Las autoridades insisten en responsabilizar
a las FARC; nadie asume la autoría del ataque
Marchan miles en Bogotá en repudio al atentado
que dejó más de 30 muertos
Lo que antes hacía el narcoterrorismo ahora
lo hace la guerrilla, dice el vicepresidente
REUTERS, AFP Y DPA
Santafe de Bogota, 9 de febrero. Miles de personas
marcharon hoy en esta capital para condenar el atentado explosivo del viernes
contra un exclusivo club en el que al menos 32 personas murieron y más
de 160 resultaron heridas, y cuya autoría no se ha atribuido ningún
grupo, aunque algunos miembros del gobierno y Estados Unidos señalan
como responsable a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No obstante, la Fiscalía, el Ministerio del Interior
y la policía hablan de distintas hipótesis, mientras que
las FARC, aunque denunciaron que en ese club se reunían miembros
de la clase dirigente con paramilitares, no reivindicaron la acción
del pasado viernes, refirió la agencia Reuters.
"En el lujoso club se realizaban frecuentemente reuniones
de sectores políticos y empresariales con voceros del paramilitarismo",
dijeron las FARC en la página www.redresistencia.org, citada por
Reuters.
Los escuadrones paramilitares de las Autodefensas Unidas
de Colombia (AUC), acusados de cometer las peores violaciones a los derechos
humanos, actualmente mantienen contactos con el gobierno de Alvaro Uribe
que podrían culminar en un proceso de desmovilización y desarme
de los más de 10 mil hombres con que cuentan.
"El
actual proceso de legalización de los paramilitares es producto
de reuniones realizadas en diferentes locales de lujo del exclusivo sector
del norte de Bogotá", agregaron las FARC.
Aunque esa fuerza guerrillera ha realizado ataques explosivos
de grandes proporciones en las ciudades, nunca golpearon directamente un
objetivo civil, subrayó Reuters. Sin embargo, también recordó
que las FARC habían amenazado en los últimos años
con trasladar la guerra de los campos y selvas a las ciudades.
El ataque contra el Club Nogal, frecuentado por la clase
dirigente, recordó la campaña de los narcotraficantes con
vehículos cargados de explosivos en décadas pasadas.
El vicepresidente Francisco Santos y el gobierno estadunidense
señalan a las FARC como responsable del cruento atentado. "A mí
no me cabe la menor duda (...) Vienen efectuando ese tipo de atentados
en los que Bogotá es el objetivo; han demostrado que lo que antes
utilizó el narcoterrorismo ahora lo usan ellos", sostuvo
Santos, citado por el diario El Tiempo.
Un vocero del Departamento de Estado, Lou Fintor, indicó
que "se cree que el atentado forma parte de la campaña de terrrorismo
urbano de las FARC".
En cambio, el director de la Policía, Teodoro Campo,
advirtió que "no es bueno casarnos con una sola hipótesis",
el fiscal general Luis Camilo Osorio puntualizó que se trata de
"alto terrorismo con conexiones que no son locales", y el ministro de Interior
y Justicia, Fernando Londoño, fundador, socio y ex directivo del
club, consideró que "esto es demasiado sofisticado para haberse
planeado en las selvas del Caguán", en alusión a la presencia
de las FARC en esa sureña zona.
La víspera, el presidente Uribe -que vive una de
las peores semanas de sus seis meses de mandato, ya que el jueves desapareció
la avioneta en que viajaba su estrecho asesor y ministro de Protección
Social, Juan Luis Londoño- había dicho que "esta tragedia
es hija de la droga y la violencia".
Llegan expertos de EU
En la sede del destruido club continuaron las labores
de remoción de escombros, mientras un equipo de expertos enviado
por el gobierno de George W. Bush se sumó a las autoridades colombianas
que investigan el ataque.
La tarea de los ocho funcionarios de la Oficina de Tabaco,
Alcohol y Armas de Fuego (ATF) será analizar el tipo de explosivos
y los mecanismos utilizados por los autores que, según el director
nacional de Fiscalías, Justo Pastor Rodríguez, buscaban una
implosión en el edificio.
Rodríguez había dicho el sábado que
"pareciera haber coincidencias muy importantes entre la explosión
de Oklahoma (que dejó 168 muertos el 19 de abril de 1995, y del
que se responsabilizó el estadunidense Timothy McVeigh) y el atentado
del viernes".
Hoy señaló que se pidió la ayuda
de los expertos estadunidenses ante la "evidente" conexión del atentado
con organizaciones terroristas internacionales. "No tenemos duda de que
la delincuencia criolla está apoyada, asistida y dirigida en buena
parte por organizaciones internacionales reconocidas en todo el mundo,
muchas de ellas juzgadas en este momento aquí en el país
por su presencia macabra y siniestra atentando contra la sociedad colombiana",
sostuvo, en alusión al caso de tres ciudadanos irlandeses, presuntos
miembros del Ejército Republicano Irlandés, quienes están
siendo juzgados aquí acusados de asesorar a guerrilleros de las
FARC.
Rodríguez también reveló este domingo
la posibilidad de que en el atentado dinamitero hayan sido empleados dos
coche-bombas y no uno como se informó inicialmente.
"Estamos verificando esa situación porque fue encontrado
el detonador, y hay otros elementos que estamos recogiendo para aportar
a la investigación", dijo.
Mientras, miles de personas (entre cinco mil y 15 mil
según diferentes informes de prensa) marcharon por las calles de
la capital colombiana gritando consignas como "la vida es sagrada".
En una jornada convocada por la Alcaldía de Bogotá,
la multitud asistió a una misa oficiada por el cardenal primado
Pedro Rubiano.
El atentado fue condenado por diversos gobiernos y dirigentes,
entre ellos el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.