañar a su pueblo.
Recuerdan que otros conflictos bélicos de Estados
Unidos fueron justificados por pruebas que obligaban a tomar una
decisión fa-vorable a la guerra de agresión, pero después
resultaron no del todo verídicas, y a veces eran absolutamente falsas.
Recuerdan casos recientes como las acusaciones de la hija
de un líder kuwaití de que las tropas iraquíes que
invadieron el emirato habían sacado a bebés de incubadoras
en el hospital para dejarlos morir (algo que después se comprobó
que nunca ocurrió).
O el famoso caso del golfo de Tonkin, en Vietnam, que
justificó el masivo incremento de esa guerra, o hace más
de un siglo cuando se responsabilizó a los españoles del
hundimiento del barco USS Maine (se sospecha que fue un acto fabricado)
y con ello se dio el pretexto de la guerra contra España, que resultó
en la ocupación estadunidense de Puerto Rico y Filipinas.