Madres piden preservar la buena atención a sus hijos
Orilla IMSS a bajar la calidad de servicio en guarderías subrogadas
ANGELES CRUZ
Con la subrogación del servicio de guarderías, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) triplicó en cinco años la capacidad de atención a los niños menores de cuatro años de edad. Lo anterior, luego de la reforma a la ley general de la institución, por la cual los recursos económicos destinados a este rubro dejaron de utilizarse en otras áreas.
Información oficial del IMSS acepta que el limitado crecimiento de la cobertura de guarderías se debió a la falta de presupuesto generada por el "desvío", durante muchos años, del 1 por ciento de las cuotas obrero-patronales que corresponde a este servicio. Hasta 1997 únicamente había disponibles un poco más de 50 mil lugares. Para 2002 la cifra se elevó a casi 150 mil sitios.
El esquema vecinal permitió este incremento y para el instituto significó una mejor asignación de recursos a las guarderías, que favoreció la "adopción de nuevos modelos de servicio de menor costo y mayor cercanía a la comunidad".
Aún así, señala el informe, a la fecha únicamente se atiende a una cuarta parte de la demanda potencial, la cual, según cálculos del IMSS, es de al menos 420 mil niños, hijos de madres trabajadoras.
Para el instituto, la demanda de guarderías es uno de los temas que genera la presión financiera, pues debido a la creciente inserción de la mujer en el mercado laboral se modifica la composición de los ingresos del hogar y la exigencia por las prestaciones de seguridad social; hay una menor natalidad, pero al mismo tiempo una necesidad mayor de guarderías, que rebasa la capacidad instalada.
El esquema participativo y vecinal representó un motor de acción para la sociedad, con el cual el IMSS pudo disminuir los costos del servicio en casi dos terceras partes, pero, apunta el informe, "todavía es necesario encontrar nuevas fórmulas que permitan acelerar el crecimiento de la cobertura".
A partir de la reforma legislativa y ante la imposibilidad de construir su propia infraestructura, el IMSS abrió la posibilidad para que particulares -muchas de ellas mujeres ex trabajadoras del IMSS en guarderías- instalaran su propio negocio y atendieran a los menores mediante un convenio con el instituto.
El proyecto comenzó con cuatro estancias piloto en el Distrito Federal, y en poco tiempo se amplió hasta completar las mil 13 que existen en la actualidad en todo el país.
Para lograr la aprobación de sus propuestas, los dueños de los inmuebles tuvieron que cumplir una serie de requerimientos en cuanto a construcción, espacios, ventanas, pisos, losas, material didáctico, médico y de curación, entre otros, los cuales, además, en ocasiones son modificados "dependiendo del criterio de los funcionarios en turno", comentaron algunos de los concesionarios.
Sin embargo, al cumplir con la normatividad institucional y ser sujeto de supervisiones constantes, las guarderías participativas y vecinales del IMSS son de la más alta calidad, incluso por encima de algunas que operan en el mercado privado.
De ahí la inconformidad de dueños de las estancias, madres y padres de familia con las nuevas modalidades de atención que el IMSS pretende imponer en las guarderías subrogadas. Aunque también influye la exigencia de aumentar la cuota que reciben los particulares, la inquietud de los inconformes es principalmente por el tipo de atención que en los próximos años estarían recibiendo los niños en estancias que cumplirán apenas con lo mínimo indispensable para garantizar su seguridad.
Los quejosos hicieron un llamado para que el área de contraloría interna del IMSS investigue entre los prestadores del servicio y funcionarios del propio instituto si están conformes con las diferentes modalidades del servicio de guardería que ya empezaron a funcionar, y si bajo el nuevo sistema se preservará la calidad en el cuidado de los menores.