Nelson Mandela*
Liderazgo valiente por la transformación global
Es una tragedia lo que está ocurriendo, lo que
está haciendo el presidente George W. Bush. Todo lo que quiere Bush
es el petróleo iraquí. ¿Quiénes son, ahora,
para pretender que son la policía del mundo y querer decidir por
el pueblo de Irak lo que debería hacer con su gobierno y con su
liderazgo?
No cabe duda de que Estados Unidos se está portando
mal. Su amigo Israel tiene armas de destrucción masiva, pero porque
es su aliado no pedirá a la Organización de Naciones Unidas
(ONU) que le haga deshacerse de ellas. Esto sólo es un pretexto
para obtener el petróleo de Irak.
No hemos tenido guerras mundiales en 57 años, y
es por Naciones Unidas. Deberíamos condenar a Tony Blair y Bush
y hacerles saber que lo que están haciendo está mal. Otros
países, como Francia y Rusia, deben influir en la ONU para condenar
lo que Bush está haciendo.
Si esto es hecho por Naciones Unidas, si esta organización
declara que "Saddam Hussein no está cumpliendo con las resoluciones
de la ONU, y por tanto nosotros, la ONU, actuaremos", apoyaré eso
sin reservas.
Ahora Bush está socavando a la ONU. Está
actuando por fuera de ella, a pesar del hecho de que la ONU fue idea del
presidente Franklin Roosevelt y de Winston Churchill. Tanto Bush como Blair
están socavando una idea auspiciada por sus antecesores. No les
importa.
¿Será porque el secretario general de Naciones
Unidas (el ghanés Kofi Annan) es un hombre negro? Nunca hacían
estas cosas cuando los secretarios generales eran blancos.
¿Cuál es la lección de que aquéllos
actúen fuera de Naciones Unidas? ¿Están diciendo que
cualquier nación que crea que no podrá obtener el apoyo de
los países con un veto tiene derecho de actuar fuera de la ONU e
ignorarla? ¿O están diciendo, nosotros, Estados Unidos, somos
ahora el único superpoder en el mundo, y por tanto podemos actuar
como nos plazca? ¿Están diciendo que esta es una lección
que deberíamos seguir todos, o están diciendo: "somos especiales,
lo que hacemos no debería ser hecho por nadie más"?
Si hay un país que ha cometido atrocidades abominables
en el mundo, ese es Estados Unidos de América. No le importan los
seres humanos. Hace 57 años, cuando Japón se estaba replegando
en todos los frentes, ellos decidieron arrojar la bomba atómica
en Hiroshima y Nagasaki; mataron a mucha gente inocente y otros aún
están sufriendo los efectos de esas bombas.
Esas bombas no estaban destinadas a los japoneses, sino
contra la Unión Soviética, para decir: "mira, este es el
poder que tengo. Si te atreves a oponerte a lo que hacemos, esto te va
pasar a ti". Por ser tan arrogantes, decidieron matar a gente inocente
en Japón, que sufre por eso.
Lo que estoy condenando es que un poder, con un presidente
sin visión de futuro, quien no puede pensar adecuadamente, quiere
hundir ahora al mundo en un holocausto.
Me alegra que los pueblos del mundo -especialmente el
de Estados Unidos- estén erguidos y oponiéndose a su propio
presidente. Espero que esa oposición logre algún día
hacerle entender que ha cometido el error más grave de su vida al
intentar llevar a cabo una matanza y ser policía del mundo, sin
ninguna autorización de la comunidad internacional. Es algo que
tenemos que condenar sin reserva.
El pueblo de Estados Unidos debería usar su democracia
para deshacerse de Bush. Lo mejor es que los estadunidenses utilicen las
urnas y manifestaciones para llamar la atención sobre este asunto.
Finalmente, claro que tenemos que decir algo del asunto
de la globalización. Alguien que dice que él o ella no acepta
la globalización, es como decir que yo no acepto el invierno, y
por lo tanto no me voy a vestir para el frío. Lo que hoy ocurre
en el norte de Europa tiene un efecto en nuestra región ese mismo
día. La globalización ya está aquí, nos guste
o no.
Pero claro que la globalización en este momento
favorece a los ricos y poderosos. Tenemos que luchar contra eso. Tiene
que favorecer a todos los seres humanos, sea en Europa o en Africa.
* Premio Nobel 1993 y ex presidente de Sudáfrica.
Extractos del discurso pronunciado el 30 de enero de 2003 en el Foro Internacional
de la Mujer, que se celebra cerca de Johannesburgo, Sudáfrica.